Verlo ahí, tan feliz, lo enfermaba.
Ya habían pasado algunas semanas de que había terminado con Jaemin y no lograba que nada lo animara.
Estaba tan irritable y enojado todo el tiempo, que apenas se las arreglaba para que su familia no lo notase y nadie preguntara nada.
Pero ¿Taeyong?
Taeyong estaba más que bien.
El muchacho estaba como si nada, como si nada afectara su perfecta vida y estabilidad.
Todos los días llegaba y se sentaba junto a él, besaba su mejilla y se apoyaba sobre su hombro para hablar y hablar sobre su día.
Luego Jeno tenía que llevarlo a casa, y eso era todo.
Tenía que ir a lidiar con su mal humor por sí mismo, y eso no era para nada justo.
No sabía con quién hablar sobre ello, pero había decidido que no tenía por qué soportarlo, y no había nadie mejor para descargar su ira, que el motivo de la misma.
Ese día no era diferente.
El mayor estaba junto a él en una de las bancas al aire libre, importándole poco el frío clima y la posible lluvia que amenazaba con caer, jugueteando con una botella de burbujas que Jeno había conseguido para él la tarde anterior.
Ni siquiera estaban juntos cuando la compró.
Solamente la vio, se acordó de él y...
- Debo ir a casa – anunció tomando sus pertenencias.
- Pero las clases aún no acaban – dijo el otro soplando un poco más - ¿quieres que vaya contigo? –
- No –
Taeyong se detuvo para mirarlo seriamente.
- ¿Estás bien? –
- No – negó – Taeyong, creo que debemos dejar de hablar –
El mencionado abrió la boca sin emitir ninguna palabra y frunció el ceño.
- ¿Perdón? –
- No deberíamos... -
- Escuché – se cruzó de brazos y sonrió retador - ¿sólo así? –
- Sólo así –
El timbre que anunciaba el retorno a clases sonó a lo alto, comenzando a despejar los jardines de estudiantes, dejando al par solo.
- ¿Y por qué es eso? –
- ¿En serio preguntas? – rió sin diversión – esto no tiene ningún sentido, nosotros ni siquiera somos amigos en verdad, tú sólo... -
- ¿Sólo? –
- Sólo quieres que esté aquí, contigo, siempre a tu disposición y yo no obtengo ningún beneficio de esto –
- Por favor... -
- Lo digo en serio, yo no estoy recibiendo nada a cambio, solamente veo como todo se va de mis manos y logro tener un momento para poder sentirme mal de alguna forma antes de tener que volver a ti y tener que darte todo –
- Lo dices como si te forzara –
- Sé que sabes que no puedo negarme a nada, no contigo –
- ¿Y eso es mi culpa? –
- No sé, yo... - miró sus manos - ¿ves lo que te digo? Ni siquiera sé que está pasando conmigo –
- Puedo ayudarte – dijo acercándose a él, comenzando a acariciar su cuello con los dedos.
- No, Tae. No puedes –
- Vamos, pide lo que sea – besó su mejilla – no deberías estar tan tenso, bebé –
- No me llames así – pidió alejándose del tacto – no es apropiado –
- ¿Y quién lo sabrá? ¿tu novio? –
- Como si no supieras que terminamos –
Taeyong jadeó incrédulo.
- Yo... no sabía, lo siento –
- Claro –
- De verdad, ¿cuándo sucedió? –
- Casi un mes, pero al parecer no soy suficientemente importante para que lo notes –
- No digas eso – tomó su mano - ¿por qué terminaron? –
- ¿Cómo puedes ser tan cínico? – preguntó alterándose – sabes que es por ti –
- ¿Lo hiciste porque te lo pedí? –
- Lo hice porque no puedo sacarte de mi cabeza – apretó los ojos – es como si fueras lo único que está ahí siempre y, cuando me doy cuenta, estoy haciendo algo que nunca haría solamente porque me lo pediste –
- Jeno... -
- Sólo déjame irme ¿sí? Yo resolveré esta mierda solo, pero por favor, deja que me vaya –
- Yo no te estoy deteniendo –
El menor lo miró en silencio y asintió.
Taeyong se acercó lentamente hacia él, ignorando los pequeños balbuceos que salían de su boca en intentos de detenerlo.
Lo besó.
Lo besó con tantas ganas, que casi podía pasar desapercibida la agresión con la que era correspondido.
Jeno tomó su rostro con ambas manos, atacando con fuerza la boca del mayor, mordiendo y succionando con enojo, tanto como podía.
El otro se separó jadeante, tanteando su reacción antes de besarlo de nuevo.
De verdad quería comerlo.
Lo quería todo para él.
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Toxic
FanfictionA Jeno ya no le divertía nada su situación actual. El chico bonito al que había acompañado esa noche, bailaba sobre la mesa sensualmente. Todos los ojos brillaban sobre él, chicos y chicas se inclinaban en su dirección y extendían sus manos para tra...