Casado con... ¡¿El futuro rey?! |KUROKEN|

Fríamente calculado

Capítulo XXIV: Fríamente calculado

Kenma podía ser definido por quién lo viera, como alguien que no muestra muchas expresiones, alguien frío y calculador, que mide sus palabras, nunca hablaba de más ni de menos, sólo lo justo y lo necesario, por ello mismo quiso darse la cabeza contra la pared cuando cayó en cuenta de lo que dijo a la abuela de su esposo.

Kenma era considerado alguien que no tenía miedo de enfrentarse a adultos o niños por igual si defendía lo justo y correcto, más de una ocasión se había metido en apuros por ese motivo, pero esa es historia para otra ocasión. Así pues el rubio había dicho lo que pensaba de Anko sin pelos en la lengua.

Kenma había experimentado el presenciar momentos incómodos o extraños y había estado de lo más normal, más el problema ahora era tratar de sobrevivir en ese tenso e incómodo ambiente definido como desayuno. La noche anterior después del desastroso banquete una vez todos los invitados se habían retirado, Anko se había excusado con que estaba cansada, Kenma y ella no habían podido intercambiar palabra alguna, y realmente no tenía la cara ni las palabras para encarar a la mujer, sus suegro no parecían molestos por su actitud ni mucho menos, es más, ellos siguieron actuando de lo más normal, su esposo simplemente era el mismo, aun contando de cierta manera con el apoyo de los actuales Reyes y del futuro sucesor, aún no tenía la mente en paz, algo no encajaba, la mujer no parecía ser del tipo cínica que hizo todo lo que hizo sólo para sacarlo de quicio, y estaba seguro que había algo, puesto que su mismo abuelo se lo había dicho.

Flash Back

-Escucha Kenma, Kuroo Anko es una mujer que piensa cada uno de sus movimientos, todo, absolutamente todo lo que hace tiene una segunda intención, podrá parecer alguien amable pero todo lo hace para obtener algún beneficio, así que no te fíes de ella, muévete con cuidado y astucia-

_Entendido Abuelo_

Fin del Flash Back

Esas habían sido sus palabras y ¿Qué fue lo primero que hizo Kenma?,  mandar todo al carajo y hacer lo que le dijeron que no hiciera, era la primera vez en mucho tiempo que reaccionaba de esa manera, actuando antes de pensar, el no era así, entonces no entendía porque había actuado así, quiso golpear su rostro contra el puré raro que últimamente tenía que desayunar.

La razón del incómodo ambiente era la ausencia de la mujer de cabello cenizo, se sentía falta de pensar que había sido su culpa, tal vez a la mujer le dio un paro cardíaco cuando se fue a dormir pensando en sus palabras, tal vez se había sentido tan avergonzada que se había emborrachado y se había terminado cayendo por su balcón, y si-

《Kenma》la voz de su esposo lo sacó de su tormento interno.

《¿E-eh? Perdón ¿Qué decías?》dejó de mirar los alimentos frente a él y se concentró en el mayor.

《¿Estas bien bebés?》pregunto acomodando un mechón de cabello rubio detrás de la pálida oreja del más bajo.

《S-si》respondió regresando la vista a su desayuno.

《Es raro que Anko-san aún este dormida》comentó la única mujer presente.

《Pues tienes razón》concordó Antaro, junto en el momento en que concluyó la frase más puertas del salón fueron abiertas de par en par.