good father ➜ hopega

𝐂𝐡𝐚𝐩𝐢𝐭𝐫𝐞 𝟏𝟎: 𝐑𝐞𝐦𝐢𝐧𝐢𝐬𝐜𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬.

Hoseok no dejaba de girarse sobre su cama, intentando conciliar un sueño que no se osaba en presenciarse. Harto de la situación, revolvió su cabello y destapó su cuerpo de las ligeras sabanas.

Posó las palmas de sus manos sobre sus ojos y un par de segundos le bastaron para recordar lo que había pasado hace horas atrás. Había mucho por procesar.

Y no solo eso, sino que aquella piel del pálido seguía aturdiendolo, aquella sensación de tantearla hizo cosquilleo en sus dedos, y sus labios palpitaron al recapitular el tacto de los contrarios.

Yoongi se había adueñado completamente de los pensamientos del mayor en un instante.

Y Hoseok no era el único, pues Yoongi estaba acurrucado en el sillón de su apartamento sintiendo como la luz de la luna apenas le alumbraba, observado sus manos, percatándose de que ahora se sentían totalmente desencajadas y vacías.

Sus piernas temblaron al tener una remembranza de como se sentía tener entre ellas aquel cuerpo canela que le había robado el sueño. Sus uñas se aferraron a su camiseta al pensar en lo bien que se sintieron enterándose sobre esa espalda tonificada y liviana.

Ambos estaban más que convencidos de que esto no podía llegar a más, pero había algo ahí que estaba llevándose la atención totalmente. No sabían exactamente qué era; si era su corazón o simplemente, el complejo de su soledad.

Hoseok observó repetidamente el contacto de Yoongi, analizando el número abrumado, a tal punto en que su cerebro logró memorizarlo.

-¡Agh, esto es estúpido, Hoseok! - se regañó a si mismo y aventó el móvil hacia el otro lado de su cama y colocó una almohada encima de su cara, resguardando en ella un gruñido de fastidio.

Se ha hecho demasiado larga esta noche...

Hoseok se levantó de la cama con unas crecientes ojeras, además de un estresante dolor de cabeza, y bajó hacia la cocina, haciendo un café. Bebió un sorbo y se encaminó hacia la sala de estar; el timbre de la puerta lo hizo parar y la abrió con pesadez.

-Buenos días, caballero. Te traje algo para la resaca - habló un calmado Jimin, que sostenía dos bolsas de comida en sus manos y sin esperar nada, se adentró a la casa del castaño, dejando dichas bolsas en la mesa.

Éste pobre hombre parece que no tiene quehacer más que procurar a un treintañero.

-Dios, Jimin, no pude pegar ojo en toda la bendita noche...- contestó Hoseok, dejando la taza aún lado de las compras de su amigo, subió una mano a su frente y la acarició, haciéndole ligera presión por el dolor presente.

-Seguro sigues pensando en él- no tardó en entender la situación y habló chasqueando la lengua, comenzando a acomodar la comida en la mesa al compás de sus palabras. -, quiero decirte que no es tan malo como parece. Tuvieron una noche divertida, tal vez surgió una conexión por ahí medio extraña que te puso aquí. ¿No crees que deberían hablarlo así? Sobrios y más conscientes.

Sacó cubiertos y platos, y obligó al más alto a sentarse, sirviéndole un poco de lo que había traído. Se sentó en la silla contraria, sirviéndose también para hacerle compañía.

-Sonaría coherente sino fuera porque ambos ya estábamos lo suficientemente conscientes como para saber lo que hacíamos - murmuró el mayor con un rostro afligido -Joder, ¿cómo podré verlo a la cara después de esto? Es bochornoso - musitó tomando el tenedor y llevandose un bocado del plato.

-No debería existirlo. Ambos son mayores, ayer se dejaron llevar por la calentura, deberían actuar con la cabeza fría ahora. Hablar con madurez, Hoseok.

-No lo sé. Es que todo esto se ha venido de golpe. Además ¿dónde lo vería? Si alguien de la escuela nos ve juntos ahí afuera, podrían generar sospechas.

-Hmm, ¿dónde será? ¡Claro! ¡No me había dado cuenta de que tienes una casa! ¡Wow! ¡Que listo que eres, Jimin! - contestó sarcástico el menor, mientras mostraba una facción despectiva.

-Ja ja. Te recuerdo que la escuela de mis niños está a menos de dos minutos. ¿Qué carajos haría un profesor en la casa de unos de sus alumnos? - replicó cruzándose de brazos.

-Algo podrías inventarte, como que es un conocido o que por los problemas de Dong, recurrió a él por los trabajos, ¡Hoseok, no puedo darte todas las respuestas! ¡Usa tú lógica, byungshin! - apuntó al más alto con el tenedor.

Hoseok alborotó su cabello y soltó un gran suspiro.

Negó para sí mismo. ¿Cómo podría citarlo así de la nada y más aún cuando hace un par de horas estaban follando cuál animales?

Jimin sintió más compasión ante el rostro preocupado de su amigo, compartiendo el suspiro y rascándose la nuca.

-Sólo llámalo. Dile que quieres de alguna manera remediarlo y llegar a un acuerdo. Explícale que te ha atacado más de lo normal. Honestamente, de los dos, él es el que más saldría perdiendo.

El corazón se Hoseok se apretó al escuchar eso. No quería crearle problemas a nadie por su falta de atención sexual, se sentía como adolescente.

-Lo haré. Creo que los dos podemos hablarlo como seres humanos razonables. Pero no lo haré ahora. - Jimin suspiró. -Ambos necesitamos tiempo para poder recapitular de nuevo lo que sucedió. - Hoseok se cruzó de brazos -De un día al otro, no creo que pensemos las cosas tan profundo a qué si lo analizamos por aparte y luego conversamos con la idea clara. Solo quiero el bienestar de mis hijos, y si eso significa abandonar la idea de estar con alguien, voy a hacerlo.

Jimin lo miró por unos segundos y asintió, limpiando su boca con una servilleta.

-Creo que será bueno para ambos dejar las cosas en su lugar. Sin rencores.

Hoseok asintió y relamió sus labios, perdiendo su mirada en cualquier punto de la habitación.

Sin reconres...

XD este capítulo estuvo muy caca pero no tenía otra manera de ponerle contexo a la situación. Pidoperdón.

Disclaimer 2: Edité el final de este capítulo.