Mi pequeño

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Tabiki se encontraba desmayado entubado a una máquina que controlaba su respiración y con expresión triste pero más que nada, dolida. Ren estaba observándolo muy fijamente, y las manos le picaban; en realidad tenía muchas gana de acariciar ese pequeño estómago que tenía su omega y bueno, no tenía a quien pedir permiso y lo hizo. Una mano fue al vientre del contrario y comenzó a acariciar la zona en círculos delicadamente sintiendo la piel tibia. El omega se removió un poco y jadeo bajito por la calidez que sentía al tacto del alfa, y una pequeña sonrisa apareció en su dormido rostro, levantando sus orejas un poco.
Abrió su ojo y miró al alfa sorprendido pero sintiendo una gran calidez en el pecho, había escuchado la conversación que Ren tuvo con el doctor y se enteró sobre su cachorrito y el estado de su salud, que le parecía preocupante, pero le tranquilizaba el saber que ahora que Ren conocía sobre la existencia de un nuevo cachorro lo cuidaría y le daría paz a él y a su bebé.

-Por el momento vas a serme útil, y descansarás para mantener a mi cría fuerte.
-Si...
-Bien, me voy.

Ren se retiro de la habitación y unos conocidos pasos veloces se aproximaron por el pasillo hasta llegar a su habitación.

-Mamá!!
-Cielo que pasa?
-Estas bien mamá?
-Si mi amor. Estoy bien.
-Seguro?
-Segurísimo.

El pequeño bajo su cabecita y ensombreció su mirada, no le gustaba que su madre sufriera, le gustaría poder proteger a su padre omega, pero no podía... eso le hacía sentir impotente, porque a pesar de que su madre le dijera que estaba bien, era una mentira.
En cambio Tabiki no pensaba decirle aún a Kakoru sobre su embarazo, quería asegurarse que todo estaba yendo bien y ahí contarle sobre su nuevo hermanito o hermanita.

-Hey... que pasa Kakoru?
-Esque... no me gusta que mami me mienta...

Palabras que llegaron al frágil corazón del omega sintiéndose culpable, tan malo era mintiendo? O es que tanto sufrimiento ha hecho su ser demasiado transparente. No lo sabía pero, sabía que aunque intentara mentirle y engañar a su pequeño, siempre sería descubierto.

-Tranquilo... todo estará bien, lo prometo.
-Okey...

Tabiki tomó a su cachorro entre sus brazos como un bebé y este se acurrucó en su pecho escondiendo su naricita en el cuello de su madre, mientras este acariciaba los castaños cabellos de su niño.

-Mami.
-Mn?
-Tu olor esta raro... estas enfermo?
-Jaja... tranquilo cielo, estoy bien, solo un poco cansado y no más...
-Puedo dormir contigo hoy?
-Claro que si.

Se recostaron en la suave cama sin importar que Tabiki no se haya limpiado a pesar de las recomendaciones del doctor, pero no importaba, así estaría mas tiempo con su hijo quien comenzaba a mirar a su madre curioso.

-Mami.
-Mn?
-Te sigue doliendo tu ojito?
-Ya no cielo
-Oh... y tus orejas se mueven? Como las de los lobitos?
-Jeje si, como las de los lobitos
-Tu podías hacerte un lobito? Papá puede.
-Si, si podía... en el pasado, ahora dudo mucho que pueda.
-Por que?
-Porque... estoy... enfermo.
-Ooooh, y mami...
-Cielito, juro que quisiera escuchar todas esas maravillosas preguntas que tu mente curiosa quiere hacerme, pero, mamá esta cansado, si? Durmamos un poco y más tarde te contestaré todas tus preguntas.
-O, oki doki, vamos a dormir mamá!

Al parecer Kakoru estaba más cansado que Tabiki, que ni bien cerró los ojos, ya estaba dormido y Tabiki lo observo por un momento y después quedó al igual dormido, su cuerpo seguía cansado y sabía que para la nueva vida que iba a traer al mundo, tenía que cuidarse más.

