Fuerte princesa

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El reino de Hizuru celebraba una muy importante fiesta en la que se reunían habitantes del pueblo y nobles de otras tierras, al fin después de 18 años la familia real, los Ackerman presentarían a la princesa públicamente la cual no había sido vista por nadie fuera del castillo. Era una tradición de esas tierras el hecho de no presentar a las chicas de la realeza hasta que tuviesen la mayoría de edad y siempre se causaba gran polémica y especulaciones cuando al fin llegaba el momento. Lo único que la gente de fuera sabía es que su nombre era Mikasa, gente que había visitado el reino o trabajaba ahí aseguraba que la princesa era la chica más bella de toda la nación sino es que de todo el mundo, hecho que aumentaba la curiosidad de los visitantes.  

Entre los invitados más importantes se encontraban la familia Reiss que era la máxima autoridad de Marley, la familia Fritz encargada de Liberio y la familia Jeager la realeza de una isla un poco más alejada pero no menos importante llamada Paradis. Esas tres junto a Hizuru eran las naciones aliadas más poderosas de todo el mundo y es que cada una tenía algo especial.   

Marley era la tierra de poderosos hechiceros capaces de crear conjuros que acabarían con la población de una nación entera. Liberio poseía el poder de los Titanes, es decir, la gente de ahí podía transformarse en seres enormes que alcanzaban hasta los 50m de altura pero todo dependía de su poder ya que algunos tenían habilidades que los hacían especiales mientras que otros simplemente contaban con su fuerza bruta. Paradise era el hogar de cambiantes de forma, o en otras palabras, personas que se podían convertir en peligrosos y poderosos dragones. Por último Hizuru que a simple vista parecía ordinario pero en realidad su gente poseía una fuerza inimaginable comparable con la de los Titanes de Liberio, una resistencia física increíble, además de una extraña inmunidad a los hechizos de cualquier tipo y experiencia en batalla tanto física como armada envidiable, se podría decir que era casi imposible causarles daño.  

Kiyomi Ackerman era el miembro de más edad de la familia real y la encargada de Mikasa y su hermano mayor Levi, ya que su madre Kuchel había muerto años atrás cuando Mikasa sólo era una niña. Su padre de nombre Eiji hijo de Kiyomi, desde ese momento no había sido el mismo y se había refugiado en su trabajo, de alguna manera eso los había ayudado ya que ahora mantenía más relaciones pacíficas con el resto del mundo pero también los afectaba pues estaba totalmente alejado de sus dos hijos. 
En el momento en que Kuchel murió 
Levi sólo era un adolescente que había quedado destrozado ya que era muy apegado a su madre, a ese dolor que tenía se le sumó la lejanía de su padre e hizo que se refugiara en el duro entrenamiento que su tío Kenny le ofreció y en cuanto pudo su pequeña hermana también se unió. Kenny era realmente estricto en sus entrenamientos pues él había preferido unirse a su ejército que ser el próximo Rey dejándole el puesto a su hermano menor Eiji. 

Levi y Mikasa se habían convertido en los mejores alumnos que pudo tener Kenny, no sabía si era por su linaje de Ackerman o simplemente por todo el dolor que tenían guardado pero definitivamente los dos príncipes eran el arma más peligrosa y mejor guardada de Hizuru.   

A Mikasa se le había pasado el tiempo volando, salió de su habitación a eso de las 6:00 am para ejercitarse y después entrenar con su arco en la parte trasera del castillo, lo que para ella habían sido minutos en realidad eran horas y sólo se dió cuenta cuando su sirviente y amiga Sasha salió a buscarla apresurada para ayudarla a arreglarse ya que había comenzado la fiesta.  

-La Reina nos va a matar, bueno probablemente a ti no pero a mí seguro que me castiga.- decía la chica castaña mientras arreglaba el atuendo de la princesa. 
-Sasha no te preocupes, hablaré con mi abuela y le explicaré lo sucedido.- Mikasa no se veía tan emocionada por la fiesta en su honor, en realidad a ella no le importaba relacionarse con más personas. Sus únicos amigos eran su hermano Levi, Sasha y un chico un par de años mayor que ella hijo de sirvientes del castillo que a la fecha se había convertido en el Subcomandante del ejército de Hizuru, su nombre era Jean. Cuando terminaba de arreglar su cabello la puerta de su habitación se abrió y Kiyomi entró con una expresión sería. 

-Ya no puedo retrasar más tu presentación, es increíble cómo te tomas esto a la ligera Mikasa.- la estaba regañando. 
-Lo siento abuela.- la chica agachó la mirada. 
-La culpa la tiene tu tío Kenny, le dije que los entrenamientos no eran necesarios para ti. Eres la princesa,no un soldado, debes comportarte como tal. Tienes cinco minutos para salir.- terminó de hablar y salió de la habitación. Kiyomi jamás estuvo de acuerdo en que Mikasa tomará la formación militar ya que según ella la princesa estaba para ser cuidada y siempre debía lucir delicada y dulce "Esa clase de cosas son para hombres" fueron las palabras de la mujer cuando su nieta comenzó con eso.  

Al fin la chica salió de su habitación y su abuela tomó su brazo para caminar hacía el salón de baile donde las esperaban. 
-Tu padre y tu hermano ya están listos, es momento de que tú apliques todo lo que te enseñé sobre cómo ser una verdadera princesa.- ella sólo asintió con la cabeza y no se hablo más hasta la llegada al salón. 

"...la princesa de Hizuru"fue lo único que escuchó al llegar y las puertas de la gran habitación se abrieron dejando ver una excelente decoración y cientos de personas observándola todos impresionados con su belleza, tenía rasgos sumamente finos, su piel pálida hacía juego perfecto con su cabello negro y ojos grises pero había algo que llamaba demasiado la atención, una pequeña cicatriz en su pómulo derecho que se había hecho en uno de los entrenamientos con espadas, ese pequeño detalle perfectamente imperfecto fue lo que terminó de volver locos a los invitados que inmediatamente comenzaron a reverenciar a Mikasa.  
Al llegar justo al centro del salón la música comenzó a sonar y su padre se acercó a tomar su mano, la tradición también decía que el rey debía proporcionarle su primer baile a la princesa, después de unos minutos el baile continuó pero ahora con su hermano que le dió una sonrisa en cuanto la vio. 

-Bienvenida a las fiestas aburridas.- dijo Levi acercándose a su oído cuando la música terminó. Ya era hora de sentarse en su lugar del trono junto a su familia y observar la fiesta o eso pensaba que haría pero en realidad Kiyomi le presentaría a las familias aliadas pues pensaba que ya era hora de que su nieta menor se involucrará en asuntos reales. 

Doragon no ai - ドラゴンの愛 (EreMika Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora