Capítulo 4

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[Narra Catra]

Desperté, de nuevo en aquel lugar desconocido, sintiendo un gran dolor en mi cuerpo.

Intenté moverme, pero el dolor no me dejó, el cansancio me hacía notar mis brazos y piernas muy pensado.

Giré la cabeza y, para mi sorpresa, Adora estaba ahí, dormida, apoyando la cara en el colchón. ¿Qué hacía ahí?

Empezó a despertar y me miró fijamente al notar que yo también estaba despierta.

-¿Catra?- Parecía sorprendida -¿Estas bien?- Preguntó nerviosa, colocando una mano en mi mejilla.

-¿Dónde... estoy?- Fue lo único que se me ocurrió decir, mi voz débil pareció asustar a Adora

-Tranquila, estás a salvo, estás en Luna Brillante- En cuanto dijo eso, mis ojos se abrieron como platos y mi pelaje se erizó.

Traté de incorporarme, tenía que salir de allí, pero una gran punzada de dolor en mi estómago me lo impidió, haciéndome caer sobre la mullida almohada.

Adora pasó su brazo por detrás de mi cabeza -¡Suéltame, déjame en paz!- le grité lo más alto que puede, lo cual no era mucho, me sentía muy enojada. -¡Tengo que irme de aquí!- Adora me sujetó, inmovilizándome .

-¿Estas loca? No debes moverte- Me retorcí como pude, intentando zafarme del agarre, pero otra punzada de dolor me hizo gritar débilmente.

Adora se quitó de encima, temiendo haberme hecho daño.

Agarré mi abdomen, el dolor era una tortura, apreté mis párpados con fuerza, sintiendo humedad en los ojos.

-Tengo que volver antes de que Hordak se entere- Balbuceé entre dientes, tratando de incorporarme de nuevo, esta vez con más cuidado.

Adora me sostuvo para no caer; mi cuerpo temblaba, dolía,... agonizaba.

-¿Y como piensas ir?- Me replicó -Mirate- Por primera vez en mi vida, obedecí por voluntad propia.

Me observé a mi misma, había vendas y gasas por todas partes.

Asustada, salté de la cama, me puse en pie, pero caí al suelo en cuestión de apenas un segundos.

-¡Catra!- Adora me cogió en brazos y me devolvió al camastro, mientras yo me quejaba de dolor.

-Ni siquiera puedes mantenerte de pie,¿cómo esperas ir a la Zona del Terror?-

[Narra Adora]

Se veía muy mal, muy dolorida, agotada, débil, pálida.

-¡No lo entiendes! Tengo que volver- Su voz comenzó a quebrarse y sus ojos se cristalizaron.

-¡Pues explícamelo!- Comencé a ponerme nerviosa -No pienso dejar que te muevas de aquí hasta que no te recuperes y me cuentes que te ha pasado- Mi decisión fue firme.

Había notado como es que cada vez que Catra perdía una pelea su rostro reflejaba terror puro, necesitaba saber por qué y tenía la sensación de que lo que sea que la asustara tanto era lo que, de alguna u otra forma, había causado sus heridas.

-¡No! ¡Tengo que irme!- Catra trató de levantarse otra vez, pero el daño que provocaban sus heridas se lo impidió.

-¡Catra, por favor, cuando te sacamos de allí te estabas muriendo! ¡Te salvamos la vida!- Ella seguía tratando de ponerse en pie, algo que no conseguiría sin ayuda.

-¡YO NO TE PEDÍ QUE LO HICIERAS!- Catra parecía más asustada que enojada, eso me preocupó mucho.

-¡Acaso querías que te dejase morir!- Traté de hacerla entrar en razón.

Catra bajó las orejas, erizó, ligeramente, su cola y se abrazó a si misma.

Coloqué una mano en su hombro -Catra, aquí nadie va a hacerte daño, así que, por favor, cuéntame que te ha pasado- Ella se lanzó sobre mi.

