Doragon no ai - ドラゴンの愛 (EreMika Hiatus)

Jóvenes

Jean terminó por aceptarlo, no estaba convencido del todo, sin embargo no se negaría más. Lo que menos quería era tener alguna discusión con sus amigos.
Si seré tonto, ¿olvido quién es la princesa de Hizuru?... Eres un genio Jean "tú eres mujer" ¿qué clase de estupidez es esa? Entre más pensaba más se lamentaba de algunas de sus palabras, él nunca comparó a una mujer con un hombre pero en ese momento no supo qué más decir, se preocupaba por Mikasa; sabía perfectamente que Eren sería un caballero pero eso no quitaba el hecho de que podía convertirse en una bestia, al menos esa era su perspectiva.
Mi deber sigue siendo proteger a mi princesa. Se dijo a sí mismo antes de calmarse por completo ante el grupo.

-Bien, entonces cuando lo deseen las puertas del castillo Fritz están abiertas.- Armin seguía con su oferta y ellos la aceptaron. -Mikasa estoy seguro de que Hange estará feliz de verte otra vez.- mientras decía eso tomó la mano de la chica sonriendo ampliamente, esta devolvió la sonrisa cosa que no pasó desapercibida para Eren que conocía a la perfección a su amigo, mejor dicho hermano ya que prácticamente se criaron juntos. 

Eren se caracterizaba por ser un chico extrovertido, a veces las emociones le ganaban y de cada pequeño poro destilaba pasión algo nada sorprendente, gracias a su naturaleza de dragón el fuego corría por sus venas y eso no siempre era malo o peligroso sino al contrario. Cuando le gustaba algo se esforzaba descaradamente hasta conseguir que fuera suyo y una vez que así era no lo compartía ni en el más mínimo detalle, su posesividad resultaba muy embriagante y atractiva sumándose a su extraordinario físico.
Por otro lado Armin era todo lo contrario, introvertido, reservado, serio pero engañoso. Su carita de ángel y su gran consideración eran peligrosas, la manipulación era lo suyo. Si le gustaba algo o alguien se adaptaba perfectamente a lo que esa persona quería y era el tipo más dulce del mundo entero, su ternura y su gran atractivo compensaban la pasión que a veces le faltaba. A simple vista nadie creería que ese joven tan agraciado pudiera convertirse en un arma de destrucción, un titán.

Ambos sabían los trucos y efectividad del otro por lo que Eren reconoció fácilmente lo que su amigo estaba haciendo. 
-Hey Armin, no he visto a Annie por ningún lado ¿Tú sí?.- el ojiverde conocía las verdaderas debilidades del rubio.
-Me llamaste, Eren.- Annie iba llegando junto a dos chicos bastante parecidos entre sí.
-Siempre tan oportuna.- dijo el castaño un poco exaltado.
Armin saludo a la recién llegada con gran emoción y ella correspondía, se notaba el cambio que daba cuando hablaba con él.
-Hola Levi, Mikasa quiero presentarte a mis primos Marcel y Porco Tybur.

Esos dos chicos que aparentaban una edad similar a la de ella eran hijos de Lara Tybur, hermana de Willy Tybur; idénticos lo único que los diferenciaba era el color del cabello, el de Marcel castaño rojizo mientras que el de Porco parecía más un tono dorado, fuera de eso eran como dos gotas de agua hablando físicamente.
-Es un gusto.- dijo Mikasa, los hermanos frente a ella saludaron casi al mismo tiempo pero fue Porco el primero en hablar.
-Así que tú eres la famosa princesa de Hizuru, para ser una nación tan aburrida tiene cosas bastante interesantes y hermosas.- bromeó un poco y al mismo tiempo en su voz había un matiz coqueto y sinvergüenza que todos conocían. A Mikasa no le hizo mucha gracia su comentario y su expresión seria lo demostraba. 
 
Marcel sacudió la cabeza. -Pido que disculpes a mi hermano, la sensatez no es su fuerte.- Porco lo miró con una gran mueca.
-¡Oh, vamos! ¿Así que asumes el papel del hermano mayor?
-Aunque sólo son unos minutos soy mayor que tú.- Mikasa no pudo evitar soltar una risita ante la típica pelea de hermanos.
-De algo sirven las discusiones con Marcel, sonriendo te ves más bella.- Porco de verdad era inverecundo pero tenía que admitir que su sonrisa pícara lo hacía más atractivo de lo que ya era, igual no superaba a cierto castaño de ojos verdes que estaba atento a lo que decían con los músculos de la cara tensos.