Un vampiro persistente [Yaoi/Gay]

Capítulo 7: Secretos revelados.

-¿De...que...hablas...-caí rendido mientras veía esos ojos fuego escarlata que desaparecían poco a poco de mi vista.

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A veces Kei puede ser tan tonto, desde pequeño nunca veía por él, nunca hacía lo que era mejor para él, siempre poniendo a los demás antes que él, esto es muy irritante. Si tan solo pudiera ser más considerado consigo mismo, sin tan solo no quisiera saber la verdad, al menos no tan pronto. Me gustaría que pasara más tiempo sin tener que preocuparse por lo que realmente vive detrás de todo ésto.

-¡Mierda!-dije golpeando uno de los árboles del bosque, después me aleje de ahí aún frustrado.

La noche había caído tan amarga y fría, un humano normal ya habría muerto congelado pero yo solamente podía sentir una leve brisa en todo mi cuerpo, eso es una de las ventajas de ser un vampiro, pero había algo en especial en esta, una presencia no humana.

-No estoy de humor para recibir visitas-me voltee y ahí estaban...Maki y Kanra, dos estudiantes del instituto para vampiros, los mire con cara de pocos amigos. ¿Qué diablos hacían aquí?-. ¿Y bien? ¿no van a decir nada?-me cruce de brazos.

-Tan indiferente como siempre Alexander-hablo por fin Maki con su típica sonrisa-. Tanto tiempo sin vernos ¿y así es como nos recibes? mal amigo-terminó con un puchero, yo lo mire con mala cara.

-No somos amigos-aclaré para después ignorarlo y lo deje de ver con fastidio-. Kanra ¿a qué diablos han venido?-ella iba a hablar pero Maki la interrumpió.

-¿Qué no somos amigos?. Realmente eres muy malo-se hizo el herido llevándose la mano al pecho-. Y yo que estuve preocupado por ti todo este tiempo. ¡Oh! ¿Dónde estará Alexander? ¿estará comiendo bien? ¿sabes la tortura que pase junto a estos dos?, una loca mimosa y un vampiro amargado, deberías ser más comprensible-finalizó teatralmente, esta vez Kanra y yo le mandamos una mirada furiosa que lo hizo retroceder un poco-. Esta bien, esta bien ya entendí, amargados-se volteó y se cruzó de brazos enfurruñado.

Tenía tiempo que no lo veía y había olvidado lo fastidioso que podía llegar a ser cuando se aburría o lo mandaban a hacer algo que no quería, pero fuera de eso era una persona de buen corazón como su amistad con Kanra una chica aislada del mundo por su personalidad, había estado con ella desde que llego y vio que no hablaba con nadie permaneciendo a su lado siempre sonriente, tal vez esa fuera la razón por la que no lo golpeaba. 

-Bien-suspire-. Séran no es necesario que te escondas-informé viendo como una silueta aparecía a un costado-. Aunque buen intento, veo que has mejorado desde la última vez que nos vimos-contesté con una sonrisa burlona pero a él no pareció afectarle en lo más mínimo. Tan típico de él.

De todos los vampiros que había enfrentado en mi vida él era uno de los más fuertes que había visto, a parte lo habían nombrado comandante del grupo de defensa, si lo habían mandado era por algo importante. Eso hizo que me pusiera más alerta sobre su visita no deseada.

-Séran, el que tu estés aquí no es algo bueno, así que dime de una vez a que han venido antes de que pierda mi paciencia y los haga hablar a la fuerza-amenacé fuerte y sin titubear, pero Séran solo frunció un poco el ceño sin apartar la vista de la mía.

-No es necesario usar ese tono tan firme, ni de empezar una pelea ahora mismo aunque... admito que sería divertido-comentó embozando una leve sonrisa tenebrosa que en seguida borro-. Pero tendrá que ser en otro momento, por ahora por ordenes del consejo he venido a informarte de que últimamente hemos tenido rumores y sospechas de que el tercer heredero esta vivo y de que se encuentra escondido en alguna parte de esta zona, pero claro en mi opinión solo son falsos argumentos-informó sin el más mínimo interés-. Así que nos han encargado vigilar esta área hasta que agotemos las posibilidades de su posible existencia o en el caso contrario y que se encuentre con vida...ya sabrás lo que le ocurriría-sonrió malicioso.