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No podía creer que me encontraba en una de las "famosas" fiestas de Kim Seokjin. No tenía algún problema con encontrarme dentro de la gran casa llena de música y alcohol, después de todo había sido invitado y Seokjin había sido muy simpático conmigo hoy en la tarde. El único problema aquí es; no quería estar en una maldita fiesta llena de jóvenes descontrolados hormonalmente y ebrios tratando de no vomitar en cualquier parte.

Mi hombro fue chocado con total brusquedad y un tipo al cual nunca había visto en mi vida, se acerca con una sonrisa de oreja a oreja con el rostro rojo y murmuro incoherencias en la cuál sólo entendí su muy desagradable: "vamos a un lugar más tranquilo". Coloco los ojos en blanco empujando su cuerpo a un lado, fue algo sorpresivo para mi afrontar ese tipo se insinuaciones, ya que soy conocido como el chico fantasma o pensándolo bien ni si quiera soy conocido y tal vez solo fui yo mismo quien me puso ese apodo.

Suspiro con frustración sacándome la bufanda. Las calles de Seúl estaban descontroladas por un fuerte viento, estaba seguro de que pronto iba a llover por ello había venido con ropa que no calificaba como para este tipo de ocaciones. Ahora me lamentaba por este aspecto tan fuera de lugar.

— Tae — una chica ebria se acerca a mi arrastrando las palabras, toma mi abrigo de un puñado sonriéndome —. Taehyung ¿Qué haces por aquí?

— ¿Te conozco? — le pregunto.

Ella sonríe.

— Que torpe, lo siento — hace una pausa corta viendo la punta de sus pies —. soy Lee Jieun. Estamos en la misma clase.

— ¿Francés? — inquiero dudoso.

— Inglés — dice ella con otra risa más iluminada que el mismo sol.

Lamentaba no recordar su rostro. Parecía ser una buena chica, no me importaba si estaba con un fuerte olor a vodka y tabaco, no quiero juzgar a alguien por el simple hecho de tener una "diversión" muy diferente a la mía. Me hubiera agradado conocerla en otras circunstancias.

— ¿Te gusta hacer algún deporte? — niego con la cabeza apartándome un mechón de la frente —. eres muy bueno en las carreras.

— ¿También llevamos gimnasia?

— No, pero soy muy... miradora.

— Observadora — ofrezco.

— ¡Si! Eres muy bueno en todo lo que haces, Taehyung.

— Creo que debes dejar de beber eso — le aparto el ponche de sus manos. Ella me mira con mala gana —. estás muy borracha. Y no quiero — hago una pausa mientras escucho su estruendosa risa— ¿Acabo de decir algo gracioso?

— ¡Si! — chilla con emoción colgandose de mi cuello —. ¿Conoces al dueño de esta gran fiesta?

— Si... eso creo — hago una mueca —. Mi hermano lo ha llevado hoy a casa y fue la primera ves que he hablado con Seokjin.

— Ohhh — me sañala con su dedo riéndose—. tú eres el hermano de Kim Namjoon.

Me encogí de hombros un poco intimidado por su índice, pero estaba muy orgulloso de ser hermano del alumno más brillante y de los primeros en la lista de honores. Algunas personas nos dividían como polos diferentes, tenían razón. Namjoon es distinto,  nuestra manera de ver el mundo es diferente.

— ¿Él está aquí? — me pregunta. Lee deja de balancearse de un lado a otra quedándose totalmente quieta pero con la sonrisa macabra que alguien borracho puede tener. Me tomo unos minutos para responderle. Es muy hermosa.

— Si — respondo —. vengo a traerle su inhalador. Mi madre me ha tenido que regañar durante tres horas y heme aquí.

Escucho los gritos de la chicas en el momento que una bomba de espuma cayó por todo el lugar, tomo mi abrigo entre mis manos tratando de sacar el líquido pegajoso, muy mala idea. La tinta de este se estaba esfumando y como si esto no fuese peor, habían provocado que el vaso de plástico en sus manos cayera en mis converse blancas. Mierda.

Black Swan [kooktae] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora