Cuando todo cambio

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La semana después del cumpleaños de Kakoru había pasado normal, todo tranquilo con todos, Tabiki ya podía levantarse y caminar por la casa tranquilamente,el riesgo de su embarazo había bajado totalmente y ahora podía hacer todo tranquilamente. Por otro lado Ren no se había asomado cerca de Tabiki, pero el mismo día después del cumpleaños de Kakoru había vuelto a hacer el nido para Tabiki, que aunque este no le hubiera dicho nada, él sabía por el lazo que ya era necesario cambiarlo. Y después todo siguió igual.
Era un día muy tranquilo, el omega desayunando junto a Rosa y Kakoru, mientras contaban anécdotas en la mesa, su vientre de 5 meses y medio lo mantenía un poco alejado, era un vientre un poco grande y había crecido más desde la ultima vez, seguían los cuidados, las vitaminas después del desayuno, las recomendaciones médicas y por suerte ya no habían pastillas fuertes. Kakoru por otro lado un poco triste y desanimado por sus clases que estaban siendo muy difíciles para un niño de su edad, y la verdad es que estaba a punto de llorar y hacer berrinche para que su padre le saque de la escuela, pero tal vez resistiría un poco más.
Ya era de tarde y Rosa se había ofrecido a hacer un delicioso pastel de fresas para merendar, hasta eso Tabiki jugaba con Kakoru en la sala con muñecos o carros y de vez en cuando Kakoru le hablaba al vientre de su madre donde se encontraba su hermano.
Cuando se aburrieron de los juguetes, comenzaron a dibujar, el más emocionado por dibujar era Tabiki, nunca había cogido un papel y lápiz o colores, siempre desde que era pequeño le había interesado mucho el hecho de dibujar o pintar, o tal vez solo era porque habían muchos colores y ahora estaba más que feliz, trazando unos dibujos algo abstractos por no saber como coger un color, pero se esforzaba y eso era lo que valía. Kaoru había dibujado una flor y Tabiki un arcoíris con todos los colores que le fueran posible utilizar. Rosa les llamó y fueron a merendar un delicioso pastel con leche fresca y se fueron a dormir cansados pero felices sin saber lo que el destino injusto les deparaba.
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Era de noche, muy de noche, todos estaban dormidos en sus respectivos cuartos, Ren había llegado borracho y ahora se encontraba dormido como una piedra en su despacho, así que todos estaban en la casa.
Tabiki se levantó, quería ir al baño y de paso taparía a Kakoru, ya que el niño tenía la mala costumbre de destaparse por las noches. Se levantó fue al baño de la habitación y después se dirigió a abrir la puerta del cuarto, desde ahí todo cambio. Había fuego, fuego que entró al cuarto ni bien Tabiki abrió la puerta, el omega estaba asustado que había caido al suelo y llamas flamantes lo rodeaban, la cama y las cortinas ya estaban siendo consumidas por el fuego junto con el techo de madera sintética que parecía querer irse al suelo, Tabiki a pesar del miedo reaccionó rápido, le preocupaba su cachorro, el niño siempre dormía con la puerta entre abierta y eso le asustaba de sobre manera. Salió corriendo entre el fuego, tosiendo por el humo pero con el corazón en la mano, temía por su hijo. Tan pronto divisó la puerta del cuarto de Kakoru prendida en llamas que al parecer ya se encontraban en el cuarto, le importó poco que tal vez se queme, entró al cuarto de su hijo derrumbando la puerta que en si ya estaba quemada y la desesperación de no ver a su hijo y la cama mas que chamuscada, le asustó.

-Kakoru... Kakoru!
-Mamá...
-Kakoru!donde estas? Hijo!
-Cof cof!

Kakoru escondido en el armario, que también se derrumbaba, con su carita toda llorosa y su pijama quemada en las bastas, llena del humo que hacía que se vieran machas oscuras, que también estaban en su carita, y temblaba mucho mientras se mantenía abrazado a un conejo que tenía de peluche y una cobija que aún se sostenía en su espalda.

-Mamá...
-Kakoru! Ven hijito vamos.
-Cof cof!

Kanoru no podía levantarse estaba tan asustado que no podía moverse y a Tabiki no tuvo otra opción que cargarlo y menos mal había esa cobija que a pesar de ya estar sucia, servía, lo cubrió y lo cargo y salió corriendo de ahí, iba corriendo al despacho de Ren, para ver que él este bien o que en todo todo caso ya haya salido pero... no lo logro el techo se comenzaba a caer y Tabiki tuvo que regresar de donde vino para que no le cayera nada encima y comenzó a correr, el suelo también se comenzaba a deshacer y bajo las gradas corriendo con su hijo en brazos que le era difícil pero intentaba tener cuidado. Ya en la primera planta se dedicó a correr a la cocina, necesitaba ver que Rosa estuviera bien, la puerta de su habitación estaba abierta y no había nadie en la irreconocible cama, así que salió corriendo para la puerta trasera de la casa, quisiera quedarse a buscar a su alfa o a Rosa más tiempo pero el aire le estaba faltando y sus pulmones estaban repletos de humo, y sentía que se desmayaría en cualquier momento como su hijo.
Corrió hasta la puerta trasera que daba al jardín y soltó un jadeo de sorpresa... el incendió había comenzado afuera, toda la montaña que se encontraba frente a la mansión estaba prendida en fuego junto al bosque y el jardín repleto en llamas, los animales que habitaban en la montaña y en el bosque estaban corriendo desesperados, algunos con su pelaje prendido en llamas, pequeñas ardillas conejos salvajes, pájaros que volaban despavoridos, venados, zorros, toda clase de animales corrían por su vida, y otros ya se encontraban muertos en es suelo, quemados. Tabiki se hecho a correr junto con los venados que intentaban escapar, él los iba a seguir, así tal vez llegué a algún lugar sin fuego, tal vez alguna pradera, cualquier lugar con que estuvieran a salvo y lejos del fuego.
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Caminaron a paso rápido tal vez 15 minutos y llegaron al río, Tabiki se desplomó a la orilla aún con su Kakoru en brazos.

-Estamos bien.... todo estará bien, nose como haremos pero estaremos bien... cof cof! Me esforzare para que todo salga bien...

Tabiki había inhalado mucho humo y ahora sentía que su cuerpo pesaba y sus pulmones inflamados, por aún ser parte lobo tal vez el siguiente día ya esté bien y Kakoru también, y después se comenzaría a preocupar de que va a hacer de ahora en adelante que no tenía casa, abrigo, comida, ni calor y estaba embarazado, no sabía que hacer pero... ya pensaría en eso mañana, ahora sólo quería dormir y acurrucarse junto a su hijo.

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Continuara....

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