Black Swan [kooktae]

38

Parpadeo repetidas veces queriendo parar mis lágrimas, limpio mi nariz con la manga de mi sueter esperando una respuesta por parte de Jungkook. Ver sus ojos recorrerme como en muchas ocasiones no calma mi mente, al contrario. Me está desesperando, no lograba encontrar alguna respuesta en aquellos destellos. Estrellas doradas viéndome como si fuese algo simple negándome ver más allá de estos. Sintiendome esquivado por las sensaciones que Jungkook provoca en mi.

Su tacto se aleja respirando profundamente. Se vuelve donde su asiento y mira la ventanilla como si quisiera escapar del auto, me retuerzo en mi asiento débilmente queriendo arrojarme. La ansiedad se había esfumado, quedando el miedo en mi pecho.

Miro a Jungkook una vez más.

— Si — contesta con la voz mucho más suave.

Deberías estar impresionado, muerto de emoción o gritando mentalmente. ¿Así se siente la emoción de una mentira?, algo en Jungkook me dice que no está siendo sincero. No puedo creerle a una persona que miente tanto.

— Bien — digo apretando los puños ante la desesperación en querer llegar a casa.

Jungkook sigue mirando la casa de Jackson fijamente y no tiene la pinta de querer encender el auto. Al parecer no soy el único con problemas emocionales, Jungkook puede estar hecho un lío. Quizás le complique más las cosas y ahora solo quiere alejarse de mi, no me esperaba tanto de él de todos modos. Solo quiero llegar a casa y escapar de él.

— No miento.

Apoyo la cabeza contra el cristal viendo la nieve caer  inundando el lugar. La noche es muy linda para estar llorando, un día tan mágico no merece penurias. Me siento idiota por querer estar en todos los lugares menos aquí, solo escucharlo decir más mentiras retumban mi corazón. Y no entiendo porque se siente tan emocionado, y mi cerebro tan decepcionado.

¿Entonce es cierto? Sentir emociones por una persona nos vuelve ciego, tan ciego que ni la mente tiene el poder en nosotros. El corazón es una flor. Que desea perdurar con esperanzas así sean falsas.

— ¿Por qué yo?

Cabezeo en el vidrio cerrando los ojos.

— ¿Quieres saberlo? — inquiere el suavemente, no puedo verlo pero siento como se acomoda en su asiento con la vista en mi —, yo... llevo tiempo viéndote. Antes de la fiesta en casa de Seokjin, sabía perfectamente quién eres. La primera vez fue en la clase de filosofía, habías llegado tarde y...

Miro a Jungkook con sorpresa esta vez escuchándolo atentamente.

— Me sorprendió tontamente tu forma de ser, recuerdo a la perfección lo que dijiste ese día; "perdona, un imbecil me hizo caer" — el rió como si lo estuviese viviendo otra vez y ahora logro recordar. Esa vez llegué tarde por caerme junto con mis planos de arquitectura por culpa de... — me llamaste imbecil. Ese día no me miraste, no te hiciste la victima o algo parecido. Pude ver la rapidez en la que lo solucionaste y me dio mucha rabia.

— ¿Por qué?

Jungkook me mira —, fuiste ajeno a tu alrededor.

Sin comprenderlo aún, siento como las palabras de Jungkook llevan un pizca de verdad y de algún modo felicidad. Las arrugas en su nariz al recordar ese día y la pequeña risa que mostró es difícil creerle. Yo también lo conocía, pero no del mismo modo que ahora. Nunca pensé llegar a conocer esta pequeña parte de Jungkook, este chico con emociones.

— Cuando te vi en la fiesta quería saber si ibas a comportarte falsamente, siempre hacen eso.

Por alguna razón me recordó a Jieun.