POV Rosé.
Nunca debí haber aceptado jugar a la ouija. Todo porque Lisa es una maestra cuando se trata de convencer a la gente, aunque también es culpa mía por ceder tan rápido, digo, me habría gustado tener la resistencia a la persuasión que tenían Jihyo, Nayeon y Lia, ellas dijeron que únicamente observarían, en ningún momento se unirían a la partida.
Sé que fue algo cruel dejar a mi amiga sola, pero la verdad es que me estaba muriendo del miedo y en esa casa estaban sucediendo cosas extrañas, fue un impulso el querer salir huyendo del lugar.
Le escribí un texto a Lisa para disculparme, pero no respondió. Supongo que me lo merezco.
Tan pronto como llegué a casa me dirige al baño, quería refrescarme un poco el rostro y luego tomar una ducha.
Fui a la habitación por ropa limpia y un par de toallas.
Me quité la sudadera y la lancé sobre una silla en la esquina del cuarto, luego quise sacarme el collar que me había puesto esta tarde para combinar, pero al rozar mi cuello con los dedos sentí un pequeño escozor, como si tuviera alguna especie de raspadura o quemadura.
Pensé que tal vez en algún instante del día el mismo accesorio había raspado la piel de mi cuello, pero de igual manera me acerqué al espejo para revisar y ver que podía hacer.
Me recogí el cabello en un moño para tener una mejor vista. La piel de la zona posterior de mi cuello estaba enrojecida y tenía una marca bastante singular, no era un simple raspón, era más como un tatuaje; en mi piel se encontraba ilustrada una media luna.
¿Por qué arde tanto? ¿Seré alérgica a la tinta?
Me preguntaba como eso había llegado hasta ahí, lo más probable es que me haya quedado dormida sin darme cuenta y las chicas me dibujaron encima. Sinceramente no me sorprendería de Nayeon, siempre anda por ahí gastando bromas.
—No seas ilusa, ratoncita —de la nada se sintió una corriente de aire frío que me hizo estremecer —Es mi sello personal, no me compares con otras payasadas —la voz femenina tenía un tono sensual, pero molesto a la vez, como si estuviera ofendida.
—¿Quién eres y dónde estás? —recorrí toda la habitación con la mirada.
—Mira detrás tuyo —di un brinco al sentir un gélido aliento detrás de mi oreja.
El corazón me latía a una velocidad descomunal, casi podía sentir que se escapaba de mi pecho.
—Quita esa carita, no me gusta —la intrusa se acercó —Espera, ¿podría ser que mi belleza te ha dejado aturdida? —rió con orgullo.
Por más que intentaba moverme no lo conseguía, era como si mis pies estuviesen pegados al suelo, y no solo a causa de la fuerza de gravedad.
—¿Qué es lo que quieres? —logré formular.
—Jugar —respondió con simpleza.
—¿Por qué yo? —mis ojos la siguieron mientras caminaba de un lado a otro con extrema sensualidad.
—¿En serio me preguntas eso? —se detuvo a mirarme con intensidad —Realmente eres una chica mala —aproximó su rostro al mío más de lo debido —Eso me excita —susurró rozando mis labios.
Por alguna extraña razón mi cuerpo no se alejaba.
—¿Qué vas a hacerme?
—Haces muchas preguntas.
—Y tú das pocas respuestas —repliqué.
—Oh, por fin dejas de temblar —se colgó de mi cuello —Empezaba a creer que tenías miedo de mí —su sonrisa arrogante nunca desapareció.
ESTÁS LEYENDO
A Little Bit Of Jenlisa - One Shots
RandomHistorias Jenlisa que me vienen a la cabeza de vez en cuando y me place escribirlas. PD: El segundo libro de one shots ya está disponible en mi perfil. Créditos a quien pertenezca el fanart de la portada.