Un vampiro persistente [Yaoi/Gay]

Capítulo 20: Triunfo incompleto.

----------Shion----------

La música se podía escuchar a lo largo de toda la mansión, poniendo alegres a todos aquellos que la escuchábamos, varias personas bailaban en el gran salón y otros se regocijaban en la gran mesa de banquetes. Mientras tanto, yo me dedicaba a seguir mi juego de esconderme de mis molestos primos. Y en este momento agradecía que la mansión fuera muy grande y estuviera llena de gente, después todo era el festival anual que daba mi familia cada invierno. 

Corrí por uno de los largos pasillos esquivando a las personas que pasaban por ahí y me escondí en una esquina. Odiaba cuando mis primos venían a casa. Siempre intentaban aprovecharse de mi poca edad para hacer lo que quisieran conmigo. En otras palabras si me encontraban, estaba perdido. 

Escuché sus risas venir por el corredor por donde había pasado, así que comencé a correr con los nervios a flote hacia otro de los pasillos, dando vueltas por todo el lugar. Hasta que un cuerpo más grande que yo se interpuso en mi camino y choqué contra sus piernas, haciendo que cayera de culo en la alfombra roja que tapizaba todo. 

Miré hacia arriba para poder ver el rostro del vampiro que se había interpuesto en mi camino mientras fruncía el ceño. Pero cuando vi de quien se trataba mi enojo se esfumó de pronto y lo único que pude hacer, fue ver la sonrisa amable de mi padre mientras me cargaba en sus brazos dejándome a su altura. 

-Pero mira a quien tenemos aquí-dijo aún sonriente para seguido comenzar a hacerme cosquillas. 

-B-basta...papá-dije entre carcajadas al igual que él intentando detenerlo. Amaba a mi padre, era todo lo que yo quería ser algún día, grande, fuerte y con una gran estatus de líder. Eso sin contar lo genial y guapo que era ante cualquiera que lo conocía. 

Cuando por fin se detuvo me miró malicioso y tomó uno de mis cachetes para jalarlo a su antojo. Me quejé como respuesta, puesto que estaba doliendo. 

-Veamos, mi pequeño Shion ¿me dirás el porqué estabas corriendo por los pasillos sin mirar por donde ibas?-preguntó comenzando a formar caras chistosas con mis cachetes. Intenté quitar sus manos, pero digamos que mis manos de vampiro de 5 años no me dejaban contra alguien de muchos cientos de años. 

-E-e...sca...par...-logré decir con sus dedos metidos en mi pequeña boca. 

-¿Escapar? ¿de quién?-siguió cuestionando con una de sus cejas levantada. Esta vez no respondí ya que mi boca estaba totalmente inmovilizada, entonces retiró los dedos dejándome con un leve dolor en la mandíbula-. No me digas que de nuevo intentar huir de tus primos-comentó a lo que yo asentí y él dio un suspiro-. Deberías intentar de llevarte mejor con ellos, son tu familia y algún día vas a necesitar de ella-aclaró acariciándome ahora con dulzura mis rojos cachetes adoloridos.

-Pero papá...ellos solo me molestan, no me gustan-contesté haciendo un puchero y él sonrió de una forma más cálida y yo me sonrojé. 

-Eso lo hacen porque quieren estar más tiempo contigo, solo es pasajero. Ya verás que después se volverán los mejores amigos y ahora serás tu el que no quiera separarse de ellos-dijo en cambio mirándome con aquellos ojos verdes al igual que los míos. Me parecía mucho a mi padre y me encantaba. Físicamente era como una mini encarnación de él. 

-Bien, intentaré relacionarme mejor con ellos-dije no muy convencido de lo que decía.

Su sonrisa se ensanchó dejando ver sus blancos y poderosos colmillos y yo hice lo mismo, solo que los míos apenas y se podían ver. Como desearía ser como él algún día. No quería separarme de él jamás.