Un vampiro persistente [Yaoi/Gay]

Capítulo 19: La muerte falsa.

----------Kei----------

No podía creerlo, esto era un cruel mentira Seran no podía estar muerto. Pero no podía evitarlo, la verdad estaba justo enfrente de mi. 

Sentí mis piernas flaquear y caí al suelo desconsolado, con la mirada fija en su desgarrado cuerpo y los ojos humedecidos. Sentí una mano colocándose en mi hombro y miré al propietario, era Alex, me miraba compasivo y con un esfuerzo salté a sus brazos para abrazarlo lo más fuerte que pude, era doloroso.

-N-no puede ser...-escuché decir a Kanra quien se posaba a nuestro lado con las manos en la boca mientras lloraba.

Maki tenía una mirada completamente descolocada mirando con horror lo que una vez fue Seran. La mano de Alex se pasó por mi cabeza intentando tranquilizarme pero solo era en vano, aunque agradecía la intención y entonces vi como ponía una expresión extrañada como si no entendiera algo y lo miré esperando a que pronunciara su inquietante duda.

-Algo no está bien-habló Alex observando con detenimiento el cuerpo de Seran y todos lo miramos dolidos-. Se suponía que su ejecución sería mañana, no entiendo la razón por la cual se adelantarían, no ganan nada con apresurar las cosas. No tiene sentido-terminó pensativo. Era obvio que a Alex no le afectaba tanto como a nosotros el hecho de que el cuerpo de Seran estuviera colgando del techo totalmente hecho añicos. Me gustaba que Alex fuera fuerte mentalmente pero a veces odiaba que lo fuera tanto. 

-Simple, no les importó respetar la fecha límite. Esos cabrones son de lo peor, no tienen nada de justos, ni siquiera pueden respetar sus propios mandatos-habló Akira con el ceño fruncido, cruzándose de brazos mientras miraba hacia un lado furioso. ¿Acaso la perdida de un camarada también lo había afectado?. 

Guardamos silencio durante un rato mientras todos se calmaban y Alex terminaba de pensar lo que fuera que estuviera pasando por su cabeza. Yo no podía ni siquiera permitirme autoconsolarme para permitirme parar de llorar, yo era patético. En eso sí que tenía razón Seran. 

-Chicos, vamos a bajarlo-dijo Kanra entristecida mirándonos suplicante-. No quiero dejarlo aquí.

Maki y yo asentimos y nos acercamos a él. Maki sacó de la funda que tenía en su espalda un par de cruces extrañas, tenían un hoyo en medio cada una y una punta salía de cada extremo lateral hacia una dirección. También tenía algo que parecían ser aberturas a los costados y algunos símbolos extraños ¿eso era su arma?, la seguí observando un poco más y entre más repasaba la forma y la estructura no le encontraba lo eficiente a su arma. Entonces Maki cortó con uno de los picos las ataduras de Seran y yo me encargué de sostener su frío cuerpo. Sin embargo, al momento de ponerlo en el suelo un leve quejido lastimero salió casi inaudible de sus labios semiabiertos. Podía sentir el desconcierto de todos, lo podía segurar.

Seguía vivo. 

Sentí como el alma volvía a mi, esto era extraordinario. Mis dedos se acercaron a su rostro lentamente, indeciso y entonces una mano fría como la nieve, con las muñecas ensangrentadas me sujetó fuertemente la mía y me quedé totalmente quieto. Seran abrió los ojos lentamente, dejando a la vista sus peculiares ojos café rojizo y posó su vista en mi. Por alguna razón sentí una opresión en el pecho al momento en que nuestras miradas se encontraron.

Tal vez era...¿culpa?.

Aunque hubiéramos arreglado la relación que podía haber entre nosotros el solo recordar su expresión vacía y desolada de aquel día me hacía querer salir corriendo y y gritar a todo pulmón que la vida era injusta. 

-K...-intentó hablar, al parecer tenía la garganta reseca y dejó caer nuestras manos al piso rendido. No, estaba débil. Sin importarme lo que pensara Alex, descubrí mi brazo y lo acerqué a su boca dándole a entender que podía beber de mi. Pude notar la mirada punzante de Alex a mi espalda pero no me importo en lo absoluto. Seran me miró unos segundos y luego sonrió a lo que pretendía ser de manera burlona pero casi no se notaba y negó con la cabeza, negándose a hacerlo. ¡Joder! ¡¿por qué cuando pongo en juego la única cosa en la que puedo ser útil no me dejan ayudarlos?!.