Luna de sangre

Tan feliz que parece mentira

-Tabiki no seguiré permitiendo que metas eso en nuestro cuerpo!
-Pero se ve tan delicioso y dulce.
-Tabiki vamos como 3 fundas! Contrólate! Vas a envenenarnos!
-Solo es una gomita!
-No o o, son como 50 gomitas ya! No permitiré que entren más en este cuerpo.
-Pero porque.... son deliciosas...... Tu también lo estás disfrutando Tori!
- Tabiki..... entiende.. porque estamos embarazados no significa que abuses de los antojos! Esto va a perjudicar nuestra salud! El doctor nos dió una dieta estricta!
-Pero dijo que podíamos....
-Ya se lo que dijo! Pero no podemos abusar de los antojos! Ahora aleja esa funda de gomitas de mi vista!
-Ash, esta bien. Pero se supone que eres mi lobo y me tienes que apoyar!
-Pero nos vas a envenenar si sigues comiendo eso!
-Esta bien!- A pesar de ser la misma persona Tori desde que empezaron los 3 meses de embarazo parecía se la voz de conciencia de Tabiki. Rosa y Loura tampoco ayudaban mucho a Tori con el tema de los antojos, pues ellas buscaban consentir mas a Tabiki y esto a Tori le molestaba y por mas que intentara hacer que entraran en razón a la alfa esta no sentaba cabeza. Bueno en fin, ellos estaban tan felices por su hijo y por la relación que estaban teniendo con el alfa que parecía ir tan bien, que parecía un sueño tanto para el omega y su lobo, su alfa también los consentía un poco y a la vez era estricto con lo que hacían. Por otro lado, Tabiki no tenía la oportunidad de caminar, pues su embarazo al ser muy riesgoso el doctor le sugirió que no hiciera ninguna clase de esfuerzos o movimientos que impliquen fuerza. Volviendo a la situación actual del pequeño omega, se encontraba sentado en su silla de ruedas mirando por la ventana, acariciando su vientre un poco mas notorio con mucha delicadeza, soñando despierto, hundido en sus pensamientos, no escucho al alfa que entró en la habitación cargando un hermoso ramo de tulipanes, cartuchos, y girasoles una combinación algo exótica pero hermosa, se acercó sigilosamente al omega y lo sorprendió hundiendo su nariz en el cuello del contrario y poniendo en frente de este el ramo de flores. El castaño sintió al sentir la acción soltó un jadeo seguido de un sonrojo al ver al precioso ramo enfrente suyo, con sus lampiñas manos lo tomó y dio vuelta para encontrarse cara a cara con la persona que hacía a su corazón bombear con mucha fuerza, puso el ramos en sus piernas y acercó sus manos a la cabeza del alfa para acercarlo lentamente a su cara y darle un casto beso en los labios. El mayor se sorprendió un poco con la acción pero aún así correspondió y profundizó el beso alzando a su pareja y aprisionarlo entre sus brazos y llevarlo a la cama para seguir abrazándose. -Gracias..... es muy bonito- El omega estaba contra el pecho de su alfa quien lo abrazaba y acariciaba su espalda, mientras el miraba el ramo acariciando cada pétalo con las yemas de sus dedos. -Me alegra que te haya gustado- el mayor ahora paso sus manos a la cabeza del menor para jugar con los mechones de sus castaños cabellos. -Si... es muy extraño y bonito..... me gusta mucho- El pequeño hundía su nariz en el ramo con sus mejillas aún muy sonrojadas.
-Y como te sientes? Te duele algo?
-No..... estamos bien.
-Me alegró.
- Quieres sentirlo....? El no se mueve porque es muy pequeño aún pero puedes sentirlo....
-Me encantaría.
Ren dió un beso en la mejilla del tierno omega y procedió a ayudar a sentarse a su pareja en la cama para el poder hincarse frente a él y poder poner su cabeza en el vientre bajo del menor y poder sentir a su futura cría. Los alfas por lo general pueden sentir a sus crías desde el vientre de la madre, es decir pueden escucharlas y saber si están bien o mal, pero no pueden verlas por eso necesitan ayuda de un profesional. Ren se hinco  y sostuvo con sus grandes manos la cintura del menor y hundió su cabeza en el vientre bajo, del omega y agudizo su sentido de la audición para poder escucharlo mejor, mientras el castaño le acariciaba lentamente los cabellos. Y ahí estaba, el latido de su cachorro, un latido fuerte y constante, que seguía creciendo, su lobo no pudo evitar brincar en su interior al saber que su bebé si estaba allí. El castaño solo sonreía y acariciaba la fina cabeza de su amor. Una llamada arruinó el feliz momento, Ren gruño y se levantó para dirigirse fuera de la habitación dejando solo a Tabiki otra vez, no paso mucho para que llegara Rosa.
- Y dime cariño como te sientes?
-Bien, gracias por tu preocupación.
-Si si no hay problema, ahora este es tu nuevo regalito?
-Ah? Aaaah esto, si! Es muy bonito no crees?
-Si si muy bonito el ramo, ahora dámelo para ponerlo en un florero.
-Si si como tu digas.
- Cada día te vez más enamorado y perdido por ese hombre.
-Tu crees?
-Por su puesto se nota mucho.
-Supongo que si jeje...
-Bueno fuera de eso, mira lo que te traje.
-Que es eso......... Rosa es hermoso!
Tabiki sostenía en sus manos un hermoso mamuleco blanco muy pequeño, con detalles infantiles pero sencillos y hermosos. Tabiki no pudo evitar soltar algunas lagrimas de felicidad, mientras Rosa lo abrazaba por la espalda.
-Muy pronto lo tendremos en este mundo.
-Si lo se.... eso me preocupa un poco....
-Tranquilo hijo, todo estará bien, tú eres fuerte y yo se que tu bebé también lo será.
-Gracias......
Eso era verdad, para evitar los inconvenientes la cirugía de parto para el bebé estaba programada para dentro de dos meses, es decir que iba a nacer de 5 meses y pasaría 2 meses en una termo cuna para que se fortalezca rápido, la cirugía estaba programada para ser hecha en la casa de Ren, para evitar el viaje al hospital de la ciudad y él repentino cambió de ambiente para Tabiki, o eso es lo que había dicho Ren, Tabiki solo aceptó y accedió.
(Sin ideas)
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Continuara......