Había perdido una batalla, pero no la guerra.
O eso quería pensar.
Tan sólo de imaginar las horribles reprimendas que recibiría por parte de su tío en cuanto le contara lo ocurrido, hacía que su estómago doliera.
Dio otra calada a su cigarro y apretó los labios.
¿Dónde estaba todo ese coraje con el que había confesado su amor ahora?
Ni siquiera estaba seguro de cómo se las había arreglado para hablar con los papás de Taeyong y, de hecho, pedirles permiso para ser su novio formal.
Si quiera, ¿cómo había sucedido?
Escuchó la puerta abrirse tras él y esperó paciente a que el otro se acercara
- ¿Tienes fuego? –
Sorprendido de que no fuera Taeyong, asintió torpemente antes de extenderle su encendedor a su ahora suegro.
- Las galletas están deliciosas – comentó encendiendo su cigarrillo – tus papás deben cocinar muy bien –
- La mayor parte del tiempo – asintió.
Chanyeol lo miró en silencio por unos segundos y rió.
- ¿Cómo lo llevas? –
- ¿Qué cosa? –
- No juegues al tonto conmigo – golpeó su pecho amistosamente – tienes esa mirada hipnotizada que tiene alguien que no sabe lo que está haciendo –
- ¿Perdón? –
- Tú ni siquiera sabes cómo es que terminaste aquí – se burló – ni siquiera estás seguro todavía, solamente estás tratando de convencerte –
- Señor... -
- No trates de negarlo, niño. No tiene caso – pidió seriamente – lo he visto antes, un millón de veces. Tú eres yo –
Jeno lo miró impresionado
- ¿Qué? –
- ¿Crees que Taeyong aprendió eso solo? – negó - ¿cómo crees que su papá y yo terminamos juntos en primer lugar? –
- Pero... -
- Cuando conocí a su papá yo sólo salía con chicas – recordó – de hecho, me reí cuando me dijo que nosotros terminaríamos casados –
- ¿Y qué pasó después? – preguntó genuinamente interesado.
- Lo mismo que a ti – bufó – cuando me di cuenta, yo estaba haciendo todo lo que él quería solamente para mantenerlo cerca. Él incluso terminó conmigo, y yo, contrario a mi supuesta felicidad por ello, hice todo lo posible para que volviéramos, y entonces le pedí que nos casáramos para no volver a perderlo –
Ahora su estómago dolía en serio.
- Mira, no estoy diciendo esto para asustarte – aclaró ante la mirada de pánico del menor – solamente quiero que seas consciente de tus acciones, y que no hagas algo estúpido que comprometa tus principios solamente para complacer a mi hijo –
- Ya ni siquiera sé si tengo principios – admitió – creo que ya hice lo peor que podía hacer –
- Entonces no hay nada que temer – se encogió de hombros - ¿al menos eres consciente de que estás siendo manipulado? –
- Soy consciente de que estoy cediendo por voluntad propia – asintió – pero como que no puedo evitarlo. Usted debe de saberlo –
- Aprendes rápido – rió – pero no es tan malo, ¿sabes? A la larga aprendes a sacar ventaja de ello –
- ¿Qué clase de ventaja? –
- Mira, tu amor es correspondido – dio otra calada – eso significa que, la magnitud de las cosas que hagas por Taeyong, él las hará por ti. No eres solamente su esclavo –
- ¿En serio? No me di cuenta –
El mayor soltó una carcajada.
- No es como que debas saberlo – se acercó para susurrar – pero desde hace un tiempo Taeyong dejó de salir por las noches, y las visitas de otros chicos se detuvieron en algún punto –
- ¿En serio? –
- Adivino que es el tiempo en que empezó lo de ustedes –
- Espero que sí –
- Además comenzó a hacerse más responsable y, no sé, por lo que nos hablaste de ti hace un rato, supuse que solamente ha estado tratando se ponerse a la altura –
Jeno negó indignado.
- Él no tiene que ponerse a la altura de nadie –
- Deja que piense eso, muchacho – recriminó – no lo va a matar haber subido sus calificaciones –
El menor lo pensó y asintió de acuerdo.
- De todos modos, pienso que vale la pena –
- Entonces estás tan jodido como lo estoy yo – dijo palmeando su hombro - ¿puedes hacerme un favor? –
- Por supuesto –
- No tengan hijos – bromeó, haciendo al otro reír – no necesitamos que este legado de miserables continúe por la eternidad –
- No sé usted, pero yo como que estoy muy feliz –
- También yo – concordó – y espero que ellos también –
Ambos lo esperaban.
Byun Baekhyun, eres toda una leyenda.
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Toxic
FanfictionA Jeno ya no le divertía nada su situación actual. El chico bonito al que había acompañado esa noche, bailaba sobre la mesa sensualmente. Todos los ojos brillaban sobre él, chicos y chicas se inclinaban en su dirección y extendían sus manos para tra...