A Little Bit Of Jenlisa - One Shots

Tres menos uno

—¿Cómo te ha estado yendo con Mia? —Rosé le preguntó a Lisa.

—Mal, no consigo que salga en una cita conmigo —la rubia respondió en un suspiro dejando sus hombros caer —Además Jennie siempre anda detrás de ella.

Por más que insistiera o buscara maneras para que Mia aceptase salir con ella no lo conseguía, esa chica en definitiva estaba fuera de sus alcances y probablemente del de muchos otros también. Realmente, para Lisa, no era una gran sorpresa, es decir, Mia era popular, guapa, tenía un buen cuerpo y era muy atlética; todos los chicos, o al menos la mayoría de ellos, babeaban por esa mujer y las chicas tampoco se quedaban atrás.

Lalisa estaba por marcharse del colegio, más tarde tendría que regresar para sus prácticas vespertinas de baloncesto. Atravesando el pasillo, en camino a la salida, su teléfono celular vibró avisándole que tenía un nuevo mensaje.

Mia: Veme en el campo de fútbol.

Lisa no podía imaginarse la razón del porqué Mia estaba citándola tan repentinamente, pero le emocionaba demasiado el hecho de que esta vez ella fuese la primera en buscarla.

Inmediatamente se puso en marcha a donde Mia necesitaba de su presencia, no quería hacerla esperar mucho. Cuando llegó, Mia estaba de pie recargada al tronco de un árbol, Lisa pensaba que lucía tan genial siendo acompañada por esos aires de chica mala.

—Manoban, por fin llegas —dijo Mia al ver a la rubia acercándose.

—Perdón, estaba por irme cuando vi tu mensaje —Lisa estaba nerviosa, la otra chica solía ponerla así —¿Querías verme? —Mia asintió.

—Quiero ofrecerte algo —empezaron a caminar. Lisa escuchaba con atención —¿Yo te gusto, verdad? —ni siquiera necesitaba preguntarlo.

—Sí, ¿lo sabías, no? —Mia sonrió confirmando lo ya evidente.

—Hagamos un trío —su propuesta cayó en Lisa como balde de agua fría.

—¿Hablas en serio? —la mandíbula de Lalisa casi llegaba al piso de la impresión.

—Eres muy sexy, Lisa, pero yo no puedo salir contigo —el entrecejo de Lisa se arrugó en confusión, tenía todo el signo de interrogación plasmado en la cara —Quiero experimentar, por eso es que te lo propongo —agregó Mia con toda la calma del planeta.

En pocas palabras, Mia estaba evitando el compromiso, únicamente quería probar cosas nuevas y que mejor que acudir a la chica que tanto insistía en estar con ella.

—¿Qué dices, Lisa? ¿Aceptas? —Mia esperaba una respuesta.

Si Mia hubiese preguntado sobre tener sexo sin ningún tipo de relación de por medio, Lalisa, no habría dudado en aceptar al instante, creyendo que al final de todo Mia pudiese tener un sentimiento por ella y forjar un vínculo distinto, pero la cuestión estaba en que la mayor de las chicas no sólo proponía algo sexual, sino que ofertaba sumarse en un trío y lo más posible es que fuese con alguien que ni siquiera conocía.

—¿Quién es la otra persona? ¿Es un chico? —preguntó Lisa.

—No hay varones de por medio —respondió Mia llevándose un caramelo a la boca.

Un trío de chicas sonaba tentador.

Lalisa meditó su respuesta por un par de minutos y finalmente decidió que lo haría, el que fuese un trío no la obligaba a interactuar con la otra persona, al contrario, podría enfocar toda su atención en Mia. ¿No era una mala idea, verdad?

—Bien, estoy dentro —dijo la rubia con determinación.

Mia sonrió satisfecha y dejó un beso en la comisura de sus labios antes de darse la vuelta para irse.