Cap. 32

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Aleksandra y Antonio se encontraban en un lindo restaurante familiar desayunando, estaban sentados en la mesa más alejada de todas pero con vista a la calle, ese se había vuelto su restaurante favorito, era sencillo, la comida era rica, estaba en un lugar tranquilo, los dueños ya los conocían, siempre que los veían llegar ya sabían cuál era su mesa favorita y que tenían que llevarles café antes de ordenar.

Cuando la pareja cumplió un mes de novios, Antonio la llevó ahí a desayunar, ese día cuando terminaron de desayunar recibieron una llamada de sus compañeros avisándoles que había un nuevo caso, pasaron el día resolviendo el caso, al final del día el asesino estaba tras las rejas y ambos fueron a ver una película, finalizada la película fueron al departamento donde le tenían una sorpresa al otro, fue ahí donde Alex le entregó al hombre una pequeña caja negra, ahí había un lindo brazalete de plata hecho a la medida, no tardó en ayudarlo a colocárselo, cuando se llegó el momento de que Antonio le diera la última parte de su regalo la llevó a la habitación que compartían, el lugar estaba repleto de rosas rojas y con luz tenue, había planeado un desayuno, ver una película y terminar el día haciendo lo que más disfrutaban, hacer el amor, pero el detective quería que fuera "especial", hacerlo "a la vieja escuela", con romanticismo, con flores por todos lados y con la iluminación de las velas.

Esa noche se había convertido en la más especial y memorable para la pareja, se habían entregado en cuerpo y alma, la sintonía con la que movían sus cuerpos era más que perfecta, los movimientos llenos de pasión, se habían fundido en uno solo.

Cada vez que podían iban a ese restaurante, les agradaba entrar ahí.

La pareja continuó comiendo con calma, Alex le decía a Antonio que debían ir al supermercado a comprar la despensa porque los gabinetes empezaban a vaciarse.

-por cierto- dijo la mujer antes de meter un trozo de fresa a su boca -Gabby me mandó un mensaje esta mañana, iré a la 51 el sábado con ella- avisó

-¿Qué vas a hacer en una estación de bomberos?- cuestionó el hombre sin entender

-te recuerdo que Gabby me está dando clases de cocina, el sábado es mi prueba final- recordó mientras se extendía para tomar su jugo de naranja

-no entiendo por qué me cambiaste por mi hermana- llevó un pedazo de tocino a su boca

-porque esas tres veces que intentaste enseñarme a cocinar terminamos teniendo sexo en la cocina, ¿Ya lo olvidaste?- levantó una ceja

El hombre empezó a reír al recordar el desastre que habían hecho en la cocina. Continuaron con su desayuno, al terminar pagaron y salieron con rumbo a la corte.

No tardaron en llegar, se juntaron con sus compañeros quienes estaban en el pasillo hablando, Hank estaba hablando con la abogada y Alvin venía llegando.

-lamento la tardanza- se disculpó el veterano mientras se acercaba a ellos y acomodaba su ropa

-¿Por qué llegaste tarde?- cuestionó la rusa

-me reuní con un informante- mintió, no podía decirle a la chica con quién estaba, miró el atuendo de la mujer el cual resaltaba del resto y cuestionó -¿Intentas lucir como el Capitán América?-

-claro que no, es un Stella McCartney que cuesta más que el sueldo que recibes- dijo con cierto tono de voz molesto por su falta de cultura de la moda

El veterano empezó a reír y dijo -mejor entremos- el resto estuvo de acuerdo

-tal vez podríamos venderlo y obtener dinero para la renta- le dijo Antonio a su novia recién estuvieron solos

CYNOSURE [Libro 2, saga CPD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora