c. 16
DRACO CAMINABA CON ANSIAS POR EL AMPLIO SALÓN DE GRIMMAULD PLACE. Daba vueltas desesperado como un león enjaulado, exasperando a Harry quien trataba de concentrarse en la lectura de "El Profeta", pero le era imposible con el revoloteo del rubio a su alrededor.
"¡Malfoy, por Dios! Quédate quieto un momento, siéntate, ve a la cocina y toma un vaso de agua o de algo más fuerte, pero deja de rondar por esta sala. ¡Me tienes al borde!"
"Eso es lo de menos, Potter y lo sabes", le respondió altanero. Antes, ese hubiera sido el inicio de una pelea entre ellos, pero hacía muchos meses que sus relaciones eran cordiales. Nunca serían amigos, pero al menos se toleraban.
"Cuando Hermione e Irene entren por esa puerta habrás hecho un hoyo tal, que solo te verán el pelo", le dijo Harry con ironía.
Malfoy ignoró la broma. Estaba nervioso y no lo podía negar. Hermione e Irene habían pasado fuera de Gran Bretaña durante año y medio. En los meses siguientes al nacimiento de la niña, la guerra había recrudecido tanto que la Orden tomó la decisión de que Hermione y su hija se fueran una temporada a Canadá, donde ahora residían sus padres. Después del primer indicio de peligro, Draco consideró que lo sucedido no era tan grave como para tomar medidas drásticas, pero luego pudo palpar el peligro con sus manos y siempre era preferible una separación temporal a la posibilidad de perderlas para siempre.
Para tranquilidad de Harry, se sentó en uno de los sillones de la estancia, sumido en sus pensamientos y recuerdos. Harry levantó sus ojos del periódico un momento, pero al verlo tan abstraído decidió permanecer en silencio y continuar con su lectura.
Draco recordaba la primera señal de alarma.
Solo habían pasado tres meses del nacimiento de Irene, cuando Voldemort volvió a ensañarse con Potter y sus amigos. Pero Draco no lo supo a cabalidad hasta que las órdenes del Lord Oscuro estaban a medio andar, ya que jamás comentaba sus planes más importantes en las reuniones donde estaban todos los mortífagos. A veces los más jóvenes son los más imprudentes para mantener los secretos de las misiones, repetía Voldemort. Otras veces solo los involucrados en la misión la conocían, así si alguna información se filtraba a otros, sabía dónde comenzar a buscar al soplón.
El primer susto se lo llevaron Hermione y la Sra. Molly durante sus compras en el callejón Diagon. Ese día, Hermione necesitaba adquirir una túnica nueva para sus estudios en San Mungo, por lo que se dirigieron al establecimiento de la Sra. Malkin a buscarla. Estando allí, se percataron que la siempre amable vendedora actuaba bastante extraña. Se movía nerviosamente por el establecimiento mostrándole a las dos mujeres diferentes tipos de túnicas, menos la que Hermione necesitaba.
"Así que tuviste un bebé, Hermione", le dijo "Te has recuperado bastante bien, no se te nota que hayas estado embarazada"
"Gracias, Sra. Malkin", le respondió, viendo como la mujer dirigía nerviosamente la vista hacia la parte trasera de su negocio.
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TRAZANDO EL DESTINO, dramione
Fanfiction𝐓𝐄𝐃 | En donde Hermione está embarazada en medio de la guerra. "Cuando esta locura pase, tendremos más hijos y envejeceremos juntos rodeados de nietos..." "Solo prométemelo", le pidió anhelante. "Te lo prometo, Hermione". ^^^ historia concluida h...