Un mes después....

4 meses de embarazo para Tabiki ya era difícil de ocultar a su cachorro quien se había enterado porque Rosa se lo había dicho cuando por la curiosidad le preguntó en la cocina y desde entonces siempre le iba a ver y no se despegaba de su lado.

-Abu Osa.
-Dime pequeño
-Que le pasa a mami?
-A que te refieres cariño?
-Esta mas gordito y duerme mucho, y parece que su pancita crece más... No me digas que un alíen está alimentándose por dentro de mamá!!?
-Que!? No jajajaja
-Entonces?
-Pequeño, tu mamá esta esperando a tu hermanito o hermanita que crece en su pancita.
-Genial! Es como un alíen!
-Jajajaajajaj no cielito, es, como un bebé jaja.
-Voy a tener un hermanito! Si!
-Si.
-Quiero ver a mamá!
-Anda, pero con cuidado
-Adiós abu, gracias.

Tabiki recuerda bien ese día, su cachorro llegó corriendo y lo abrazo mucho, quedándose a su lado, al principio no entendió el porque de la actitud de su niño, pero después de la explicación de Rosa, se quedó tranquilo. Recuerda también el día en el que tuvo un ataque de ansiedad porque ya tenía semanas sin ver a Ren y la nueva marca y su embarazo le exigían ver a su alfa, casi se desmaya pero por suerte Ren llegó pronto y lo sostuvo en sus brazos mucho tiempo, hasta que se calmó, y acepto dejarlo hacer un nido con sus prendas y dormir con él como una pareja normal, ese día Tabiki se sintió muy bien.
Comenzaron a cuidarlo con dedicación, 5 comidas al día pero de comidas especiales que le iban a ayudar mucho, golosinas que Rosa le traía a escondidas, eso si, siempre pastillas, tenía que tomar muchas pastillas, de muchos colores y tamaños, no le gustaba tomar mucho descanso que en realidad no le molestaba
Desde que se enteró que estaba embarazado muchas cosas buenas le habían pasado,y aunque sabía que tal vez después cuando dejara de ser así podría intentar ser feliz recordando los buenos momentos.
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Ahora se encontraba en su nido hecho con las prendas de su alfa, recostado, sosteniendo con una mano una camiseta, oliendo con profundidad la esencia de su alfa, mientras con su otra mano acariciaba en círculos su vientre que se comenzaba a notar cada vez más, le parecía increíble como de un mes a otro había crecido tanto. Hace un mes ni parecía estar embarazado y ahora su vientre ya se hacía notar, y le gustaba. Cuando estaba esperando a Kakoru su vientre no llego a crecer mucho como estaba ahora, así que podía sentir más a su nuevo bebé; aprovechaba que su parte lobuna y su parte humana se hayan unido... sus sentidos eran mejores y podía casi y escuchar a su cría.
La semana anterior fue a la revisión de su bebé y el doctor se había sorprendido y maravillado al ver que todo estaba bien con el desarrollo del feto, pero lamentablemente no habían podido saber el género del bebé ya que no se quería dejar ver, pero estaba bien, y eso era lo más importante.
Otra cosa que a Tabiki le sorprendía era la rapidez con la que pasaba el tiempo, Kakoru en un mes iba a cumplir 8 años y era sorprendente, parecía que tan solo hace poco había cumplido 7, pero no, y Tabiki no podía estar más feliz como ahora lo estaba, sentía que todas las cosas malas que hace poco le habían pasado ahora eran como pesadillas que desaparecieron al despertar. Sonrió sin si quiera darse cuenta y después entró Rosa junto a Kakoru con el almuerzo y el mundo de pastillas que debía tomar. Kakoru se sentó a su lado y puso su cabecita sobre su vientre, Rosa le pasaba en una bandeja la comida, y Tabiki, no podía estar más feliz.

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Continuara........

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