Capítulo 3: Un visitante nocturno.

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Escuché sonidos de pasos y abrí los ojos alarmado, alguien se acercaba y enseguida voltee a ver...

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Era nada más ni nada menos que Masou, el señor que me había rescatado en aquel entonces, me miró unos segundos serio como normalmente lo hacía, aunque no es que quisiera verlo sonreír, cuando hacía eso era aterrador. Le devolví la mirada con cara de pocos amigos. Me había sacado un buen susto.

-¿Puedo sentarme?-preguntó, yo asentí-. ¿Que estas haciendo aquí tu solo?

Pensé antes de contestar, no podía decirle acerca de que la cosa que me dejó inconsciente en el bosque hace un año había vuelto. Doy un suspiro.

-Solo estoy tomando un poco de aire fresco, no es nada interesante-contesté y él me miró entrecerrando los ojos como diciendo "se lo que paso". La verdad es que desde esa vez nos encontrábamos de vez en cuando y charlábamos un rato, pero cuando topábamos con algún tema que involucrase al bosque y cosas relacionadas, evadía con audacia hablar de ello, nunca le conté a alguien sobre eso ni siquiera a Shion.

-Bueno, esta bien, solo ten cuidado...últimamente se siente algo pesado el ambiente...algo un tanto familiar-lo observé algo curioso. ¿Familiar? ¿qué quería decir con eso?. No será que...él...¿lo sabe?...¡No! ¡Tonterías! ¡Vamos Kei no te dejes llevar tan fácil! ¡Eso es imposible!. Posé mi vista a él incrédulo y ví que él me miraba atento y yo tragué saliva-. ¿Hoy entraste a la escuela verdad?.

-S-si, hoy fue la ceremonia de inauguración-comenté nervioso, coño si preguntaba más seguro que termino por contarle lo que pasó.

-¿Y cómo te parecieron las clases? ¿todo bien?-¡claro! si bien es convertirte en un completo zombie a mitad de la primera hora y que tu pesadilla favorita se la pase acosándote, en ese caso todo iba de maravilla, pensé sarcástico.

-Sí, las clases estuvieron bien, los profesores son muy buenos y enseñan muy fácil, puede que consiga pasar de año sin tener que esforzarme tanto-sí como no, ya quisiera. Miré a un lado con una sonrisa forzada, pero seguro que eso no engañaría a nadie.

-Eso suena bien, me alegro por ti-comentó serio embozando una mueca...creo que intentaba hacer una sonrisa...el hombre más estirado estaba sentado a mi lado, sigo teniendo la mejor suerte del mundo, este día no podría ser peor.

-Si...-respondí de la misma forma.

-Bueno, creo que es hora de que me valla, no te quedes mucho tiempo se pone peligroso en la noche-aconsejó, para en seguida levantarse y voltearse para irse, pero se detuvo un momento y giró la cabeza con una expresión dura-. Sobre todo en esta zona así que de nuevo ten cuidado-finalizó para después marcharse.

-¿Ten...cuidado? ¿Exactamente a qué se refiere?-observé un rato más el lago, luego decidí irme a casa, se estaba haciendo tarde y nadie querría estar a la intemperie por la noche, a parte de que me podría encontrar con ese estúpido vampiro.

La temperatura bajaba a -3°C no se como pude sobrevivir aquella vez, puede que sea por la adrenalina o yo que se, pero era mejor no arriesgarse.

Regresé corriendo, con unos pocos rayos aún de luz.

Al abrir la puerta me detuve un momento, algo me miraba. La sangre se me congelo, no tuve la voluntad de voltear, solo me apresure a entrar y cerrar con llave. Me recargué en la puerta y toque mi pecho, mi corazón latía muy rápido, lentamente subí a mi habitación encendiendo todas las luces a mi paso.

-Parezco un niño pequeño-susurré dándome un pequeño sape en la cabeza-. Vamos Kei compórtate, eso de afuera pudo haber sido nada-enseguida volví todo como estaba y me dirigí a mi cuarto.

Un vampiro persistente [Yaoi/Gay]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora