X

3.2K 330 107
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.




















Sentada junto a los lobos, miraban juntos como el viento movía levemente las hojas de los árboles.

Leah y ella ya no provocaban el ambiente tenso que solían crear antes, la loba parecía más relajada, y tenía una pequeña sonrisa con sus ojos cerrados mientras dejaba que el viento acariciara su bello rostro.

―Puedo entender a Leah y a Seth. ―dijo Queen llamando la atención de los cinco quileutes. ―Pero, ¿Por qué tú también dejaste la manada, Embry?

―Porque también son mis amigas. ―respondió el lobo sin dudar. ―Ya sé que tal vez no fui al matrimonio, pero Sam me tuvo haciendo guardia. ―bajó la mirada jugando con la tierra. ―Estaba harto de sus órdenes. 《Ve a hacer tus guardias》 《No te metas en los asuntos de las Rousseau》 《¡Embry, no provoques a Paul!》 《Embry, ve a hacer las compras》. No era precisamente de mi agrado estar ahí.

》Pero cuando quiso ir por Genny, aún sabiendo que es impronta de Wyatt, fue todo. Se supone que protegemos a las improntas, Sam y los demás temen a lo que Genny y Bella llevan, sean los causantes de que Forks se convierta en un pueblo fantasma. Las improntas son importantes para nosotros, y Sam no se detuvo a pensar que no todos pensábamos como él, creo que no se esperaba que la mitad de su manada se fuera.

―Él no tocará a ninguna. ―dijo Jacob volviendo su mirada al frente. ―Ya ha cometido traición al querer lastimar a una impronta.

―Sabe que las vamos a defender sin descanso. ―asintió Leah. ―No permitiré que les toquen un solo cabello.

Queen sabía que no se refería a Genevieve y a Bella, sino a Genevieve y a Gianna.

―Si fuera Emily quién estuviera en su lugar, no se atrevería a mover ni siquiera una garra. ―masculló Wyatt.

―¿Creen que quiera desquitarse con nosotros por nuestra traición? ―preguntó Seth, su pregunta provocó una vez más el silencio.

No lo creían... lo sabían.

―¿Por qué mejor no vamos con Genny? ―interfirió Queen con una sonrisa que parecía más una mueca. ―Es su cumpleaños, finalmente cumplió diecinueve años.

―¿Cumpleaños? ―preguntó Leah. ―¡Diablos! ¡No le compré su regalo! ¡Vuelvo enseguida!

Los demás quileutes vieron con sorpresa como la loba se levantaba de un salto, y comenzaba a correr, alejándose de la casa con desesperación.

Queen sonrió, aquella era la Leah que recordaba.













👑👑👑












Embry, Seth y Alessia comían el pastel que Nastya y Esme prepararon, con desespero. Sus mejillas estaban llenas de pastel y las comisuras de sus labios manchadas con la crema.

𝚁𝚘𝚞𝚜𝚜𝚎𝚊𝚞¹ | 𝙴𝚖𝚖𝚎𝚝𝚝 𝙲𝚞𝚕𝚕𝚎𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora