Un vampiro persistente [Yaoi/Gay]

Capítulo 6: Campamento de terror.

-Kei...lo siento-lo abrazó fuerte de una forma cariñosa hundiendo su cabeza en su pecho.

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Abrí los ojos lentamente y traté de incorporarme pero una fuerte punzada en la cabeza me hizo retroceder y acomodarme de nuevo en la cama, observé el lugar con detenimiento, era una habitación mediana, había un pequeño escritorio a lado, un ropero en frente de la cama y la habitación era de color blanco con azul, si...estaba en mi cuarto. ¿Cómo había llegado hasta aquí?.

Intenté recordar la noche anterior pero solo memorias borrosas vinieron a mi mente, estaba en la casa de Akira para terminar el trabajo, me perdí, vi ese retrato, él me acorralo en la pared y Alex...apareció. ¿El me había rescatado?.

-Demonios-me quejé frotándome la cabeza, seguido de un suspiro-. Y después de eso ¿Qué diablos pasó?.

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Sus pensamientos fueron interrumpidos ya que la puerta de su cuarto se abrió y Alexander entró solo con una toalla rodeando su cintura y una en los hombros, traía el cabello empapado y unas pequeñas gotas recorrían escurridizas por su trabajado abdomen. Kei se quedo boquiabierto y en seguida bajo el rostro levemente sonrojado y no necesitó voltear para notar que Alexander había sonreído por eso.

-Buenos días Kei-saludó Alex feliz. Terminando de secarse con la otra toalla.

-B-bueno días-Kei lo miró a los ojos intentando no bajar la mirada. Aunque era difícil.

-Espero que no te moleste, tome tu ducha prestada un momento-se acercó a Kei y se sentó a un lado de él-. Kei...¿Cómo te sientes?-preguntó un tanto preocupado mientras lo miraba de una manera amable.

-Bien...solamente tengo un poco de jaqueca pero no es nada de lo cual alarmarse-intentó hacer un sonrisa al ver su cara de preocupación. La verdad la cabeza le daba vueltas, no conseguía concentrarse en nada.

-¿Recuerdas algo?-se acercó más a él, dejando su cara a pocos centímetros de la suya. Un leve sonrojo surgió de una de sus mejillas sin poder evitarlo.

-S-si...un poco-esa distancia era casi nula, estaba perdido completamente en la mirada grisácea de Alex.

-¿Cómo qué?-cuestionó con voz suave, Kei apartó la mirada, si seguía así no podría llegar a responder con seriedad, ya eran suficientes secretos lo que lo rodeaban. Se quedó un momento en silencio-. ¿Kei?-enarcó una ceja.

-...Estaba con Akira terminando el proyecto, cuando acabamos quise ir al baño y me perdí-en esos infernales pasillos. Pensó irónico-. Entonces encontré un cuarto y...-se detuvo, era verdad, en aquel cuarto donde había encontrado ese marco con la foto del montón de gente aristocrática y entre ellos estaba Alex y Akira. ¿Ya se conocían desde hace tiempo? entonces ¿por qué parecía que se llevaban mal?.

-¡Hey! ¡Kei!...¿Estas ahí?-Alex lo movió para que reaccionara y funcionó. Kei salió de su trance y lo miró aturdido.

-...Perdón. ¿En qué me quede?-volteó a verlo algo nervioso y Alex a cambio le dirigió un gesto de confusión.

-En que entraste a un cuarto tras perderte por el pasillo-Kei tuvo que pensar rápido. No podía decirle la verdad, no al menos sobre eso.

-Aaa...cierto, entre y...-¡maldición! no se le ocurría nada-. T-tampoco era el baño-comentó sintiéndose como un idiota por no pensar en algo más creíble. No se le daban bien las escusas y las mentiras.

-¿Encerio?-Alex lo miró desconfiado enarcando una ceja.

-S-sí, realmente tenía ganas de ir y me ilusioné por nada-espetó rezando para que se lo creyera o al menos sonase como una broma. Le dedicó una sonrisa confiada.