12

2.9K 365 69
                                    

Namjoon entra a casa junto con Seokjin. Los dos sujetados de las manos y compartiendo carcajadas mientras mi hermano tira sus llaves sobre la pequeña mesa de vidrio, provocando un sonido demasiado molesto, que me causa una sensación de malestar en la cabeza. Últimamente los sonidos agudos y escándalos me provocaban jaquecas. Malestar que me llevó a tomar medidas drásticas con los ladridos de Yeontanie. Iba a tener que limpiar las sábanas de mi hermano, hasta cansarme y traer devuelta a mi bebé.

Seokjin toma asiento a mi lado viendo escapar a su novio por la cocina. Toma el control y apaga la televisión.

— ¿Cómo estás?

— Sentado — bromeo. Él me empuja sobre el mueble, riendo —, ¡Hyung!

— ¿Qué? No eres el único que puede hacer bromas — dice con tono divertido. Me recuesto sobre el sillón, poniendo mi cabeza sobre las cómodas piernas de Seokjin —, ¿La señora Kim salió?

— Si — murmuro. Cierro los ojos cuando la mano de Seokjin acarició mi cabello, me acomodo en la misma posición, estirando mis piernas—, ¿Vais a salir?

— Iremos al cine con los chicos — dice —, ¿Te ánimas?, Jaebeom estuvo preguntando por ti todo el tiempo.

No suena mal. Me encantaría pasar un fin de semana diferente, hacer las barbaridades de un chico universitario, joder y fumar marihuana. Lo sé. No pienso como alguien normal, tengo mucha imaginación. A veces pienso que ser diferente, es malo.

Jungkook había hecho un buen trabajo. Me apartó del mundo. Tenía que ser sincero y dejar de engañarme, me asusta, pero de una manera diferente.

No le temía a Jungkook, le temía a lo que estabamos provocando.

Probablemente iría al cine también... O probablemente no. Si logramos vernos, quizás estaríamos en un abismo, comenzando una pelea por quién cae primero.

— Tengo una maratón que ver — levanto mis cejas sin abrir mis ojos —, es sábado de "Kim Taehyung". Merezco gomitas y coca cola.

— Namjoon puede comprarte gomitas y coca cola — ofrece —, anímate — acaricia mi brazo y mi cabello. Abro mis ojos cayendo con la tierna mirada de Seokjin— Es solo una película, con seis idiotas. Te prometo que la pasaremos bien, y tendrás compañía.

Giré mi cuerpo estrellándome contra la cómoda alfombra que Namjoon compró hace unos años. Di un grito de dolor. Pero por la mirada acusadora de Jin, no había creído mi estupenda actuación. Tenía que hacerlo más real. Estire mis brazos al aire tomando impulso, di un severo golpe en el estomago y caí inconsciente. Si que dolió, pero no lo suficiente para quedar en coma. De todos modos lo intenté.

— ¡Amor! ¡Taehyung murió, pero me dejo una nota mental en donde aceptar ir con nosotros al cine!

— ¿Enserio? — puedo imaginar su ceja alzada y su mirada de; "sabía que haría esto" con una de esas sonrisas en donde sus hoyuelos se marcan. Mi hermano es calificado como el ser más adorable cuando hacía eso —, déjalo. Revivirá cuando saque sus videojuegos y los regale al pequeño del lado.

Abri ambos ojos ante el comentario poco convencional y amenazante. Namjoon puede ser capaz de todo, hasta de regalar a Yeontan si no hacía lo que pide.

— Si no estudiaras derecho, te hubiese demandando por amenaza y complicidad.

Seokjin se echó a reír.

— ¡Es un milagro! — gritó mi hermano —, ¡Está vivo!

Lo fulminé con la mirada sujetándome del mueble. Seokjin y Namjoon estaban riendo, una melodía de ambos para mis oídos. Me agrada verlos tan felices.

Black Swan [kooktae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora