Doragon no ai - ドラゴンの愛 (EreMika Hiatus)

Atrapados

Eren y Armin fueron llevados a la oficina del Rey Erwin, después de explicarle todo lo que había sucedido el hombre se quedó en silencio frente a ellos, el lugar se llenó de una tensión abrumadora y los chicos sólo se miraban entre sí incómodos. 

-¿Te acompaña alguien Eren?.- preguntó el hombre después de un rato. 
-Floch y otro guardia. 
-Bien. Eren entiendo tus problemas con el joven Tybur y sé que no debía hablar de esa manera acerca de la Señorita Ackerman, sin embargo creo que tu respuesta fue excesiva, lo dejaste inconsciente y malherido por lo que tendrás una sanción. 

El castaño sólo asintió con la cabeza. 

-Estarás bajo arresto por tres días a partir de hoy, ya me arreglaré con Grisha, por el momento mandaré a uno de tus hombres para que le informe. 
-Pero padre.- interfirio Armin. -¿No crees que es demasiado un arresto?  
-Le estoy dando una reprimenda mínima Armin y como líder tengo que tomar decisiones objetivas, admito que Porco merecía un escarmiento pero sigo siendo responsable de lo que le pase mientras esté en mi reino. 
Al percatarse de que Eren lo había aceptado sin reclamos Armin también lo hizo, era su mejor amigo y le seguía pareciendo un poco excesivo pero estaba bien su padre tenía razón ya que de no hacer nada se metería en un gran problema con Marley. 

Luego de mandar encerrar a Eren, Erwin habló con Floch para que llevara una carta al Rey Jaeger dónde le explicaba la situación, le pidió que fuera lo más discreto posible y que no diera explicaciones a terceros para evitar algún escándalo; el pelirrojo hizo exactamente lo que le ordenaron y entregó la carta a Grisha quién a pesar de estar molesto lo tomo con calma escribiendo de vuelta diciendo que entendía la situación y pidiendo que permitieran a los guardias esperar en Liberio hasta que el Prince Jaeger pudiera volver.  
Por su parte Eren, a pesar de su situación, esperaba poder aprovechar el tiempo que tenía primero para pensar a fondo toda su plática con Armin y segundo para hablar con los Reyes acerca de lo que pasaba en Hizuru y de las sospechas de Kenny. 

En su segundo día de arresto se le permitió hablar con Hange ya que Erwin estaba ocupado, a ella le contó lo que ocurría, la desconfianza que comenzaba a crearse entre las naciones aliadas y todo el caos que temía podría avecinarse, la mujer lo tomó con calma y tranquilamente le dijo. 

-Ya lo veía venir y lo entiendo Eren, después de todo Liberio no ha sufrido algo grave, eso me alegra y al mismo tiempo me preocupa… No importa, pronto arreglaremos este malentendido. 

Al verla hablar tan segura el ojiverde se apaciguó, le preocupaban los otros reinos tanto como le preocupaba el suyo y era por eso que no podía permitirse quedarse de brazos cruzados. 

Después de eso su tercer y último día de arresto pasó rápido, Armin se encargó personalmente de llevar sus alimentos y se quedó un rato para charlar haciendo bromas y comentarios sobre su situación como "Oye Eren siempre supe que te vería en una prisión pero nunca me imaginé que en la de mi hogar." A pesar de que su mejor amigo lo hacía para molestarlo en realidad Eren se sentía feliz porque le recordaba a los viejos tiempos en que nada malo pasaba a su alrededor, cuando era un adolescente que no se preocupaba por nada más que el mismo. Además de eso también tuvieron la oportunidad de hablar de todo lo que había sucedido en poco tiempo, ambos hablaron de las chicas que los tenían encantados y todas las nuevas emociones que estaban experimentando; Armin gustaba demasiado de Annie y Eren estaba loco por Mikasa a quien extrañaba desde el primer minuto que estuvo lejos. 

Al fin llegó el día de su liberación, el Rey Fritz lo mandó llamar a su oficina pero antes de eso su mejor amigo le ofreció su habitación para que pudiera darse un baño y cambiarse de ropa, el castaño accedió pues ya lo necesitaba y al terminar se dirigió hasta el lugar indicado ahí se encontró con que Hange y Armin también habían sido llamados a lo que parecía ser una reunión.