- Necesito que estés calmada para poder explicártelo.
- ¿Cómo me pides que me calme cuando he visto todos estos papeles? ¿Quién diablos es Maya Rodríguez? ¿Por qué se parece tanto a mí? ¿Qué está pasando Diego? - quería entender todo esto, pero simplemente no podía.
- Te lo diré todo, pero tomemos asiento por favor.
Se acercó despacio hacia donde me encontraba y tomo los papeles, luego tomo mis manos y nos guio al sofá.
- Sé que ahora tienes miles de preguntas y dudas que yo trataré de ayudarte a entender.
- Solo quiero la verdad, ¿Quién eres? ¿Quién soy? ¿Quién es esta mujer? ¿Por qué tanto misterio cada vez que hablas por teléfono?
Se tomó una respiración y me miro a los ojos.
- ¿Recuerdas la historia que te conté sobre aquella chica de la que me enamoré?
- Sí, pero ¿Qué tiene que ver eso aquí?
- Tiene todo que ver porque esa chica eres tú Amalia Klein Hoffmann.
Ese nombre yo lo había escuchado antes. Y justo en ese momento lo entendí todo, los recuerdos comenzaron a llenar mi cabeza y las voces de aquellas personas que eran mi familia calmaron el golpeteo que producía mi corazón.
- Pero, ¿Cómo es posible? ¿Cómo pude olvidarme de todo?
- Cuando tenías 16 de repente desapareciste, fue como si la tierra te hubiera tragado, nadie sabía de ti y la última persona en verte fue tu mejor amiga en aquel tiempo, pero discutieron y tu tomaste un camino diferente al que acostumbrabas para ir a casa.
- Tu familia y la mía te buscamos por todos lados, hicimos denuncias y ni siquiera así logramos encontrarte. Luego de 4 años la policía y muchas personas te dieron por muerta y tu familia estaba destruida.
- Tu madre siempre decía que algo dentro de ella creía que aún estabas viva, pero de ella también dependía tu hermanito así que dejarse derrumbar no era una opción para ella.
Cuando menciona a mi hermano recordé como lo cuidaba, lo pegado que era a mí, tanto que incluso parecía más mi hijo que el de mi madre.
- Y pues yo creo que ya sabes la historia, era el mejor amigo enamorado esperando una mínima señal para ver si tenía oportunidad contigo o no.
- Lo recuerdo todo o bueno la mayoría
- Pero ¿cómo? pensé que no recordabas nada
- No lo comprendo aun, pero fue como si mi nombre real hubiese sido la llave que mi cerebro necesitaba para así abrir alguna especie de puerta.
- Esto es raro y me gustaría que un especialista te revise para descartar cual peligro porque no sabemos lo que sucedió o lo que te obligo a mantener tus recuerdos ocultos - moví la cabeza aceptando su propuesta.