Me abrazó débilmente -Fue Hordak- Su voz se rompió, su cuerpo temblaba.

[...]

[Narra Bow]

-Voy a llevarle algo de comer a Adora ¿Vienes?- Llevaba una charola con un cuenco de sopa y un vaso con zumo.

-Claro- Glimmer respondió animosamente.

De camino a la habitación una pregunta daba vueltas en mi cabeza -¿Qué crees que le haya pasado?- Glimmer me miró un poco confundida -A Catra- Aclaré.

-No lo sé, pero estaba muy mal cuando la traje a Luna Brillante- La miré con algo de curiosidad, sé que Catra estaba grave, pero el tono que utilizó me desconcertó un poco. -Cuando la traje, ella escupía sangre, tenía muchas heridas en su espalda y apenas respiraba- Se me hizo un nudo en el estómago al imaginarme esa escena.

Llegamos a la puerta entreabierta del cuarto de la enfermería.

-Fue Hordak-

Pudimos escuchar la conversación en entre ambas.

Yo quise irme para respetar su privacidad, pero Glimmer quería saber que sucedía, así que nos quedamos, escuchando la conversación, viendo por la rendija de la puerta.

Catra se abrazaba a Adora, escondiendo su cara en el hueco del hombro de Adora.

-Cada vez que perdía, Hordak se ponía furioso, me golpeaba hasta que se libraba de su ira- La voz de Catra era rota y débil, me sentí mal por ella. -Cuando Hordak estaba ocupado, le ordenaba a Shadow Weaver que se encargara de mí.- Adora hizo un gesto de sorpresa y miedo a la vez al escuchar lo último.

[Narra Catra]

No pude más, me derrumbé, lloré en los brazos de Adora; todo se sentía mal, necesitaba librarme de esa carga.

Adora acarició mi melena, tal y como cuando éramos pequeñas. -Tranquila- Susurró, apretando su agarre, abrazándome más fuerte; eso me dolió, mi cuerpo estaba muy frágil en ese momento, pero no hice nada por expresarlo, no quería que Adora se separara.

Disfruté de aquél olor que, para mí, había representado tanto un hogar como una amenaza; que, de un momento a otro, paso de ser lo único que me relajaba a ser lo que más me irritaba, pero, ahora, mis sentidos se conducían al no detectar peligro, al notar como bajaba la guardia.

Todo parecía estar tranquilo, pero una gran punzada de dolor en el abdomen me hizo apartar las manos del cuerpo de Adora, sin despegarme de ella, es más, dejé caer mi peso sobre ella.

Apreté mi vientre con fuerza, mis garras estaba a punto de rasgar las vendas.

-¿Catra?¡¿Qué pasa?!- Adora me sujetó por los hombros y me separó de su pecho.

No le podía responder, el dolor era demasiado, lo único que salió de mi boca fueron los leves queridos que asustaron a Adora.

Ella me tumbo, con mucho, cuidado en la cama, reduciendo considerablemente el dolor.

-Tranquila, iré por un curandero- Adora se giró hacia la puerta, pero no pudo avanzar.

La sujeté por la muñeca, no quería que se marchara de allí. -Por favor...quédate- La miré suplicante.

-Pero, Catra...- No la dejé terminar.

-Estoy bien, creo que solo debo quedarme tumbada- Intenté calmarla.

[Narra Glimmer]

Le hice señas a Bow para alejarnos de la puerta.

-Creo que tenías razón, debemos dejarlas intimidad- Bow me sonrió.

-Tal vez estaría bien ir a por algún medicamento para el dolor y llevárselo a Catra- Comentó mientras caminábamos por el pasillo, llevando la charola de vuelta a la cocina.

Y hasta aquí el capítulo, espero que os haya gustado y no olviden votar.

Perdón por la demora en actualizar, pero, como dije en mi otro historia, estoy ocupada estudiando.😅

<3





















~Todo es mi culpa~(Catradora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora