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―Adolescente de diecisiete años, su hermana la encontró teniendo una convulsión en su habitación.
Aquello llegó a los oídos del doctor Cullen.
―¡Es mi hermana! ¡Tengo que ir con ella, me necesita! ¡Queen ¡Queen!
El apuesto rubio pudo ver como una adolescente de cabello negro y lacio, era retenida por un par de enfermeras, de quienes intentaba zafarse para ir detrás de la camilla que llevaba a toda velocidad a su hermana.
―Señorita, necesita calmarse.
―¡Ella no tiene a nadie más que a mí! ¡Tiene que entender!
Entonces decidió acercarse, algo le decía que tenía que ayudar a aquellas muchachas.
―Doctor Cullen. ―suspiró una de las enfermeras al verlo.
―¿Qué es lo que sucede?
―¡Mi hermana está grave, y estas enfermeras no quieren dejarme entrar! ―lloró la adolescente con desesperación, y nuevamente intentó quitar el agarre de las enfermeras.
―Necesito que se tranquilice, señorita, soy el doctor Carlisle Cullen le puedo asegurar que su hermana estará bien bajo mi cuidado.
―¿Por qué creerle?
―Porque le doy mi palabra. ―le respondió sin dudar. ―Necesito el nombre de su hermana y el suyo, he de suponer que se quedará aquí.
―Claro... claro, mi nombre es Genevieve Rousseau, y ella es llama Queen.
Todo encajó para el doctor Cullen, ya sabía porque sentía aquella necesidad de ayudar a aquellas adolescentes que no tenían compañía de un adulto.
La adolescente frente a él era la razón por la que su hijo Edward, tuvo que irse con sus primos a Alaska, mientras que la internada era Queen, la compañera de su hijo Emmett.
―Señorita Genevieve, usted necesita quedarse aquí, no puede entrar con su hermana, puede llamar a algún familiar, yo iré con su hermana.
Lo único que vio Genevieve antes de sacar su celular, fue la figura del doctor Cullen desaparecer en unos de los pasillos.
👑👑👑
La actitud extraña de Alice lo confundía.
En realidad, todos lo confundían.
Era como si todos ellos supieran algo que él no, como si todos ellos estuvieran ocultándole algo importante.
¡Hasta Esme!
Su hermana biológica evitaba su mirada, Rosalie se encontraba al lado de ella, parecía estar distrayéndola, lo supo cuando la rubia le dio una mirada y le pidió a su hermana que pintara sus uñas.
