c. epílogo
Noviembre de 2011
EL AUROR HARRY POTTER ACABABA DE FINALIZAR SU CLASE DE DEFENSA CONTRA LAS ARTES OSCURAS Y SUS ALUMNOS ESTABAN SALIENDO DEL AULA. Había llegado a un arreglo con la nueva directora de Hogwarts, Minerva McGonagall, de que todos los años impartiría dos semanas de clases durante el primer trimestre de estudios, en apoyo al profesor de DCAO. Minerva había tomado la dirección del colegio cuando Albus decidió retirarse por lo avanzado de su edad. Y todos los pequeños habían estado emocionados de recibir clases de la leyenda viviente llamada Harry Potter.
Poco a poco los alumnos salieron del salón de clases, dejándolo solo, mientras levitaba las colchonetas y todo lo que habían utilizado en la clase, para que quedara ordenado para el día siguiente. Las dos semanas se habían pasado bastante rápido y era su último día en el castillo y como siempre, estaba con los sentimientos encontrados: por una parte, deseaba quedarse, como en sus tiempos de estudiante y por otra, deseaba volver a casa donde le esperaba Ginny con los niños.
Abrió la puerta y alcanzó a ver que Irene Malfoy y Alexandré Weasley avanzaban juntos por el pasillo. Platicaban y se sonreían el uno al otro, y Harry no pudo evitar sonreír al verlos. Los niños habían sido muy unidos desde que estaban en pañales y aunque Alexandré, el hijo mayor de Bill y Fleur, era solo ocho meses mayor que Irene, haber nacido en junio le significó irse a Hogwarts un año antes que la primogénita Malfoy.
Como toda una Malfoy, Irene se tragó la decepción y la tristeza de ver partir a su mejor amigo. Solo sus padres, Harry y el propio Alexandré fueron conscientes de la frustración de Irene, quien no quiso siquiera ir a la estación King Cross a despedirlo. Sin embargo, la primera carta de Alex llegó justo al día siguiente, anunciando orgulloso que era un Gryffindor al igual que su padre. Y a partir de ese momento, las cartas fueron y vinieron con una frecuencia que dejó asombrados a los padres de los chiquillos, y agotada a la pobre lechuza de los Malfoy.
La amistad no menguó con la distancia y el siguiente año, finalmente habían podido partir juntos hacia Hogwarts. Que Irene fuera enviada a Slytherin sin que el sombrero seleccionador se lo pensara mucho, tampoco fue sorpresa para nadie. La chica tenía las cualidades de carácter del padre. Si bien era mucho menor que en la época de sus padres, la rivalidad de casas persistía. Pero que Alex fuera un Gryffindor e Irene una Slytherin no interfería en nada con su amistad y quienes los conocían, sabían que era más probable que Hogwarts eliminara el sistema de casas, a que ellos se pelearan por estar en casas rivales. La división de casas simplemente no se aplicaba entre ellos.
Como su padrino, Harry siempre había permanecido cerca de Irene, y aunque él y Draco nunca se habían hecho amigos confidentes, la cordialidad se había impuesto entre los dos hombres. Muchas de las diferencias permanecían, pero la guerra les había hecho comprender que había cosas mucho más importantes que continuar con pleitos de críos.
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TRAZANDO EL DESTINO, dramione
Fanfiction𝐓𝐄𝐃 | En donde Hermione está embarazada en medio de la guerra. "Cuando esta locura pase, tendremos más hijos y envejeceremos juntos rodeados de nietos..." "Solo prométemelo", le pidió anhelante. "Te lo prometo, Hermione". ^^^ historia concluida h...