POV DIEGO:
El sonido de alguna canción en español me hizo abrir los ojos. Toque la cama a mi lado en búsqueda de ella, pero no había nadie en su lugar solo estaban las sabanas desordenadas en su sitio. Antes de salir en a buscarla me coloque un bóxer y un chándal. Al salir de la habitación me di cuenta que la música venia de la cocina así que me dirigí a ella.
Una nueva canción en español se escuchó por la casa y si no me equivocaba era de un tal Prince Royce. La voz del cantante se unía con la de aquella mujer hermosa que me daba la espalda mientras prepara algo en la estufa.
- El camino va pasando y yo voy acelerando como quien busca el amor... - si bien no era la mejor cantante, pero no lo hacía tan mal.
La siguiente parte si me la sabia y era tan precisa para mí que no dude en cantarla.
- Yo te busco, como un loco... – cante y mi repentina aparición la hizo dar un salto en su lugar y se giró hasta darme el frente con mientras apoyaba la espada apoyada en la meseta junto a la estufa.
Camine hacia ella estirando una mano en su dirección invitándola a baila y la cual ella no dudo en tomar. Pegue nuestros cuerpos rodeando su cintura con una sola mano mientras la otra estaba en su cadera, sus brazos rodearon mi cuello y su cabeza se apoyaba en mi pecho.
- Quiero saber si todavía te quedará un poquito de amor por mí... – mi voz se mezcló en el aire.
La bachata no era algo que manejara a la perfección, pero si sabía defenderme al igual que con el idioma. Ella se dejaba llevar por mí y yo me dejaba llevar por la música.
- Y te digo que te extraño, que eres tu toda mi vida... – mi voz fue baja y ella despego su rostro de mi cuerpo para mirarme y yo solo me enfoque en sus ojos -. Siempre has sido tú y solo tú. – eso era algo que yo tenía claro y quería que ella lo supiera.
La canción termino y no la despego de mí, otra canción llena el lugar, pero esta no la reconozco.
- Debo terminar de preparar el desayuno - trata de alejarse, pero la aprieto con ambas manos en su cadera chocando nuestros cuerpos -. Anda suéltame que sino nunca desayunaremos.
La dejo volver a lo que estaba haciendo antes de interrumpirla y me doy el tiempo para detallarla. Llevaba una camisa mía que le llegaba unos cuantos dedos por debajo de trasero, podía ver una pequeña parte de su ropa interior negra e iba descalza con el cabello envuelto en un moño mal hecho, pero que en ella se veía increíble.
Ayude poniendo la mesa mientras ella terminaba de cocinar. Una vez estuvo todo listo comimos juntos para alistarnos e irnos a mi empresa porque tenía demasiadas cosas pendientes.
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POV CAROLINA:
La oficina de Diego ha estado ocupada toda la mañana. Solo veía personas entrar y salir para que alguien nuevo ingrese en su lugar y me sentía un tanto culpable, porque sé que ayer no trabajo para poder hacer nuestra cita.
El reloj en la pared frente a mi marcaba las 2::00pm. La hora de la comida ya había pasado y ni él ni yo habíamos comido algo más que el desayuno y se notaba en el cansancio que sentía en el cuerpo por estar caminando de un lado a otro buscando y ordenando papeles.
El timbre del ascensor me hizo levantar la cabeza y fijar la mirada en la persona que había llegado. Un hombre que al parecer no pasaba los 30 años caminaba hacia mi puesto, con un traje azul oscuro y una camisa blanca. Su caminar y mirada demostraban toda la seguridad que había en él y con toda la razón porque era más que agradable para la vista de cualquiera y no me juzguen porque los ojos se hicieron para mirar. Llego hasta mí y fijo sus ojos en mi escaneando desde mi cabeza hasta mi cintura que era lo único que se veía por la mesa que había frente a mí.
- ¿El señor Garsia, se encuentra en su oficina? - su voz ronca me erizó la piel descubierta de mis brazos.
- Si, pero en estos momentos está ocupado además tiene que agendar una cita previa para poder hablar con el - no sé quién era, pero agendar una cita es lo más lógico creo yo para todos.
- Esperare a que se desocupe.
No le dije nada más y el solo tomo asiento en uno de los sofás que había en el piso. Sabía que en unos minutos estaría libre, pero no se lo diría y él no había preguntado tampoco así que ya eso no era mi responsabilidad.
Luego de unos minutos la puerta de la oficina fue abierta y por ella salió uno de los socios del lugar, despidiéndose de mi con la mano a lo que yo le devolví el gesto y regalándole una sonrisa. Me encamine a la oficina para avisar de la repentina llegada del hombre misterioso y Diego estaba enfocado leyendo unos papeles con el ceño fruncido. Paso una de sus manos por su cabello desordenándolo un poco y dándole un toque rebelde que no paso desapercibido en mi centro.
- Lamento interrumpir tu concentración per...
- Sabes que tú puedes interrumpirme y desconcentrarme todo lo que quieras preciosa- una sonrisa se dibuja en su rostro y en el mío porque decía la verdad y me lo había repetido varias veces.
- Como tú digas, pero hay un hombre afuera esperándote solo que no tiene una cita.
- ¿Y quién es?
Unos pasos cercanos a mi espalda hacen que la mirada de Diego se enfoque en el responsable y cuando su rostro cambia a uno tenso y molesto me giro para ver si era el mismo hombre que se había quedado esperando afuera. Y si, definitivamente era el con una sonrisa de lado en su rostro y sus ojos enfocados en el hombre detrás del escritorio.
- Sebastián.
- Parece que no me estabas esperando, primo.
Paren todo y explíquenme que significa todo esto. ¿Cómo que su primo? ¿Qué parte de la historia me estoy perdiendo exactamente? Su voz me saca del trance al que había entrado.
- Y déjame decirte que tu novia se ve mucho mejor en persona que en la televisión o en fotos - al parecer eso fue como un detonante para que Diego saltara sobre el lanzándole un puño en el pómulo izquierdo, logrando voltearle la cara mientras que la sonrisa no desparecía del rostro del hombre que decía ser su primo.
Se acomodó el traje que se había movido por el impacto y luego fijo sus ojos en mi para luego mirar a Diego.
- Apuesto que ella no sabe la verdad de toda la mierda que paso, ¿o si tuviste los huevos para decirle?
¿A qué se referirá Sebastián?
¿Qué más nos esconde Diego?
¿Qué piensan de Carolina?