𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟏𝟏: 𝐑𝐞𝐜𝐚𝐢́𝐝𝐚.

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Una vez Jimin dejó la casa del mayor, se dispuso a darse una ducha larga; seguía apestando terriblemente a alcohol y el dolor de cabeza no cesaba, además de que sentía su cuerpo más tenso que el infierno.

Al salir, se colocó prendas cómodas para pasar en resto de la tarde, escuchó su móvil sonar en el buró, lo tomó y se sentó al borde de su cama.

Al revisar el identificador, apareció una videollamada entrante de su hijo mayor. Una sonrisa se plantó sus belfos y contestó, levantando el móvil a la altura de su cara para que pudieran apreciarlo a una distancia considerable.

-¡Papá! -fue lo primero al salir de los labios del menor, quien sonreía ampliamente, apantallando completamente a su padre.

-DongGyun. ¿Cómo están? Veo que estás muy feliz. - Hoseok no puedo evitar emular su sonrisa, y es que cuando sus hijos estaban de esa manera, le era imposible no ponerse contento con ellos.

-¡Noona me regaló lápices profesionales de dibujo! ¡Míralos! - el menor levantó una gran caja de colores profesionales, la marca le era conocida y eso le llenó el corazón.

-Se ven geniales, hijo. Úsalos muy bien y cuidalos mucho. ¿Le has agradecido a tu tía?

-Mhm, lo hice. - el niño tenía un brillo gigante en sus pupilas, Hoseok estaba orgulloso de verlo.

-¿Dónde está JiYong? - preguntó Hoseok al no tener señales de su bebé.

Su hijo se levantó de donde estaba y pareció voltear a la cámara trasera de su celular, apuntando a el menor quien disfrutaba de la televisión hipnotizado. Hoseok río suavemente y DongGyun volvió a girar a la cámara frontal.

-Bien, me alegra que la pasen muy bien.

Atisbó como el menor giraba en rostro hacia otra dirección, pareciendo que algo más llamase su atención.

-Noona quiere hablar contigo.

Hoseok asintió y pronto la imagen cambió a la mayor, quien se alejó de sus sobrinos hacia otra habitación con el móvil.

-Hoseok-ssi. - sonrió la joven, suspirando apacible. -Wow, que ojeras tan feas, ¿has probado usar mascarillas? Desde acá veo la resequedad de tu piel, Hoseok-ah, deberías preocuparte por ti. - masculló a una velocidad exuberante con sus labios abultados.

-Seguro. - Hoseok río y rascó su nuca. -¿Está todo en orden?

-Uh huh, tus niños están muy bien. Sólo quiero avisarte que mañana los tendrás en casa después de clase. Me haré cargo de recogerlos y llevarlos tan pronto sea posible. - sonrió dulcemente y el mayor asintió.

Sentía un alivio gigante al saber que no tendría que pisar la escuela de sus hijos -por lo menos mañana- y evitar un momento abrumante y vergonzoso con el profesor de DongGyun. El resto de la semana podría arreglárselas, esperándolos dentro de su camioneta en la salida, aunque si algo grave sucedía, se armaría de total valor para arreglar los asuntos de sus hijos. Sólo esperaba que eso no sucediera y todo estuviera en orden con ellos.

-Hoseok-ssi - llamó la atención del mayor, quien levantó la vista dándole permiso de continuar -, ¿sucede algo? Tu rostro no me parece común. - la joven desfiguró su sonrisa en una mueca de preocupación.

Hoseok realmente quería hablarlo con alguien. Y Jimin había sido de ayuda, pero se sentía completamente desviado y alarido emocionalmente. En esos instantes, realmente se sentía solo y acomplejado, y ChanMi había sido cercana a él desde que tenía memoria, y aunque en un principio había sido forzoso, lograron llevar una relación sana, tanto por sus hijos, como por su difunta hermana.

good father ➜ hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora