Cap. 1

1.8K 96 38
                                    

Un ensordecedor silencio inundaba la habitación, si prestabas atención podías llegar a escuchar las manecillas del reloj de pared moverse y con un poco de suerte, también la respiración tranquila de Will en la habitación continua.

Aleksandra se encontraba sentada en un sillón del departamento de Jay; un par de días después de que el ojiverde la dejara plantada ambos empezaron a dormir en casa de él y de vez en cuando en la de ella, Alex hacía visitas a su perro constantemente ya que no podía llevarlo con ella.

Llevaban casi un mes estancados en la misma rutina, se levantaban temprano para ir a la estación, trabajaban y actuaban como si no se conocieran, en sus horarios de comidas salían juntos pero no hablaban mucho y cuando Volkov intentaba mantener viva la conversación, Jay simplemente dejaba de contestarle, volvían al trabajo y regresaban juntos a casa, preparaban o compraban algo de cenar para ellos y Will, algunas veces en las que el médico no estaba en casa tenían sexo y las otras Jay salía de casa a buscar a Erin a su departamento o en los lugares que sus contactos le decían, pero nunca llegó a encontrarla.

El sexo ya no era lo mismo, ya no sentían lo mismo que las primeras veces en las que estuvieron juntos, habían ocasiones en las que sólo uno llegaba al orgasmo, otras en las que ninguno y rara vez ambos, todo se había vuelto monótono.

Su aniversario de un mes de novios había sido un asco, Alex se había metido a la cocina para preparar la comida, pero todo terminó quemado, era un asco en la cocina, terminaron pidiendo pizza, Jay había comprado entradas para ver un musical, pero cuando llegaron al lugar e intentaron entrar se dieron cuenta que las entradas que le habían vendido a Jay eran falsas, se escaparon del problema mostrando sus placas y fingiendo estar en operativo buscando a falsificadores por la zona, ese día volvieron a casa de la castaña y se sentaron a ver películas en la televisión, ordenaron comida de nueva cuenta y pasaron el día sentados frente al televisor, en la noche intentaron tener sexo esperando que fuera lo único bueno de ese día, y lo fue, pero sólo para Jay, él logró llegar al orgasmo, la chica no sintió que podía tocar las estrellas como la primera vez, además el hombre había sido muy rudo como últimamente lo era, esa noche en especial había llegado a lastimarla a tal grado de sentir dolor al levantarse de la cama. 

El ex Ranger se había vuelto muy rudo en la cama y no precisamente de esa manera excitante, parecía que desquitaba con ella su frustración por no poder encontrar a Erin.

Esa noche Jay había prometido llegar temprano para cenar, Alex había cocinado con ayuda de Kim, gracias a eso la comida no era un asco, pero el ojiverde nunca llegó, ya pasaba de media noche y aún no aparecía. Le había compartido un poco de la comida a Will, el hombre le hizo compañía por un rato pero tenía que descansar, su turno iniciaba a primera hora del día, media hora después de que se fuera Will a su habitación, Alex cenó y el único plato con comida era el de Jay. 

Ahora estaba sentada con la mirada perdida pensando en los posibles lugares en los que el hombre podría estar.

Un ruido en la puerta la hizo volver a la realidad, se giró y vió a Jay entrar al departamento, un fuerte olor a alcohol inundó sus fosas nasales. El ojiverde se acercó a la mesa, tomó el cubierto que se encontraba a un costado del plato con comida y llevó un poco a su boca.

-llegas tarde, otra vez- rompió el silencio la chica

-perdón nena, fui a buscar a Erin y no la encontré, después fui a Molly's a tomar unos tragos con Severide- respondió, por suerte no estaba ebrio

-esto se te está haciendo costumbre Jay, me prometes que haremos algo juntos y luego te vas detrás de Erin y no apareces hasta la madrugada- soltó la chica aún sentada, trataba de mantenerse en calma, no quería explotar

CYNOSURE [Libro 2, saga CPD]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora