Si me preguntan ¿cómo fueron esos días? Respondería que fue increíble. Me divertí como no lo había echo desde hace tiempo, estoy enomorada como boba de Max. Ha sido una de las mejores experiencias de mi vida, no me canso de expresar todo mi amor por esos ojos negros que me cautivaron desde que los vi por primera vez, pero como todo tiene un final, ahora me encuentro preparándome para enfrentar a Bárbara y a Irving. Siempre soñé con encontrar un hombre bueno, sencillo y amoroso y Max representa eso para mí.
—¿Cómo te sientes? —Max habla a mi espalda. Estamos en su apartamento esperando a que el tiempo, tampoco es que hayamos echo algo malo ¿o si? Tal vez ellos lo vean como el peor de los pecados, pero nosotros somos felices y es lo único que debería importar.
—Nerviosa por enfrentar a la bruja.
—No creo que te convierta en rana
—responde Max.—No lo sé, pero más vale prevenir. Llevaré un crucifijo y agua bendita por si las dudas —Max sonríe. Mientras yo me cuelgo el crucifijo en el cuello, también fue un regalo de papá por eso siempre lo llevo conmigo. Mi novio besa mi frente diciendo -Todo estará bien, estamos juntos. Vamos a enfrentar a Bárbara y a mi padre.
—Espero que todo salga bien —digo antes de salir del lugar.
— Lo será princesa.
-Si yo soy la princesa ¿tú serías el sapo?
—Pues lo mejor es que con un beso voy a convertirme en príncipe.
-—Llevo dándote más de mil besos, lo tuyo es incurable —sonrío mientras camino un poco, Max me toma de la cintura me carga como esa vez en el cementerio —Oye bajame o no respondo —grito. El conserje nos ve con una sonrisa y se despide alzando la mano. Llegamos al auto mi novio como el caballero que es abre la puerta, al principio no me gustaba, pero con el paso del tiempo me di cuenta que forma parte de su manera de ser y no puedo pedir que cambie porque así lo amé, lo amo y siento que lo amaré.
En estos días todo ha sido felicidad, soy feliz veo que Max también lo es. No se si de esto se trate el amor porque soy nueva en la materia, sin embargo creo que debe ser recíproco no podemos dedicarnos a dar lo que tenemos sin pensar en nostros mismos ya que si el ser amado algún día llega a hacernos falta podemos salir adelante aunque duela. Max conduce yo busco un poco de música Viento en contra leo en la pantalla y sin dudarlo le doy reproducir.
Soledad no te marches
Te quiero conmigo
Solo por hoy
No se ni donde esconderme mejor me retiro, mejor me voySería muy especial saber como olvidarte.
Y solo voy a tomar para embriagarme
Y, tal vez olvidar como yo te amé
Y de como te puede besar y de como pude abrazarteCanto a todo pulmón —Vamos Max canta conmigo —digo tocando su brazo.
—Las personas con excelente voz como la mía, nos reservamos ese don, si quieres escucharla tendras que pagar —Tomo un billete de un Quetzal que llevo en el bolsillo y digo —Todo tuyo.
—Por personas como tú es que muchos se desaniman. En Guatemala no hay apoyo al artista —sonrío al escucharlo.
—Está bien, te doy un billete de doscientos quetzales.
—¿Estás intentado comprarme? —solo se negar con la cabeza. Seguimos discutiendo sobre su voz hasta que llegamos a mi casa, me siento nerviosa. No es lo mismo pensar en hacer algo a estar frente a ello, Max Toma mi mano y me invita a salir del auto, tengo miedo pero es algo que debo enfrentar. Pensando en eso doy un paso fuera, respiró hondo y digo —Bueno enfrentaremos a la bruja.
ESTÁS LEYENDO
Ella Es Un Tormento
عشوائيAzul hija del socio mayoritario de una de las inmobiliarias más reconocidas, su padre murió cuando ella tenía doce años, su madre nunca se hizo responsable de ella, la mandó a un internado lejos del país. Azul guarda en su memoria, las traiciones de...