Cap. 43

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La noticia de que Gregory Yates estaba en Chicago ya era de conocimiento de toda la unidad de Inteligencia, todos se reunieron desde temprano en la oficina de la estación, estaban al tanto de todo lo ocurrido en Nueva York.

Aleksandra era la única que no estaba en el lugar, médicamente no estaba lista para volver al trabajo, estaba en casa siendo cuidada por dos oficiales de policía, cuando Erin le mostró a Antonio la nota que Yates le había dejado, este le pidió a Hank que asignara a dos oficiales a su novia para que la cuidaran, uno de ellos estaba en la entrada principal del edificio y el otro en la puerta del departamento, tenían órdenes de quedarse con ella en todo momento, vigilarla y avisar si alguien sospechoso se acercaba al edificio, el detective se tomaba en serio la seguridad de su novia.

—Greg Yates escapó de custodia anoche al norte de Nueva York después de asesinar a dos oficiales, dos trabajadores de una compañía eléctrica y de dispararle al oficial Dots, por suerte el oficial se recuperará— dijo Antonio dando inicio, quería estar en casa con su novia para cuidarla pero ella le recordó que aún tenía que cuidar a Erin de Yates, sólo por eso estaba trabajando

—¿Y Yates?— cuestionó Adam

—los oficiales de Pensilvania encontraron la camioneta abandonada, los forenses encontraron las huellas de Yates y un hombre lo identificó, dijo que fingía tener problemas y lo noqueó para quitarle su auto— respondió Jay

—él repitió el patrón e Ohio e Indiana, el último vehículo lo llevó a la frontera de Illinois, el laboratorio confirma las huellas de Yates pero no hay indicios después de eso— continuó Antonio, estaba al frente de todos

—sí, excepto uno— intervino Hank situándose al frente junto al detective, señaló la nota que estaba pegada en la pizarra —las chicas de la unidad, ellas son la razón por la que Yates está aquí—

—no, sólo quiere confundirnos, emitimos un boletín de alerta de investigación y del vehículo, ya vigilan las autopistas de Chicago— intervino Erin

—no entiendo por qué viene por Alex, fue Erin la que lo metió a la cárcel, no ella— agregó Kevin un tanto confuso

—es un psicópata con cierta fijación hacia las mujeres, recuerda aquella vez en la que lo interrogamos, la forma en la que vió a Alex y lo que decía para desmeritar su inteligencia— dijo Alvin

—además de que está al tanto de su accidente— agregó Adam diciendo lo que los detectives les dijeron horas atrás

—UVE interroga a Carl Rudnick, es con quien escapó Yates, ya ha vuelto a custodia, la teniente Benson nos contactará si hay algo que reportar— retomó el tema Antonio

—hasta entonces quiero que registremos todos los hoteles, refugios, bancos de comida en la ciudad, es capaz de asesinar o mutilar para tener lo que quiere, etiqueten las tarjetas de los dueños de los autos, averigüen si había un lugar seguro que usara la última vez que estuvo aquí, comuníquense con los oficiales que cuidan a Alex y díganles que se reporten cada diez minutos, a trabajar— ordenó Hank con firmeza

Todos asintieron y empezaron a movilizarse, Jay se acercó a Erin, la mujer desbordaba preocupación.

—¿Cómo está tu rodilla?— cuestionó el ojiverde

—está bien— respondió simple, era evidente que no estaba tomando la situación de la mejor forma, recibió aquella clásica mirada del detective —estoy bien— aseguró con convicción

Jay suspiró bajo —iré a hablar con las víctimas de robo—

—genial— asintió la mujer

—Erin, Antonio, vengan acá— los llamó Hank a su oficina, ambos detectives se dirigieron en silencio al lugar

CYNOSURE [Libro 2, saga CPD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora