Antonio terminaba de prepararle un té a su prometida, habían llegado de la estación hacía cinco minutos, la mujer estaba en el sillón sentada abrazando sus piernas, lloraba en voz baja, las lágrimas no dejaban de rodar por sus mejillas.
—Aquí tienes preciosa— entregó el hombre la bebida caliente
Ella sujetó la bebida y le dio un pequeño sorbo, se sentía como niña pequeña cuando está triste y sus padres hacen lo posible por animarla.
El detective había enviado un mensaje a Voight para avisarle que estaba atendiendo un asunto importante con su prometida, el sargento no tuvo ningún problema con ello.
—Tenemos que hablar.
Volkov hizo un puchero de desagrado ante la idea, no lo miraba —No quiero.
—Preciosa— la tomó del rostro y la hizo verlo —Sé que es algo difícil y lo entiendo, pero he visto lo que te pasa cuando cargas con todo y no expresas lo que sientes, y si tengo que hacerte enfrentar la situación entonces lo haré, yo estaré contigo.
—Por favor, no quiero, sólo quiero ir a trabajar para distraerme, vamos a la estación.
—Mi amor, hacer eso va a afectarte, tenemos que afrontar nuestros problemas, ir a trabajar tal vez te haga olvidar lo que está pasando por el momento, pero en un futuro te traerá problemas emocionales, justo como te pasó con lo de tus padres.
—Pero duele.
—Lo sé preciosa— se acercó más a ella —Pero por eso estoy aquí, estamos juntos en esto y no dejaré que cargues con todo... Por favor, habla conmigo.
La mujer se quedó en silencio, las lágrimas no dejaban de caer por sus mejillas, alternaba su mirada de su bebida caliente y el suelo, asintió levemente, estaba dispuesta a hablar de lo sucedido.
Antonio le dio un momento para que iniciara a hablar cuando estuviera lista, seguía a su lado, había pasado su brazo derecho sobre sus hombros, acariciaba su brazo derecho con el mismo, mientras que con la mano izquierda daba leves masajes en su pierna tratando de calmar su nerviosismo, no dejaba de mover inquieta su pierna izquierda.
La mujer le dio el último trago a su bebida y dejó el recipiente sobre la mesita de centro, soltó un suspiro buscando llenarse de valor.
—Tenía miedo— susurró encogiendo sus piernas tomando una posición fetal —Estoy acostumbrada a cargar sola mis problemas y creí que este sería uno más pero...
Su voz se quebró, se sentía horrible, un hueco se instaló en su estómago.
—Este problema es distinto, porque no sólo me afecta a mi, sino también a ti— se giró a verlo —Estar conmigo implica no poder tener más hijos y la simple idea de perderte me asusta... Intentaba buscar una forma en la que pudiera decirte sin decepcionarte de haber decidido casarte conmigo.
—Mi amor— acortó más la distancia que los separaba —Decidí pedirte matrimonio porque te amo, porque eres todo lo que siempre he querido en mi vida, no porque quiero que me des hijos... Claro que la idea de tener un hijo contigo es hermosa, pero te prefiero a ti sobre todas las cosas, tú no me ibas a decepcionar con esa noticia,
—No me mientas para hacerme sentir bien.
—No te miento, es a ti a quien quiero.
La mujer guardó silencio, sopesaba las palabras de su prometido.
—No sabes cómo me dolió saber que no puedo tener hijos— susurró, las lágrimas no desaparecían
—Es cierto que no lo sé, pero te prometo que estaré contigo en todo momento y te ayudaré a superarlo.
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CYNOSURE [Libro 2, saga CPD]
Hayran KurguDicen que no puedes vivir en el pasado, que debes seguir con tu vida y eso fue lo que hizo Aleksandra. Las armas y las balas eran sus amigas más fieles, siempre certera, con puntería infalible, aunque todos sus compañeros sabían que nunca fallaba al...