El Legado De Los Padres

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Capitulo XXX: El Legado De Los Padres

La semana de receso había concluido y la nueva semana no había comenzado precisamente bien para Tobio, despertó como un mensaje de su padre, un mensaje para nada agradable.

Flashback

[—Esto es ridículo padre, ¿Hablas en serio?—cuestionó apretando con fuerza las palmas de sus manos.

—Por supuesto que hablo en serio Tobio, ¿Te parece a ti que estoy jugando?—un hombre de aspecto severo, ceño arrugado y voz gruesa miro sin un ápice de cariño al que se supone es su hijo.

—¡Me debes estar jodiendo!—azotó con sus palmas la superficie de la mesa, mirando desafiante al mayor, quien solo le devolvio una mirada desinteresada—no puedes estar pidiéndome esto, ¡Son nuestros aliados!—la sola idea de traicionar a aquellas personas que le dieron su confianza y amistad le causaba repulsión.

–Eran, nuestros aliados—corrigió el mayor mirando con aburrimiento el "berrinche" que estaba haciendo su hijo—ahg, sabia que el enviarte ahí a la larga seria un problema—.

—...—.

—Ellos escogieron su bando al ponerse del lado de los Kozume—añadió con molestia—así que la única solución que queda es recordarles, así sea a la fuerza, a quienes deben lealtad—.

—Me niego—su voz salió casi como un susurró.

... ¿Qué dices?—su tono de voz se volvió aun más frío, enviando escalofríos a Tobio.

—Dije... ¡Que me niego!—dicho eso corto la llamada antes de tomar sus cosas y salir del lujoso condominio que su padre había habilitado exclusivamente para él.

Fin del flashback

Desde que había llegado la familia real le había acogido con cariño, él le debía lealtad a su amigo de la infancia, a los reyes que lo trataban como a un hijo y si quería enmendar los errores de su padre, también se la debía a los Hinata, no apoyaría esa rebelión, aun si eso lo convertía en un traidor de su país.

—¡Kageyamaaa-san!—volvio de golpe a la realidad cuando un par de manos se posicionaron en sus hombros antes de que se ejerciera cierto peso sobre ellos—¡Buenooos diaaaaaaas!—el siempre alegre y deslumbrante Hinata Sawamura Shoyo hacia aparición.

—... Hinata—murmuró en voz baja.

—¿Mm? ¿Qué ocurre Kageyama-san?—y ahí estaba otra vez ese irritante honorífico, simplemente no se escuchaba bien viniendo de Hinata.

—¡Que pesas, quítate!—tan borde como él mismo apartó bruscamente al mayor que solo se limitó a reír antes de desafiarle mentalmente a una carrera hasta el instituto, reto que por supuesto iba a aceptar ¿Quién era Kageyama Tobio sin competir en cosas banales con Hinata Shoyo? ¿Y quien era Hinata Shoyo si pasaba más de quince minutos sin querer competir en algo banal con Kageyama Tobio?.

—Oye Kageyama, olvide preguntarte—una vez llegaron al colegio con la pequeña mandarina como campeón estos continuaron caminando como dos personas NORMALES hasta sus respectivos salones—¿En qué estabas pensando hace rato cuando nos cruzamos?—los ojos de Hinata brillaban de curiosidad.

Casado con... ¡¿El futuro rey?! |KUROKEN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora