Mentira o realidad

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-Majestad, mis soldados y yo hemos venido aquí para llevar a enjuiciar al joven Eren Jaeger, al que se le acusa de ser, en complicidad con la Señora Hange Fritz, el autor intelectual del asesinato de Porco Tybur…  

Después de esa delicada noticia y tan grave acusación las cosas en el castillo fueron realmente un caos, nadie podía creer lo que el Rey Erwin estaba diciendo, en especial la Reina Carla quien inmediatamente salió en defensa de su hijo, Eren por su parte parecía estar en shock pero nadie estaba seguro si por el crimen que le achacaban o alguna otra cosa que le preocupará. 
Hubo un gran revuelo pues los Jaeger se negaban completamente a que el más joven de ellos fuera aprisionado sin tener certeza de que era culpable, sin embargo todo fue aún más complicado cuando el Comandante Pixis, de Liberio, aseguró que tenían las pruebas que necesitaban. 

Al ser parte de la misma alianza por supuesto que los Ackerman también se veían involucrados en ese aparatoso problema, ellos tomaron el control de la situación como siempre solían hacerlo para facilitar las cosas, propusieron discutirlo en privado y hacer un interrogatorio al sospechoso así que los líderes se dirigieron hasta una parte alejada en el palacio dónde se rodearon de guardias y prohibieron la entrada a todas las personas hasta haber obtenido algo útil, incluso a los príncipes y princesas dentro del reino. 

Mikasa había presenciado todo y ahora estaba desesperada, observó cómo los soldados de Liberio tomaban a Eren como si fuera un criminal y lo llevaban mientras él lo permitía sin poner resistencia, con una expresión desgarradora. Sus miradas se habían encontrado por un momento a la distancia y la pelinegra podía jurar que sus ojos verdes se veían exactamente igual a los de un animal herido que clama en silencio por su manada buscando consuelo y ayuda, sin embargo sabía que era ella a quién Eren llamaba. 
Después de ver todo eso salió en busca de Armin que no había estado presente y seguramente no tenía idea de la escandalosa llegada de su padre, preguntó a algunos sirvientes sobre el paradero del jóven, nadie sabía exactamente dónde se encontraba hasta que uno de ellos le informó que lo había visto en la biblioteca, corrió hasta allí sin importarle nada y lo halló hurgando entre algunos escritos. 

-¡Armin!.- gritó al borde de las lágrimas. 
-¿Mikasa?, ¿Qué sucede? 
-El Rey Erwin llegó junto a su guardía real, dijo que asesinaron a Porco y está acusando a Eren de eso… Además piensa que Hange también está involucrada. 
-¿¡Qué!? Mi padre… ¿Dónde está? Tengo que hablar con él. 
-Sé fue junto a los demás líderes a la parte noroeste del castillo y piensan prohibir la entrada a cualquier otra persona, hasta a nosotros. 
-Iremos de igual forma si no consigo entrar lo esperaré, tengo qué saber exactamente qué pasó.- el ojiazul dió unos pasos hacía la salida.
-Armin...- lo detuvo. -Estoy muy preocupada… Yo estoy segura de que Eren no lo hizo pero los soldados de tu nación dijeron que tenían pruebas en su contra.- declaró con la mirada gacha.
-Tranquila aclararemos esto, acompañame. 

Entre tanto los reyes habían acordado que Erwin y Kenny serían los encargados del interrogatorio para Eren mientras que los demás se enteraban de todo lo sucedido y las supuestas pruebas encontradas. 

-Eren, la última vez que la Señora Hange estuvo aquí hablaste en privado con ella ¿O no?.- preguntó el rubio. 
-¿Por qué no la llama Hange como suele hacerlo? 
-El Rey Fritz te hizo una pregunta mocoso.- regañó Kenny. 
-Sí, hablé con ella. 
-Ya veo, ¿De qué fue su charla? 
El ojiverde alzó la mirada para contestar. -Fue sobre Porco Tybur. 
-Bien ¿Qué le pediste a la Señora que hiciera por ti? 
El castaño recordó sus palabras exactas.

-Hange asegúrate del estado de Porco Tybur, ya sabes con total discreción, ocupa a tus hombres más confiables por favor… Por el momento yo no puedo enviar a nadie, sería muy evidente. 

Doragon no ai - ドラゴンの愛 (EreMika Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora