Ella Es Un Tormento

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Azul

Maximiliano luce furioso seguro debe estar pensando que soy como una plaga ¿Cómo subí al auto? Bueno, al volver de la fiesta escuché a los de la mesa en dónde el estaba hablar sobre salir antes de que esta terminara. Fui hasta donde estaba el auto y con mucho sigilo me metí dentro, di gracias al darme cuenta que no tenía seguro. Viajar en la parte de atrás no es nada cómodo. Me pregunto cómo hacen las parejas para tener relaciones sexuales en un coche, no le veo lógica puede ser que lo hacen para vivir la escena del ''Titanic'' jaja como si eso fuera tan lindo. En una ocasión observé como una pareja era capturada por tener sexo en un vehículo, lo más loco que puede existir.

-Azul escuchame, no te hagas la sorda.

-¿Qué pasa? -respondo ¿cuál sorda? No escuché lo que me decían.

-Quiero que te bajes ahora mismo del auto, no deseo pelear contigo hoy, así que hazme ese favor.

-Claro que voy a bajar, no es nada agradable escuchar tus pláticas de viejo achacoso, tampoco saber como hablas de mí a mis espaldas -digo sin pensar, está muy equivocado si piensa que voy a rogar que me lleve a algún lugar, la peor parte ya la hice y es escapar de la fiesta.

-No podemos dejarla sola -interviene uno de los chicos.

-No necesito niñera -digo alejandome del auto. Camino no se a donde pero lo hago sin voltear atrás, tengo miedo, sin embargo mi orgullo es más grande y prefiero no demostrar que en realidad quiero ir con ellos. Escucho las voces de todos, continúo mi camino nadie me va a ser regresar.

Pierdo la orientación no se hacía donde voy, tardo demasiado tiempo en darme cuenta que en realidad estoy perdida, he llegado a un callejón, todo está obscuro estoy empezando a asustarme. De a poco veo como unos hombres a quienes por la poca luz no vi al principio empiezan a caminar hacia donde yo estoy.

-Vean amigos lo que nos trajo el viento -habla uno.

-A mí no me trajo el viento por si no te has dado cuenta soy una persona no una hoja a la que este arrastra -contesto.

-Cierra la boca, es mejor que te quedes tranquila muñeca -esa manera de referirse a mí hace que la sangre me hierva, maldito quien se cree para llamarme muñeca. En este momento desearía poder arrancarle la cabeza con mis propias manos.

-Muñeca a las esquinas "IDIOTA" -grito.

-Linda y de carácter justo como me la recomendó el doctor.

-Será un psiquiatra como para atender a un maldito como tú.

-Vengan todos, vamos a divertirnos -dice invitando a sus compinches. No voy a esperar a que me toquen un solo cabello
-No se acerquen o no respondo -contesto. Tengo miedo, pero no pienso demostrarlo, no ahora. Veo una calle y corro lo más rápido posible, mis pasos no dan para más los tipos me siguen de cerca, justo cuando siento que me alcanzan veo un hotel cercano en ese momento un tipo se baja del vehículo sin pensarlo dos veces me lanzo a sus brazos -Mi amor llegaste -alcanzo a decir y me cuelgo como garrapata a su cuello.

¡Oohh sorpresa! es la persona que menos esperaba encontrar -Lo sabía nunca vas a cambiar -Escucho a mi espalda, lo único que me faltaba, sin quererlo forme una pelea en una pareja. Genial Azul vas de problema en problema ¿cuándo vas a dejar de ser tan imprudente? Pregunta mi subconsciente. Nunca, es mi naturaleza respondo.

La mujer hace la parada a un taxi ¿cómo pude ser tan idiota para no darme cuenta que el hombre estaba acompañado? -Hola amiga pelirroja, parece que estamos condenados a encontrarnos siempre -Dice guiñandome un ojo.

-Tú ¿no te cansas de aparecer en mi vida?

-¿Qué? -Pregunta haciéndose el ofendido -No soy yo quien está pegado a ti como una odiosa lagartija -acabo de darme cuenta que aún estoy prendida a su cuello.