Doragon no ai - ドラゴンの愛 (EreMika Hiatus)

Lazos

//La noche anterior// 

Durante todo el evento Zeke estuvo con Yelena en los jardines del castillo de los Ackerman, pasaron momentos agradables y sus charlas eran muy largas y entretenidas, parecía que los dos se entendían muy bien pero él aún tenía una duda que no podía sacarse de la cabeza y lo estaba molestando así que en cuanto vio la oportunidad la externo.

-Yelena… ¿Eres tan amable conmigo por lo que sabes de mi?
La rubia lo miró confundida y un poco inquieta por dentro. -¿De qué hablas?  
-¿Acaso no recuerdas la última vez que conversamos? Tú jamás negaste saber que soy diferente y justo ahora estás aquí conmigo probablemente sintiendo lástima por saber que soy un tipo tan cobarde que nunca le dijo lo que sentía a la joven que hoy anunció su boda.- Zeke le había contado sobre Pieck y sus sentimientos por ella unos minutos antes. -Es eso o es por la información que tienes de mí pero…  ¿Qué es exactamente lo que sabes?

Pasaron unos minutos y al ver que Yelena no le daba respuesta él le dio la espalda para comenzar a caminar. 

-Espera.- Zeke se detuvo y la mujer se tomó un momento antes de contestar,  sin estar segura de si hacía lo correcto habló. -Yo… estoy al tanto de que tú y Eren son medios hermanos, sé que tu madre se llama Dina Reiss, la hermana menor de Uri y Rod Reiss. 
-Te equivocas. 
-¿Eh? 
El de lentes se giró para mirarla. -Dina Reiss me dio la vida pero su odio por mi padre fue más grande que su amor por mí si es que lo tuvo en algún momento, la única mujer que ha estado conmigo se llama Carla Jaeger, ella es mi madre aunque no llevemos la misma sangre. 
-Al parecer le tienes mucho rencor…- dijo Yelena casi susurrando. 
-En realidad no… yo ni siquiera recuerdo bien su cara, ella me dejó cuando yo sólo tenía cuatro años así que simplemente Dina Reiss no figura nada para mí.  
-¿Y si quisiera buscarte? 
Zeke empezó a reír. -Perdería su tiempo, además dudo mucho que esa mujer se arriesgue después del terrible daño que causó pero eso es otra historia, por favor regresemos al salón. 

La rubia quedó sin habla, se sentía extraña, se sentía mal pues al parecer estaba tomando el camino equivocado. 
Él de verdad tiene una familia… yo sólo conocía una perspectiva de la historia… 

-Zeke…- lo detuvo antes de que siguiera avanzando. -Yo no me acerco a ti por lástima, simplemente me agradas y como tú mismo lo dijiste, yo también tengo diferencias, yo...
-Espera.- la interrumpió. -No me lo digas o creeré que te sientes presionada por lo que acabo de confirmarte, me alegra saber que te agrado tú también a mí así que espero que me cuentes lo que te tiene tan confundida y resentida porque me tienes confianza. 
-¿Cómo es que sabes de mi sentir?.- preguntó un poco sorprendida. 
-Bueno, digamos que es una de las particularidades de tener sangre de hechicero, aunque jamás pude sentir las emociones de otros tan fuerte como contigo.- eso último lo dijo en un tono más bajo. 
Yelena sonrió tan genuina y cálidamente como nunca se le había visto. -Está bien, volvamos al salón. 

Cuando regresaron se unieron al grupo en el que estaban Armin y los demás y minutos más tarde llegaron Eren y Mikasa completamente renovados, algo había diferente en ellos dos pero nadie podía identificar lo que cambió. Ya era tarde así que sólo pasaron un par de horas en que los jóvenes estuvieron conversando y haciendo bromas, sin embargo ninguno de ellos notó algo importante, durante todo ese tiempo no se vió a ninguno de los líderes de las cuatro Naciones aliadas, parecía que simplemente habían desaparecido de la fiesta y la única que se percató de eso fue Yelena quien se mantenía atenta a ellos en todo momento. 

Hasta que el evento estuvo por terminar fue que los Reyes volvieron a aparecer de la nada empezando por los Reiss que comenzaron a despedirse para retirarse junto a la Familia Tybur, los invitados ya se estaban marchando cuando Hange se acercó al grupo de jóvenes en busca de Armin y Yelena pues ellos también partirían pronto y aprovechando la ocasión saludó con su singular emoción y alegría a los que estaban ahí.
Quedaban muy pocos invitados y en el grupo de amigos ya sólo estaban los Bott, los Jaeger, Sasha y Mikasa; uno de los sirvientes fue a decirle algo en voz baja a Zeke y este inmediatamente se dirigió a su hermano.