024

3.6K 246 22
                                    

c

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

c. 24

SEVERUS SNAPE SE APARECIÓ SIGILOSO EN LAS AFUERAS DE MALFOY MANOR Y SU OSCURA FIGURA SE PERFILÓ HACIA EL CAMINO QUE DIRIGÍA A MALFOY MANOR. Antes de salir de Hogwarts había convenido con Dumbledore de que le darían un tiempo prudente para lograr localizar a Draco, saber lo que estaba pasando y prepararse para luchar desde el interior, resquebrajando las fuerzas de los mortífagos.

Pero para Snape, lo más importante era moverse con la astucia suficiente para quedar en el bando ganador. Sin importar cuál fuera. Prefería el bando de la luz. Eso era definitivo. Pero era un Slytherin, después de todo. Y el pellejo propio iba primero en la lista de prioridades. Lo demás... Pues era lo demás.

El ancho camino de gravilla se extendía frente a él. Aun en la oscuridad se miraba imponente y regio, hasta llegar a una alta verja de hierro forjado con el escudo de los Malfoy al frente. Como una antesala magnífica de la mansión que se encontraba después de flanquear esa entrada.

Iba con su varita lista, ligeramente apretada entre sus dedos que se movían nerviosos. No era la primera vez que hacía eso: colarse serpenteando entre sus "colegas" mortífagos para socavarles las defensas desde adentro, pero atrás de su máscara de impasibilidad siempre había nervios y mucha tensión, que había aprendido a controlar desde que era un niño y se defendía de los abusos de su padre. Aparentar que no dolía y que no sentía había sido su mecanismo de defensa desde niño. Gracias 'padre', pensó con ironía si es que tengo algo que agradecerte, maldito bastardo.

Sus pisadas sonaban duras y seguras en la gravilla. Por mucha tensión que sintiera, sus pasos siempre eran recios. Tanto que muy pronto pusieron en alerta a McNair que cumplía con un turno de vigilancia esa noche.

"¡Revélate!", Le exigió el mortífago, escondido atrás de la verja.

"Severus Snape", respondió en un susurro.

"No se te espera esta noche", le dijo McNair un poco aprehensivo porque un sencillo error como dejar pasar a alguien sin autorización podía significar la muerte a manos de Voldemort.

"No, pero tengo información importante que dar al lord", le explicó.

"¿Sobre Dumbledore?"

"No tengo por qué decirte nada a ti, mucho menos revelártelo antes que al señor tenebroso. Él decidirá si te lo cuenta después", le replicó con ironía.

McNair bufó molesto, pero también sabía que no había mortífago más hermético que Snape y por eso el lord lo tenía como uno de sus mejores hombres. En él depositaba

Mucha confianza. Los demás tenían sus dudas sobre él. Con reticencia y rogando a todos sus dioses que no llegara con doble intención, McNair lo dejó pasar.

Snape ya estaba adentro.

"¡KILBY!", LLAMÓ DRACO CON VOZ FIRME TODAVÍA EN LA CELDA. CON UN SUAVE "POP", EL ELFO DOMÉSTICO SE APARECIÓ.

TRAZANDO EL DESTINO, dramioneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora