Dos princesas

2.9K 227 86
                                    


POV Jennie.

—¿En serio tenemos que ir justo ahora? —repliqué a mi señor padre, quien insistía en que debíamos ir a uno de los reinos más jodidamente alejados del nuestro.

Harendy, era el reino en específico al que mi padre quería partir, el cual se encontraba a miles de kilómetros de nuestro reino, Larla. De hecho, para llegar tardaríamos por lo menos dos días y tendríamos que hacer varias paradas en el camino.

—El futuro de Larla depende de este viaje, cariño —suspiré.

Supuse que oponerme no era una opción.

Lo único que hice fue levantarme de la cama y dirigirme al elegante carruaje que nos esperaba en la entrada del castillo. Una de las damas del castillo ya se había encargado de empacar mis cosas, así que no tenía nada más de que preocuparme.

—Ruby, ¿es necesario llevar todo ese equipaje? —preguntó mi padre observando las maletas apiladas.

—Sí, ¿por?

—Es demasiado, lleva solo dos valijas —ordenó.

—Pero necesito todo, tú sabes, cosas de princesa —me justifiqué.

—No importa, lleva solo dos.

—Que sean cinco —rechazó mi oferta —cuatro entonces —hice un puchero.

—Ruby... —dijo a regañadientes.

—¿Tres? —propuse con una sonrisa esperanzada.

—Vale, pero ya, apresúrate —asentí frenéticamente.

Subí al carruaje al tiempo que Robin, nuestro mayordomo, me ayudaba a subir las valijas.

—Muchas gracias, Robin —le sonreí amablemente.

—No hay de que, señorita Jane —hizo una pequeña reverencia y subió para sentarse frente a nosotros.

Robin siempre iba conmigo a todos lados, era un hombre medianamente joven muy agradable, todo el tiempo ha estado para mí, me escucha, me aconseja y me hace compañía cuando lo necesito, es como un mejor amigo. De hecho podría decir que es el único amigo que tengo, esto de ser princesa es un poco solitario, ya que el castillo se encuentra un poco lejos de la civilización no puedo socializar mucho, además las personas del reino me ven como si fuese alguien superior y no se permiten formar un vínculo conmigo, pero no es así como yo lo veo, pertenecer a la realeza no me hace mucho más valiosa, soy igual que todos los demás, no es nada más que un simple título, pero parece que no compartimos la misma visión.

Partimos rumbo a Harendy.

Ni siquiera voy a dar detalles de cómo fue el camino hacia el reino destinado, todo estuvo aburrido en toda la extensión de la palabra, mi padre trataba de hacer que el viaje fuera un poco menos cansado contando algunos chistes. No diré que Robin y yo forzamos nuestras risas para que no se sintiera mal, pero es que dios mío, los chistes eran malísimos.

Ahora ya no importa, a pesar de que mi trasero se ha aplanado por estar dentro de un carruaje casi tres días ha valido la pena, por fin habíamos llegado a Harendy, y que bonito que es este reino, abundan las flores por doquier, niños jugando, personas cantando, tocando algún instrumento o exhibiendo su arte, era un reino bastante colorido y alegre.

Me gusta.

Fuimos recibidos por el rey Gerard, la reina Kayla y su hijo, el príncipe Lauren. Además de una multitud de personas del pueblo que presenciaban con curiosidad nuestra llegada.

Estar en un reino totalmente desconocido para mí me daba un poco de nervios, pero no era nada nuevo, ya que antes he tenido que salir de mi reino para ir a otros.

A Little Bit Of Jenlisa - One ShotsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora