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Los días iban pasando... y la barriga de Genevieve seguía creciendo.
Tenía moretones y las ojeras estaban presente, pero a pesar de eso, aún sonreía, sin importar nada, como si dentro de ella no hubiera una especie de híbrido.
Charlie y Seth creían que la luna de miel se había extendido, pero aún así hablaba por teléfono con ambos, prometiéndoles que regresaría pronto y tendrían un buen reencuentro, pero incluso ella no creía en sus propias palabras.
Damien y Nadine también habían estado presentes, a pesar de que Genevieve no pudiera verlos, ambos querían darle su apoyo, solían tocar sus hombros a pesar de no poder tocarla, Queen había estado tan estresada que no se había percatado en que ella misma podía traerlos de vuelta durante unos cuantos minutos.
Gianna y Queen habían hablado con Alessia antes de que fuera a ver a Seth. Se querían asegurar de que no le dijera nada que podría perjudicarlos y también a él. Bree había decidido dejar que su mejor amigo tuviera tiempo con la híbrida, se había quedado en la casa Cullen, pegada a Wyatt, tomando su mano indicándole que tenía su apoyo.
Edward seguía diciendo que tenía que salvar a Genevieve y sacar a aquella criatura, una vez más la mayoría se fue contra él, y por segunda vez había estado durante horas sin cabeza... pero no fue Queen la causante, por más que lo hubiera deseado.
Rosalie y Ángela se encontraban en la habitación de la rubia, la ayudaban a bañarse, Genevieve solía relajarse gracias al agua caliente. Alice seguía evitando a las brujas y a la híbrida pensando en tonterías para que no se enteraran de la visión de la que nadie más que Edward, Esme y Carlisle sabían.
Nastya había ido a visitar a Charlie, habían decidido tener una cena romántica, el humano no sabía que la mente de su hermosa novia no se encontraba con él, sino con Genevieve y su situación. Gianna y Alessia estaban meditando, rezando a Hécate para que las fortaleciera y que su magia volviera pronto a ellas, no habían logrado casi nada, pero seguían haciendo lo que Nastya les recomendaba.
Queen estaba sentada a un lado de Emmett, con sus pies sobre su regazo, notando como Wyatt evitaba su mirada, Bree miraba entre ambos, preguntándose que le sucedía al quileute. Jasper esperaba a su compañera pacientemente, intentando evitar las emociones que desprendían de aquella sala.
Esme hacía la comida para Genevieve, las brujas y el quileute. Carlisle se lamentaba una y otra por no poder comunicarse con Eryn para implorar su ayuda.
Y Edward... Edward estaba poniendo de los nervios a todos.
―¡Debemos sacarlo! ―chillaba cada cinco minutos, Bree cubría sus oídos para evitar escuchar la histeria en la voz del cobrizo. ―Esa cosa la matará ¿Por qué no entienden?
