Planes

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Después de su charla Levi regresó al castillo, sin darse cuenta pasó un buen rato hablando y consolando a Pieck, la había dejado en los jardines a ella le gustaba estar ahí y él se dirigía a la oficina de su tío Kenny hasta que en uno de los pasillos encontró a Kiyomi. 

-Abuela, buenos días. 
-Buen día querido.- saludo sonriente la mujer, algo bastante extraño. 
-Pareces feliz.- habló desconcertado el joven. 
-Lo estoy, no quiero que pienses que te espiaba o algo similar pero, te vi con Pieck en los jardines y quiero que sepas que me alegró mucho saber que están intentándolo.
-¿A qué te refieres?
-Pues a su nueva relación, veo que al fin están tomando en serio el hecho de que serán marido y mujer.- sonrió victoriosa. 
-Abuela creo que estás malinterpretando las cosas.- tomó un respiro y siguió. -Yo aprecio a Pieck porque es una amiga pero sólo eso, tú sabes que a la que amo verdaderamente es Frieda Reiss. 

La expresión de Kiyomi cambió completamente al escuchar eso, su sonrisa se esfumó dejando sólo una mueca y una de sus cejas se arqueó, además en su mirada apareció una chispa de molestia que se reflejó en sus oscuros ojos. 

-Levi ¿Por qué tienen que complicarlo todo?.- soltó fríamente provocando que el pelinegro se tensara. -Eres igual a Kenny, ambos gobernados por sentimientos inútiles. Tu padre ha sido el único con el que no tuve problemas aunque bueno fue afortunado de estar comprometido con Kuchel, la mujer que amó desde niño.- se relajó para luego volver a su seriedad. -Aún así estoy segura de que Eiji habría aceptado sin protestar a cualquier otra, no como ustedes. 
-No puedes culparnos por amar a alguien, los sentimientos no son inútiles como dices.- dijo Levi con la mirada en el suelo. 
-Para nosotros lo son...- Kiyomi se acercó al joven y lo tomó delicadamente de la barbilla haciendo que levantara la cara. -Querido tienes mucha suerte de ser el heredero al trono pero también tienes la gran responsabilidad de pensar en todo un pueblo antes que en ti, ya te lo había dicho antes.- lo soltó y dio un par de pasos. -A Kenny, a ti, les otorgue la libertad de disfrutar un poco con la persona que quisieran antes de concentrarse de lleno en sus obligaciones, tu tío quiso aprovecharse de eso y cometió graves errores que costaron una vida así que espero que tú sigas por el camino que hasta ahora has elegido y te saques a Frieda Reiss de la cabeza.- la mujer suspiró y comenzó a avanzar susurrando algo. -Tengo la esperanza de que Mikasa sea más inteligente y no se emocione tanto con el joven Jaeger.  

Levi se quedó pasmado al escucharla y mientras observaba a su abuela alejarse muchas preguntas se formularon en su cabeza.
¿Qué pretendía al decirme todo eso?, ¿Por qué sentí como una amenaza lo que habló del tío Kenny?, ¿Una vida, no fue lo que me dijo él mismo? Alto hay algo más importante, a menos que haya escuchado mal ella sabe lo de Mikasa y Eren pero ¿Cómo?  

Reaccionó justo antes de perder de vista a Kiyomi; él estaba enterado de que la mujer ya tendría un plan para asegurar el futuro de su hermana pero jamás imaginó que estuviera al tanto de sus relaciones personales, no había manera, iba a seguirla para hablar sobre eso pero una voz masculina lo detuvo. 

-Levi, al fin te encuentro. 
-¿Eh? ¿Jean qué quieres? 
-El comandante Kenny me mandó a buscarte, ya te has perdido mucho de la reunión, los Jaeger ya han llegado y traen nueva información.
-No puedo ir ahora, necesito hablar con mi abuela. 
-Dudo que la Señora Kiyomi pueda atenderte.- habló dudando el más alto. 
-¿De qué hablas? 
-Seguramente estará ocupada, recuerda que hoy vienen los Mizuno. 
-¡Maldición lo olvidé! Aún si pudiera dudo que ella quiera decirme algo… Tengo que advertirle a Mikasa o en todo caso a Eren.- dijo en voz baja. 
-Levi ¿Te encuentras bien? Pareces preocupado y estás hablando… solo. 
-Estoy bien, vamos Jean o se enfadarán con nosotros. 

Desde el día anterior a Mikasa se le había avisado de la visita de los Mizuno así que ya se encontraba lista para recibirlos junto a su abuela, salió de su habitación y bajó las escaleras para ir al jardín principal donde los esperarían, llegó justo a tiempo. Después de saludarlos y como era costumbre Majime y Kiyomi se fueron directamente a su oficina para hablar de sus asuntos y dejaron ahí a los jóvenes hermanos con la Princesa, ella los atendería tal y como su abuela se lo había ordenado; caminaron por casi todo el castillo hasta que decidieron quedarse en una área dónde había algunas bancas para descansar y justo enfrente un pequeño estanque, habían tenido una charla en la que Mikasa trataba de ser lo más precavida posible pues estaba consciente de que recientemente habían perdido a su padre, sin embargo los gemelos parecían indiferentes como si eso no hubiera pasado, Sai hablaba y reía con normalidad  y Yuki era tan serio como el día que se conocieron, viviendo en su mundo. 

Doragon no ai - ドラゴンの愛 (EreMika Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora