Doragon no ai - ドラゴンの愛 (EreMika Hiatus)

Aguas turbulentas

Habían pasado unos minutos de silencio incómodo, ninguno de los cuatro jóvenes se atrevía a decir una palabra o siquiera mirarse, todos querían salir corriendo sin tener que dar explicaciones pues no encontraban la manera de hacerlo ya que todo estaba claro y al mismo tiempo era confuso. 

-Basta de esto, Mikasa a mi realmente me gusta Jean.- se animó a hablar Pieck dejando a todos sorprendidos. -Fue repentino pero cuando me sentía más sola que nunca él lo cambió todo, estoy consciente de que tengo un compromiso con tu hermano pero sabes que eso está completamente arreglado.
-Tranquila Pieck, no voy a juzgarte lo entiendo, hablemos a fondo después ¿De acuerdo?.- Mikasa parecía más relajada. -Esta situación es muy embarazosa y realmente no quiero que nos veamos obligados a dar explicaciones…
-Yo sí quiero una explicación.- interrumpió Jean mientras observaba al ojiverde. 

Eren pudo sentir la presión en aquella mirada así que volvió a su habitual postura intimidante para responder. 

-Yo te daré lo que buscas Kirschtein.- su voz sonaba más ronca y seria que antes. -La princesa Mikasa y yo tenemos una relación amorosa.- declaró con total seguridad.
-¿Esto es una broma?, Tú el mismo Eren Jaeger que conozco me está hablando de una "relación amorosa".-  cuestionó el más alto divertido mientras las dos chicas sólo presenciaban todo asombradas. 
-Entiendo que no me creas debido a la fama que me he creado y la última conversación que tuvimos.- suspiro Eren. -Pero se lo dije a Levi y ahora te lo digo a ti, quiero estar con ella de verdad, no me importa nada más que eso. Sé que quieres cuidarla y que no confías en mí, no te pediré que lo hagas pero al menos cree en mis sentimientos hacía ella. 

Hubo un corto mutismo, Jean no quería aceptarlo pero podía sentir la sinceridad en sus palabras, quizás Eren fue un embustero en su momento pero desde hace un tiempo se notaba un cambio indiscutible sobre él. 

-No me agradas Jaeger pero yo no decido por Mikasa, si ella lo quiere está bien, aún así no bajaré la guardia contigo.- Jean resopló y luego dirigió su mirada a las chicas. -Lo siento.- dijo sin más. 
Ambas quedaron desconcertadas y fue Pieck la que preguntó. -¿Por qué te disculpas? 
-Es que si esto no hubiera pasado yo no habría tenido el valor de decir lo que estoy apunto de decir.- contestó nervioso esquivando la mirada de las tres personas con él. -Mikasa creo que es momento de aclarar lo que te dije hace unos días justo en este lugar...

La princesa lo recordó "yo tenía algo que confesarte pero las cosas han cambiado, resulta que me di cuenta de que estaba equivocado, me dejaba llevar por un capricho egoísta…" miró al joven esperando una respuesta mientras arqueaba ligeramente una de sus cejas. 

-Mikasa, yo confundí el gran cariño que te tengo con amor y lo mezcle con la atracción que sentía por ti. Me cegué por cosas superficiales y no presté atención a nuestra amistad, estuve a punto de pelear con Eren, fui un completo idiota... Quería confesar ese falso enamoramiento hasta que comencé a convivir con Pieck.- observó sonriente a la joven de cabellos largos. -Todo se siente diferente con ella, tal vez se pueda considerar un error lo que hacemos pero afrontaré las consecuencias. 
-Agradezco la honestidad pero como dije yo no necesito explicaciones Jean, será mejor que hablen con Levi… Y sobre lo otro no tengo mucho que decir, es bueno que ahora podamos priorizar nuestra amistad y evitar enredos.
Los jóvenes siguieron charlando en un ambiente menos pesado sobre el penoso momento en que se encontraron unos pocos minutos hasta que Ymir apareció en el lugar, era tarde y los Jaeger debían marcharse ya que aún tenían asuntos que discutir entre ellos.

Al llegar a su hogar Eren se llevó dos grandes sorpresas, primero Zeke estaba completamente recuperado y segundo los dos mayores de los hermanos Grice estaban en Hizuru, ellos eran buenos amigos y aunque le alegraba verlos el motivo de su visita no era nada bueno. 
Grisha había preparado una reunión de toda la familia incluidos los Bott y los dos jóvenes Grice para informarle lo que había ocurrido durante su ausencia; esperaron unos minutos en silencio, el ojiverde no entendía qué pasaba había preguntado a Ymir y Zeke pero la respuesta era la misma "Paciencia, ya lo escucharás". Estaba tan inquieto que su pierna comenzó a moverse sola y la silla en que reposaba le parecía incómoda, todos a su alrededor tenían una expresión seria en el rostro indicando que algo no iba bien, su paciencia estaba a punto de llegar al límite cuando al fin su padre habló llamando la atención de los presentes.