Capítulo 29

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Hola!!

Wow, mucho tiempo sin publicar, ¿cierto?
Lo lamento, pero estoy con los exámenes finales, los trabajos de clase y etc...

Espero puedan entenderme y deseenme suerte por que la voy a necesitar.

Si a alguien le da curiosidad por que voy a necesitar la suerte solo díganlo en los comentarios por que de verdad es un muy buen chisme que me muero por contar y lo publicaría como un One-shot a parte de esta historia por supuesto.

Ahora si, disfruten del capítulo amores míos
\:v/🌈

Al fin habían terminado, ya regresaban a Luna Brillante y Catra no podía estar más feliz al respecto.

Las dos mayores, Spinnerella y Netossa, habían agradecido por la hospitalidad y se despidieron de los habitantes en nombre de la rebelión antes de marcharse.

La alcaldesa aseguró que su presencia había sido todo un placer y que podían regresar cuando quisieran, incluso insistió en que se quedaran para la cena, que harían un banquete en honor de las princesas que salvaron su poblado del acecho de los Hordianos.

Esto último no le sentó del todo bien a Catra, ellos le agradecían a las estúpidas princesas cuando claramente no habrían detectado al enemigo sin ella, al menos no antes de tenerlos encima.

Por suerte para ella, las princesas negaron la invitación con amabilidad e iniciaron el camino de regreso.

La felina se sentía mal, se sentía ofendida, pero al mismo tiempo entendía que los pueblerinos no la quisieran cerca después de haber comandado un ataque que los podría haber reducido a cenizas de no ser por la casi milagrosa aparición de la legendaria She-ra.

Estaba algo contrariada, pero no solo se sentía mal por eso o por haber oído más comentarios afilados de parte de los aldeanos que creían no ser escuchados -"Al fin se va esa gata sarnosa, este lugar empezaba a apestar a hordiano"- Escuchó una voz madura y grave, pero femenina al mismo tiempo -"Deberían ponerle un collar a esa cosa y llevarla con correa"- Añadió una voz más joven y masculina.

No, Catra estaba acostumbrada a ese tipo de comentarios, tanto de parte de sus excompañeros de la Horda como de aquella vieja bruja de Shadow Weaver, pero su mal ahora no se centraba en esa parte tan sentimental que odiaba de si misma.

Tenía un malestar físico, su dolor de cabeza había aumentado a causa del esfuerzo de la batalla y ahora estaba empezando a sentir náuseas.

Catra siempre había tenido dolores de cabeza muy fuertes y muy seguidos, es más, le sorprendía que no le hubiera pasado en el tiempo que ella llevaba en Luna Brillante.

Sabía desde que era pequeña, gracias a las burlas de otros cadetes, que esas molestias estaban fuera de lo normal, pero claramente no la dejarían entrar a la enfermería de la Zona del Terror solo por eso, de hecho, jamás la había dejado entrar en ese lugar o ser atendida por un médico más allá de las dolorosas vacunas rutinarias, Shadow Weaver no se lo permitió nunca, por muy grave que fuera su estado.

Una vez que llegaron al castillo, Catra se escabulló a la habitación de Adora sin siquiera despedirse.

[...]

Lonnie se dirigía a la habitación de la Capitán Scorpia, la había buscado por todas partes y ese era el único lugar que le faltaba por revisar.

La princesa llevaba decaída desde que dieron a Catra por muerta y, aunque se sintió aliviada cuando supieron que ese no fue su destino, descubrir que la felina había despertado la hacía sentir traicionada.

~Todo es mi culpa~(Catradora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora