Capítulo 36: Posesivo

523 48 23
                                    

"Existe entre nosotros algo mejor que un amor: una complicidad."

-Marguerite Yourcenar


ADVERTENCIA: Este capítulo contiene escenas de violencia, lenguaje inapropiado y agresiones, leer bajo responsabilidad del lector. 


A lo lejos, aquella escena era aberrante, Bahalam estaba entre las piernas de Azula quien yacía sobre el frío suelo, su negro cabello aún lucía húmedo y su bata de baño completamente abierta, ella simplemente gritaba y lloraba con evidente desesperación, se le veía tan débil y expuesta.

Y Daken no logró soportar aquella escena, la rabia se apoderó de él. 

- ¡Eres un bastardo hijo de perra! -gritó Daken separando violentamente al hombre de Azula y arrojándolo lejos de ella.

Azula sintió como Bahalam se alejaba repentinamente, ella simplemente permaneció inmovil unos momentos en completa confusión, alguien había ingresado a la habitación pero las lágrimas no le dejaban ver nada, aún seguía sollozando y temblando, respirar le estaba resultando un acto casi imposible.

- Princesa Azula -habló Daken angustiado acercándose a ella e intentó tomarla de la mano.

- ¡No¡ gritó asustada alejándose y cubriéndose rápidamente.- ¡YA BASTA! !¡ALEJATE!

Daken miró con pesar el estado de su amada princesa, estaba aterrada y su piel nivea cubierta de marcas, rasguños y moretones. Jamás en la vida la había visto de esa manera y el alma se le partía de dolor.

- Soy Daken -hablo despacio, acercándose con cautela.- Nunca te haría daño, ya estoy aquí.

- ¿Daken? -pronunció incrédula.- Volviste por mi...

Él se acercó a ella para auxiliarla, la levantó del suelo con sumo cuidado, tanto Azula como Balaham miraban sorprendidos como la persona que creían muerta ahora se encontraba frente a ellos, la princesa buscó refugio en los brazos de Daken, temblorosamente le acariciaba el rostro intentando comprobar que era real, él sujetó su mano con delicadeza y la beso dulcemente.

- Nunca podría dejarte -acariciando su cabello con delicadeza.-Por favor perdoname, la misión demoró más de lo que imaginaba -suplico a la princesa, ella simplemente se refugió en su regazo aún temblando.

- Gracias -pronunció débilmente aun con los labios temblando- Por salvarme, yo..

- No tienes que preocuparte de nada, me haré cargo de todo -abrazándola.

Daken miraba a Balaham deseando asesinarlo en ese instante pero su principal preocupación era Azula, ahora entendía por que Zuko le había pedido verla directamente, la piel pálida, las ojeras, lo delgada que estaba, era evidentes su desgaste físico e inevitablemente emocional. 

- Maldito mestizo -rugió Bahalam. - Realmente eres inoportuno es una pena con lo bien que la estábamos pasando -escupiendo un poco de sangre. - Tal parece que ni en el mismo infierno te quieren.

- Maldita escoria como te atreviste a poner tus asquerosas manos encima de la princesa -exclamó con rabia.

- Por favor la cínica lo estaba disfrutando bastante -replicó en su defensa. - Todo lo que viste era un simple juego de pareja, ya deberías conocer de sobra los retorcidos gustos de Azula en la intimidad.

- Cierra la boca imbécil antes de que te arranque la maldita lengua - le amenazó Daken furioso.

- Cálmate, socio -comentó riendo. - No te enojes, solo acepta la realidad por cruda que sea -mirándola a la princesa con lujuria. - Azula no pudo esperar más y me pidió un poco de consuelo por tu supuesta pérdida, es más hace meses que la cortejó y nos vemos con frecuencia, pregúntale tú mismo.

In another life    **ZUTARA**Donde viven las historias. Descúbrelo ahora