Mis cachorros

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Paso un nuevo mes, y en 2 días sería el cumpleaños de su pequeño, 8 años, era un niño grande y eso torturaba a Tabiki a diario, sabía que en algún momento su pequeño niño se convertirá en un alfa adulto y poderoso e inevitablemente se olvidaría de él por no ser nada más que la persona que le dió la vida.

-Mamá!
-Kakoru...
-Mami en que pensabas, te llame muchas veces pero nunca me respondiste.
-Perdón cachorro, solo recordaba algo. Que me decías?
-Que ya se multiplicar, dividir y la potenciación, mi profesora de ingles dice que pronunció bien y el director y la tutora hablaban el otro día hablaban sobre que me enseñarán materias más avanzadas, eso es bueno?
-Claro que es bueno cielo! Felicidades cariño!
-Gracias mami, pero....
-Que pasa?
-Y si me mandan mas deberes? Y si tengo que estudiar más? Ya no podré verte mucho mami...
-Oh cariño, no te preocupes por mi, tienes que aprender mucho, para que seas inteligente y muy capaz de hacer muchas cosas como tu padre.
-Pero yo no quiero ser como él! Él lástima a mamá, no quiero ser como él, yo quiero proteger a mamá no lastimarlo.
-Kakoru..., eso es bueno mi vida, pero para hacer eso tienes que aprender mucho mucho y ser un alfa fuerte y sabio.
-Pero si soy así seré como papá.
-No necesariamente, puedes ser mejor que el, ahora no hay tiempo que perder, ve a estudiar, para que en el fin de semana puedas disfrutar plenamente tu cumpleaños.

El omega quedó con una bonita sonrisa en su rostro mientras acariciaba su vientre de 5 meses, esperaba que Kakoru nunca cambie su forma de pensar, y que si lo hace, que nunca se olvide de él.
Y por otra razón por la que comenzaba a sentirse feliz, era que el día de hoy tendría su revisión médica sobre su embarazo y se sabría el género de su bebé, no podía estar más feliz, movía la cola con solo pensarlo.

-Omega.
-Ren....
-Muévete, él doctor ya está esperando.
-Si!

Se levantó con cuidado y caminó junto a Ren a otra habitación donde harían el ultrasonido. Ren notaba mucho la emoción de Tabiki, primero estaba la marca y su olor, después su cola curada y que ya se encontraba normal que se movía de un lado a otro cuando caminaba y finalmente la tonta sonrisa que tenía en el rostro.
Ingresaron a la habitación siendo recibidos por el doctor.

-Señor Ren, joven Tabiki buenas tardes.
-Buenas tardes
-Joven Tabiki ya sabe el proceso venga por favor, le pesaremos y mediremos sus signos vitales.
-Si.

10 minutos mas tarde

-Todo esta bien, solo el peso sigue un poquito bajo de lo que debería pero no esta tan mal, de ahí la presión normal y todo lo demás bien. Ahora comencemos con el ultrasonido, veamos como esta ese bebé.

Tabiki se acostó en la camilla y subió su camiseta y bajo un poco su pantalón descubriendo su vientre totalmente, no era taaaan grande pero ya se notaba bastante como para ocultarlo.

-Bien, comencemos.

El doctor untó el frío gel en él y comenzó a mover un aparato por su vientre mientras miraba en la pantalla frente a él. Y después activar un botón que hizo que en toda la habitación se escucharan los latidos fuertes y rápidos del bebé, Tabiki soltó sus lágrimas, siempre lo escuchaba y siempre lloraba, porque era muy emocionante para él.

-Todo esta bien, el corazón late como debe, el tamaño un poco pequeño pero con la dieta que estas llevando se puede controlar, pero no hay nada de malo con el bebé, veamos ahora si se quiere dejar ver.

La mejor parte de la revisión, saber el género de su bebé estaba muy emocionado.

-Esta en posición, veamos..... mmmmm felicidades! Tendrán a un bello niño!
-Un niño.....
-Gracias doctor, omega levántate.

Tabiki estaba muy feliz que quedó en una especie de shock, las lágrimas no tardaron de bajar de su rostro, un niño, tendría un hermoso niño, no escuchaba nada de lo que le decían solo lloraba de felicidad. Tampoco sintió al momento en el que Ren limpió su vientre o lo cargó hasta la habitación. Cuando lo acostó en la cama no resistió más y se lanzó a los brazos del alfa abrazándole sin saber porque, solo quería hacerlo, y que el alfa lo mimé y lo abracé de igual manera tenía una necesidad enorme de ser amado, de sentirse amado, no le parecía bien admitirlo pero sentía que estaba haciendo algo bien al darle una cría macho a su alfa, tal vez era el omega en su interior que estaba extinguiéndose y por eso rogaba atención, pero no sucedió... el alfa lo alejo, de un empujón, midiendo su fuerza para no dañarle pero lo suficientemente fuerte como para alejarle, y el omega solo se quedo quieto otra vez sentado en la cama.

-No confundas las cosas, ahora descansa o duerme, adiós.
-Si...

Se quedó solo y sentía una presión en el pecho pero ni el rechazo del alfa le había quitado la felicidad de saber que su bebé estaba bien y que era un varoncito.

2 días mas tarde

Esta vez la reunión iba a ser pequeña, solo unos bocaditos, entretenimiento para los niños y por su puesto el pinta caritas. En total eran 10 niños y niñas más el cumpleañero, y al igual que el anterior cumpleaños Tabiki tenía que quedarse en la casa, y esta vez se quedo en la habitación de Rosa que estaba en la cocina, pues los niños podrían subir a la habitación de Kakoru o a las habitaciones de arriba y lo podrían ver y prefería no meterse en problemas con Ren, así que ya estaba en el cuarto de Rosa en la cama acariciando su vientre y comiendo unas galletas que su hijo le había traído también escuchaba las voces agudas de los niños mientras jugaban y correteaban por el jardín, Tabiki no los podía ver porque la cortina estaba cerrada, pero con tan solo escucharlos podía adivinar tal vez que estaban haciendo, y así paso toda la tarde, entretenido escuchando las voces chillonas, las canciones infantiles y los juegos que hacía el payaso para los niños, al parecer también hubo una piñata ya que los niños se emocionaron en un punto de la fiesta y se escuchaban las reprimendas de sus padre diciéndoles que no coman muchos dulces, también al parecer varios niños se habían caído al jugar y se escuchaban sus llantos y los consuelos de las madres y claro, un par de veces escucho piecitos corriendo dentro de la casa hacía las escaleras o rondando por la sala, mientras reían; Y Tabiki disfrutaba escuchar e imaginar que todo estaba yendo muy bien y divertido, a veces reía y tarareaba a pesar de no saber las canciones. La verdad era que desde que era pequeño no podía relacionarse con otros niños así que no conocía sobre las relaciones amistosas entre personas y en su corazón siempre de niño le hubiese gustado que le invitaran a jugar en el bosque o a alguna fiesta infantil de los niños de la manada.

Seria tal vez las 19:00 cuando todos los invitados se retiraron y Rosa comenzó a limpiar y le dieron la orden de que ya podía salir, y al parecer su hijo se había quedado dormido de tanto juguetear y comer y estaba en su cuarto, Ren en el mini bar bebiendo y Rosa con la música de radio tarareaba mientras barría, una escena muy tranquila.

Y Tabiki sólo pudo sentirse muy feliz.

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Continuara.....

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