𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟗: 𝐒𝐚́𝐛𝐚𝐧𝐚𝐬.

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❞〈 T W/ d i s c l a i m e r  : short & soft smut 〉

En cuestión de minutos, intentaron limpiar y asearse lo mejor posible con papel de la guantera, se colocaron la ropa de nuevo y bajaron de la camioneta.

Hoseok cerró las puertas del auto, se acomodaron el cabello; las miradas de ambos se cruzaron y solo pudieron sonreír con complicidad.

No sería la última vez que harían esto esa noche. Ninguno de los dos quería desaprovechar una oportunidad así, aún si al día siguiente tendrían que hacerse cargo de olvidarlo todo.

La idea de ir a el apartamento de Yoongi no era mala, pues ya era bastante noche y estaba a solo una calle de este club. El alcohol aún estaba en el sistema de ambos, aunque en menor grado, pero no querían arriesgarse a que alguno fuera detenido por el consumo de alcohol.

Yoongi entrelazó sus manos sin pensarlo mucho y tiró de su brazo para correr fuera del estacionamiento hacia la avenida. Aún si pasaban autos que tocaban furiosos el claxon tras la impertinencia de ambos, ninguno de los dos prestaba atención total a eso, solamente podían reír mientras corrían y corrían. Sintiendo total felicidad y libertad de hacer lo que les plazca.

Cuando entraron a el establecimiento, Hoseok había notado desde las afueras que este lugar era para gente acomodada o bien, con ingresos bastante altos. No era un simple apartamento, era un penthouse realmente bello, donde hasta el piso era de un mármol perfectamente pulcro. 

O viene de buena familia o los profesores hoy en día son bien remunerados.

Hoseok siguió, aún con las manos entrelazadas, al menor hacia la puerta del ascensor en el medio del pasillo. Yoongi saludó a el portero, quien reposaban en una de las cabinas de vigilancia, le respondió con un ademán de vuelta. Por la hora, era claro que no había gente merodeando por ahí, intentarían no hacer tanto ruido.

Por lo menos hasta que llegaran a la puerta del menor.

Yoongi presionó el botón del ascensor, ambos esperando en un casi incómodo silencio, hasta que el suave tintineo se hizo presente, abriéndose las puertas metálicas.

Una vez ambos estuvieron dentro, Yoongi presionó el cuarto piso y las puertas fueron cerradas.

Yoongi dejó caer su espalda en la pared metálica, mientras miraba ansioso los números del ascensor cambiar. Hoseok imitó su postura del lado contrario, analizando cada centímetro de Yoongi, la forma tan preciosa en qué su cuerpo estaba hecho, en su bella piel del porcelana que ahora portaba mordidas rojizas, y siendo él el autor de ellas, solo supo relamer sus labios.

Yoongi lo notó y sonrió coqueto.

–Deja de babear, ya casi llegamos. – Hoseok salió del trance y sus mejillas se tornaron en un tierno arrebol.

Las puertas se abrieron, Hoseok salió pisándole los talones a Yoongi para seguirlo y este sacó la tarjeta de la puerta de su apartamento y la colocó en el escáner, escuchando como era desbloqueada.

Una vez se adentraron y cerraron la puerta, Hoseok no se lo pensó dos veces y tomó la cintura del menor y lo atrajo con necesidad.

—¿Quieres tomar un ducha o-

Las palabras de Yoongi se vieron interrumpidas por un beso salvaje que lo hizo perderse totalmente. El castaño bajó sus manos hacia los muslos del contrario, que hicieron al menor dar un pequeño brinco para enredar sus piernas sobre las caderas del mayor.

good father ➜ hopegaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora