- Déjame ver si entendí – dijo Sicheng, juntando sus manos – se besaron, mucho, luego viniste a casa y no volviste a hablar con él desde hace... ¿cuánto? –
- Dos semanas – contó mentalmente – más o menos –
- ¿Y por qué me lo dices ahora? –
- Porque quiero golpearme contra el pavimento cada vez que pienso en eso –
- Jeno... -
- ¿Qué debo hacer? – lloriqueó, pegando su espalda a su colchón – lo extraño mucho –
El mayor lo miró extrañado, juzgando totalmente su vulnerabilidad.
Pero no era momento para decirlo.
- ¿Por qué no lo llamas? –
- Porque él no me quiere – se acostó de lado – él no quiere estar conmigo, solamente quiere que esté con él –
- ¿Qué? –
- Es complicado – cubrió su rostro con ambas manos – solamente tiene alguna clase de capricho conmigo, estoy seguro de que si le correspondo va a encontrar algún otro idiota como yo y solamente va a dejarme por él, yo ni siquiera puedo pensar en eso sin que me duela el estómago –
- Oye – llamó el mayor - ¿estás enamorado de Taeyong? –
- Es horrible – murmuró – saber que puede jugar conmigo y aún así querer conseguir cada margarita en el mundo y plantarlas frente a su hogar para decirle cuanto... -
- Jeno – repitió con notable lástima.
- Estoy jodido, ya sé –
- Tal vez no es como lo piensas – se sentó a su lado – tal vez él realmente te corresponde –
- Por favor – negó – él tiene todo lo que quiere pero, tan pronto está en sus manos, se deshace de ello –
- Y ¿qué harás al respecto? –
- Olvidarlo – lo miró – no puedo hacer otra cosa que olvidarlo –
- ¿Y crees que eso te hará sentir mejor? – rió - ¿crees que siquiera exista la posibilidad? –
- Bueno, tengo que intentarlo –
- No creo que funcione –
- ¿Tienes una mejor idea? -
- ¡Sicheng! – llamaron desde el primer piso - ¿puedes venir un momento? –
Ambos menores se miraron extrañados y atendieron a la voz de Kun.
- ¿Qué sucede? - preguntó a su hermano quien lo miraba aturdido desde la puerta.
- Necesito que me expliques algo –
- ¿Qué...? –
Miró boquiabierto de asombro como un recién llegado entraba por el umbral de la puerta.
Casi no lo reconoce.
Se había cortado el cabello, traía ropa distinta y llevaba consigo un ramo de flores.
- Hola – saludó sonriente.
- ¿Yuta? – susurró sin aliento - ¿qué haces aquí? –
- Vine a hablar con tu hermano – señaló – quiero pedirle formalmente que me permita salir contigo. Si tú quieres –
El confundido chico se giró para ver sobre su hombro, escaleras arriba, a su entrometido sobrino quien asintió en su dirección
Se giró nuevamente hacia el par y continuó bajando escalón a escalón.
- Está bien – trató de articular sin temblar – Kun, este es Yuta –
- Eso veo – dijo divertido.
- Yuta, mi hermano –
- Un placer –
- Pasa por favor – invitó el mayor de los chinos – creo que tenemos muchas cosas que hablar –
- Gracias – miró a Sicheng y le extendió las flores – para ti –
El menor soltó una risita infantil y tomó su mano tímidamente para arrastrarlo dentro.
Al parecer sería un buen día.
Después de incontables horas, ambos pudieron al fin tener un momento de privacidad en el pórtico de la casa.
- ¿Cómo estuve? – preguntó el japonés esperanzado.
- No tenías que hacerlo – murmuró apenado.
- Pensé que eso es lo que querías –
- Me refiero a tu aspecto – lo señaló – cortarte el cabello, vestir diferente... -
- ¿Qué tal si no le agradaba a tu hermano? –
- Es a mí a quien debes impresionar – dijo acercándose para abrazarlo por los hombros – si a Kun no le gustaba tu apariencia, ese era su problema –
- ¿No te gusta cómo me veo ahora? –
- Siento que no eres tú – comenzó a jalonear el cabello de su nuca – que no te sientes cómodo –
El mayor suspiró pesado y lo apretó contra sí.
- Soy yo si estoy contigo –
El chino rodó los ojos divertido y besó su mejilla.
- ¿Entonces ya empezamos con estas cosas? –
- Todo depende – se encogió de hombros - ¿ya estamos saliendo? –
- Sería horrible de mi parte decir que no ahora –
- Pero ¿tú quieres? –
El chino lo miró decidido y asintió.
- Sí – besó brevemente sus labios – sí quiero –
Al fin pasa algo que no me hace enojar. Gracias, YuWin ❤️
Es todo por hoy, amores. Tengo tarea :(
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Toxic
FanfictionA Jeno ya no le divertía nada su situación actual. El chico bonito al que había acompañado esa noche, bailaba sobre la mesa sensualmente. Todos los ojos brillaban sobre él, chicos y chicas se inclinaban en su dirección y extendían sus manos para tra...