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El lugar es precioso.

Un palacio color turquesa prologando por cinco pisos, contiene una pileta en el centro cual iba siendo rodeada de distintas flores y árboles con candelabros colgando de las puertas que llevaban directo a otro pasaje. Miro por al rededor esperando encontrar ponys o dinosaurios, pero la pequeña estela de color violeta llama mi atención.

— Es fantastico.

Asiento con una sonrisa de oreja a oreja contemplando cada zona y rincón de este mágico lugar —, nunca creí ver algo tan hermoso.

Lo miro siendo bienvenido con una sonrisa y la iluminación en ambas pupilas dándome un toque eléctrico —, ni yo.

La puerta principal está a escasos centímetros, las luces parecen estar encendidas y por la muy agradable música que suena al parecer no éramos los únicos en este lugar.

— ¿Hay alguien más aquí?

Jungkook asiente — Jaeson nunca se puede quedar quieto — me toma por los hombros y gira la cerradura suspirando pesadamente —, puede que esto sea una inesperada y muy grata sorpresa.

— ¿Inesperada?

— Sobre todo eso.

Jungkook parece estar conteniendo la respiración en cuanto la puerta iba siendo descubierta. Mis manos cruzan mi vientre nervioso por lo que podría suceder en cuanto atravesáramos esa puerta quizás este día se vuelva distinto. Quizás una parte de Jungkook cual nunca es expuesta, sea descubierta.

— Jungkook...

Susurro bajito queriendo detener sus movimientos rápidos, puede que esté queriendo hacer un lío o simplemente parecer indiferente. Esperaba no tener que limpiar los platos rotos y si así fuera, esperaba que Jungkook dejara de ser así.

— ¿Te gusta? Es de mi madre.

Quizás me guste todo lo que la madre de Jungkook hizo.

— Es maravilloso — respondo evitando solar alguna estupidez — ¿vienes seguido?

— Solo cuando quiero recordar que soy una buena persona.

Aquello no es un comentario humorístico que suele decir el peli negro. Y por mucho que me desagrade la forma de ser de Jungkook esto es exactamente lo que me preocupaba, tantas veces que le repetí lo cruel que podría llegar a ser y las muchas veces que me di a conocer el otro rostro de la moneda. Mi corazón siente culpa.

— ¿Vas a mostrarme tu habitación?

La sala de estar es muy acogedora, los colores muy elegantes llenos de alegría y trabquilidad ahora entendía porque este lugar tenía la capacidad para hacerte sentir bien. No puedo describirlo con palabras, pero se siente tan similar al mío.

— ¿Jungkook?

La voz de una mujer provoca que ambos giremos a las escaleras cual desprendía una mujer de aspecto elegante y sonrisa inpecable. Su aura es tranquila. Y la sonrisa en sus labios muy sincera, por otro lado se encontraba el nombrado con un rostro serio mucho más que otras veces. Tratando de lucir intimidante y ageno, me remuevo de mi lugar sin saber que hacer. Ella debe ser la prometida del padre de Jungkook.

— ¡Un gusto! — ella me abraza y me agrada verla tan feliz. La emoción reflejada en sus ojos me hacen creer que tal vez Jungkook se equivoca —, soy Momo, prometida del padre de Jungkook.

Le sonrío tímidamente—, Soy Taehyung, el gusto es mío.

Jungkook esta a un lado viéndonos como si fuese la peor escena que vio en su vida o eso quizo darnor a entender.

Black Swan [kooktae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora