II

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Narra Maximiliano

Quedarse huérfano de madre a los quince años no es algo que le deseo a alguien, mi madre era el ser más maravilloso del mundo, la mayoría de chicos a esa edad tienen una madre con la cual pelean si algo no les gusta, ese no fue mi caso mi madre murió de cáncer fue muy duro ver como cada día perdía vida, su cabello tan precioso desapareció, su cuerpo tan trabajado por muchos días en el gimnasio perdió su fuerza, aquellos ojos tan llenos de vida, se quedaron sin luz.

Es difícil perder a un familiar, pero lo es más perder a una madre, la despedimos con todos los honores, papá la adoraba, eran un matrimonio que se comprendían al cien, durante mucho tiempo él se alejó de mí, luego guardó su dolor y se dedicó a cuidarmeme yo le prometí a mamá estudiar mucho y eso fue lo que hice, descubrí mi verdadera vocación, me especialice en música a los veinte años ya daba clases de música en una escuela.

Trabajaba para ayudar a mi padre, vivíamos juntos, después decidió rehacer su vida siempre he respetado todo lo que tiene que ver con él, cuando me dijo que se volvería a casar y que su nueva esposa tenía una hija adolescente me alegré mucho por él, yo ya era un hombre y él necesitaba compañía, lo apoyé en todo, lo que no supe antes era que su novia acababa de enviudar eso complicó las cosas. No les importó y terminaron por casarse, fue entonces que conocí a la hija de la esposa de mi padre.

Azul una adolescente, con muchas energías, una niña linda, sus hermosos ojos color avellana, me cautivaron desde el momento en que se posaron en mí, solo los vi un día tenía un rostro angelical, lleno de inocencia. La niña lloraba en el jardín de su casa abrazada a un libro, sostenía '' Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carrol, mientras todos celebraban la boda, ella lloraba la muerte de su padre, verla de esa manera me causó mucha ternura, nunca había tenido paciencia con los niños, con ella fue diferente, me acerqué a su lado y le dije.

-Hola ¿Cuál es tu nombre y que haces aquí sola? ¿por qué no estás en la fiesta? -sus hermosos ojos me observaron, estaban llenos de lágrimas, su nariz estaba roja, se limpió las lágrimas y respondió.

-mi nombre es Azul, no tengo nada que celebrar mi papá está muerto, no tengo a nadie en el mundo -escuchar esas palabras me dolió tanto.

-oye tranquila, eres Azul Santiesteban -ella movió la cabeza afirmando lo que yo dije -tienes unos ojos muy lindos lo sabes.

-mi papá decía que los ojos demuestran lo que hay dentro de nosotros ¿qué ves en mis ojos? los tuyos son muy lindos en ellos puedo ver que también vives un poco triste ¿quieres contarme por qué?

-al parecer tu papá era una persona muy sabía, en tus ojos veo a una niña muy linda, con un gran corazón y una fuerza para reponerse de la muerte de su padre, yo también perdí a mi madre hace cinco años y todavía me duele -le dije -y ese libro de donde lo sacaste.

-es el primer libro que papá me compró cuando empecé a leer, lo guardo como un tesoro.

-lindo libro.

-yo hubiera preferido que fuera mi madre quien muriera, ella no merece vivir.

-¿Por qué dices eso? No se vale desearle la muerte a nadie y menos a una mamá.

-cuando las mamás son buenas no merecen morir, si son como Bárbara si ¿la tuya era buena?

-la mujer más buena del mundo -contesté con sinceridad.

-la mía es mala, por su culpa murió papá -pensé que lo decía porque estaba muy dolida.

-No vuelvas a llorar, esos ojos no tienen por que verse empañados -me sonrió, en sus mejillas se hicieron unos agujeros, que la hacían ver muy tierna, la entretuve por mucho tiempo, hasta que finalmente dijo -eres muy bueno, nunca te voy a olvidar, gracias por prestarme atención, a nadie le importa lo que pase conmigo pero a ti si.

Ella Es Un Tormento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora