Exclusivity part 2

849 55 1
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Han pasado tres días desde que me enteré de mi exclusividad con un hombre del cual no tengo ni la más mínima idea y se supone que hoy me dará el honor de conocerlo nótese mi sarcasmo.

Hay muchas chicas que se están preguntando porque no trabajo y sus miradas de odio por eso no han parado, pero como siempre hago, solo las ignoro no voy a pelear porque hablen de mí.

Tanto misterio con este hombre me hace tener mil dudas, pero la principal es porque me está dando mi "libertad", no entiendo porque pagar tanto dinero por mí, por alguien que puede tener en cualquier momento aquí mismo, aunque no me puedo quejar me está dando el mejor regalo que cualquier persona me ha dado nunca.

Esta mañana uno de los guardias me trajo lo que debía ponerme, consiste en un vestido negro con tiras delgadas, la mitad de la espalda al aire, la tela se siente suave y delicada, además de unas sandalias altas negras. No lo puedo negar me queda increíble, imagino que esta ropa tiene que ver con el hombre misterioso porque el señor no gastaría tanto dinero en ropa para nosotras.

Tengo dos horas para estar lista y para mí eso es muchísimo tiempo así que alargo mi baño para poder pensar en las posibilidades de escaparme junto a Belén de todo este sitio.

Una vez termino de bañarme Belén me está esperando en la habitación ya que ella me maquillara porque mi experiencia en eso es menos que básico.

- Carolina debes darte prisa solo te queda una hora y necesito tiempo para poder maquillarte bien- verla tan nerviosa me causa gracia porque ni siquiera yo lo estoy.

- Belén debes calmarte sino yo también estaré nerviosa y no me conviene eso justo ahora.

Una vez que Belén esta calmada me coloco el vestido, las sandalias me las pondré al final para no cansarme tanto.

Belén me hace un maquillaje en tonos marrones y la persona que veo en el espejo no se parece en nada a mí, pero me gusta cómo me veo, realmente a esta mujer le debo muchísimas cosas y espero poder saldar esa deuda sacándonos de esta vida miserable.

Una vez me coloco las sandalias veo en el reloj que faltan cinco minutos para que el guardia venga a buscarme y siento como los nervios se quieren apoderar de mí y no puedo darme ese privilegio no ahora.

Cuando el guardia viene por mí sé que debo poner ese muro protector para no salir perjudicada no dejaré que nadie me vea vulnerable. Siento que el camino a la oficina se hace eterno y me da el tiempo de pensar como haré para que dejen que Belén salga de aquí conmigo porque no pienso fallarle no a ella.

Cuando el guardia toca la puerta y se escucha el pase sé que debo entrar en mi papel de sumisa si quiero lograr mis objetivos, una vez dentro miro hacia todos lados y veo que el misterioso hombre aún no llegaba y eso me pone a pensar en donde queda su puntualidad.

- Mi querida Carolina espero no me defraudes, este hombre tiene mucho poder y tenerlo insatisfecho puedo traer muchos problemas para ti y para mí- lo que más quisiera yo es que se pudra, pero aún no es el momento para eso.

- Lo sé señor haré todo lo que esté en mis manos para tenerlo satisfecho y hacer que usted esté orgullo de enviarme.

Se escuchan toques en la puerta y por la postura que toma el señor sé que la hora a llegado.

El hombre ingresa y lo primero que veo son sus zapatos negros y se ve que pasa la talla 10, empiezo a levantar la mirada y me topó con su pantalón negro de vestir que le queda de infarto, sigo mi camino tiene una camisa blanca y un saco negro, la camisa se le pega al abdomen y se ve un muy trabajo abdomen y sus brazos anchos y fornidos no se hacen perder en la vista, cuando llego a su rostro pensé ver a un hombre llegando a los 50, pero este hombre no debe pasar los 30, sus ojos van de verdes a grises, su barba que lo hace ver más que atractivo para la vista, su cabello bien peinado como si de un muñeco se tratara hacen que este hombre sea una de las mejores vistas que se pueden tener.

Me mantengo seria sin dejar ver mi gran asombro por este hombre, lo que menos deseo es que vea la gran impresión que me ha dejado.

- Buenas tardes un placer verlo de nuevo ella es Carolina la mujer que usted pidió- solo hago un movimiento de cabeza porque aún no se me ha permitido hablar y sería una falta de respeto.

El hombre me mira de pies a cabeza y solo hace un asentamiento con la cabeza como aprobando la ropa que llevo puesta, pero su mirada sigue siendo la misma no hay una pisca de deseo en ella como si yo no le causara nada y eso me asombra porque no estoy acostumbrada.

- Mi nombre es Diego García y mientras vivas conmigo me llamarás señor García y como el buen hombre que soy te daré solo el derecho de pedirme una cosa en todo este tiempo quieres hacer tu pedido ahora o esperar a que lo pienses mejor.

Sabía que este era mi momento y sabía que ahora más que nunca quería descubrir la verdad de una persona y este hombre sería mi mayor fortuna.


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.



Así me seria el vestido que uso Carolina

Así me seria el vestido que uso Carolina

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

No se olviden de votar!!

Fire Donde viven las historias. Descúbrelo ahora